Cómo sacarle partido a tus charlas y ponencias sin cometer el error que comete todo el mundo

*Imagen de una de nuestras jornadas en centros de relación. ¡Lo que recomendamos siempre lo aplicamos primero! 😉

Cuando hablamos de captación de clientes, todos queremos evitar la puerta fría.

Si podemos dirigirnos a clientes que ya sabemos que tienen ciertos intereses y con los que compartimos algún tipo de nexo, tenemos una parte del camino andada.

Por eso en la generación de oportunidades, más allá de las acciones de marketing (inbound/ outbound) que realice la empresa o el propio comercial en su trabajo de calle, siempre pensamos en 2 orígenes de oportunidades complementarios:

Persona escuchando

Prescripción

Nos ayuda a llegar al cliente potencial a través de alguien que ya nos conoce y sabe cómo trabajamos.

Centros de relación

Nos permiten llegar a empresas de un determinado sector o con necesidades comunes entre ellas.

Por lo tanto, cuando preparamos un plan comercial, además de pensar en cuántas oportunidades queremos generar y cuántas reuniones debería hacer el equipo para conseguirlo, también debemos darle una vuelta a estos dos puntos: ¿Qué voy a hacer para conseguir que mis clientes me prescriban? ¿Cómo puedo aprovechar al máximo los centros de relación (asociaciones, clústeres, federaciones…)?

Hoy vamos a profundizar en este segundo punto y más en concreto en las charlas o ponencias, la manera más común y práctica de lograr que aparezcan esas oportunidades dentro de centros de relación.

Como advertencia, debemos tener claro que esta estrategia es de medio/largo plazo y que el éxito de un evento en un centro de relación no depende únicamente de lo que suceda ese día. Por eso vamos a dividir este blog en 3 apartados: Lo que deberíamos hacer antes, durante y después del evento en cuestión.

¡Y ojo! No cometas el error de vender en la charla. Es horrible asistir a una charla en la que el ponente no deja de «hablar de su libro».


No te pierdas el Café con Ventas en el que profundizamos en este tema:

Preparación previa de la jornada

Por supuesto, el primer punto a tener en cuenta es a quién me quiero dirigir con la charla y cómo me quiero posicionar.

La elección del tema es fundamental, ya que debemos decidir cuál es la temática lo suficientemente llamativa para atraer a la gente y que además sea interesante para nosotros para posicionarnos.

Y sí, hablamos de posicionamiento como el foco principal, porque como hemos dicho esto es una estrategia de medio / largo plazo en la que nos interesa posicionarnos dentro del centro de relación como expertos en una temática. Estas charlas no son para vender, son para aportar y posicionarnos. Es clave que los asistentes se lleven algo.

En ese posicionamiento, los centros de relación nos son tremendamente útiles porque nos permiten llegar a públicos concretos (ej: ferreterías, empresas tecnológicas, directivos de RRHH…). Sin embargo, que dispongan de una buena red de contactos no quiere decir que debamos dejarles todo el trabajo.

Por ello es clave que nos sentemos con el centro de relación para que entienda a qué tipo de empresas nos queremos dirigir y los perfiles dentro de estas para los que puede ser más interesante.

Así mismo, deberemos hacer un trabajo en paralelo en el que definamos qué clientes de nuestra lista de potenciales nos gustaría que asistiesen a la jornada, para poder hacerles una invitación personalizada, tanto si forman parte del centro de relación como si son externos pero nos interesa invitarlos (y al centro también).

Checklist de la preparación previa de la jornada

  • Definición de la temática.
  • Selección del centro de relación.
  • Creación de base de datos con empresas a invitar (de dentro y fuera del centro de relación).
  • Preparación de la charla y los materiales a entregar.
  • Creación de la comunicación (mensajes, diseño, horario).
  • Invitación a los asistentes desde el centro de relación.
  • Invitación personalizada por nuestra parte a perfiles de la base de datos.
  • Recordatorio unos días antes.

Desarrollo del evento: Sacarle el máximo partido comercial

No vamos a entrar en el desarrollo en sí de la ponencia. Obviamente la capacidad del ponente para transmitir, conectar con la audiencia y engancharlos con el tema va a ser crucial, del mismo modo que tener un material de calidad que mostrar.

No profundizamos en ello porque es lo que ya sabemos, donde habitualmente vemos que se pone toda la carne en el asador.

Vamos sin embargo a centrarnos en esas cosas que pasamos por alto durante el día del evento y que pueden ser cruciales para nuestro éxito comercial.

Lo primero de todo, debemos estar con tiempo en la sala para, más allá de la preparación de la sala, tener espacio para recibir a los asistentes (como apoyo al centro de relación, que probablemente se encargue de esta tarea). Este punto nos interesa por tres motivos: Vamos a poner cara a los asistentes, sabremos quién finalmente ha venido y nos permite agradecer la asistencia especialmente a los perfiles que hemos invitado en persona.

Durante la charla, es importante que estemos atentos a las reacciones de esos perfiles que más nos interesan (dónde hacen fotos, dónde se anotan algo, dónde se aburren…). También tendremos que ser conscientes del tiempos, de cara a no alargarnos demasiado y reducirnos el tiempo de networking y de preguntas tras la ponencia.

Una vez en el networking, estamos en el punto donde aquellas personas que le hayamos despertado una inquietud van a querer acercarse a hablar. Por eso es importante estar disponibles, evitando en la medida de lo posible que una sola conversación se nos alargue demasiado y centrándonos en las personas que no tenemos confianza y contacto de manera más habitual.

Esta parte es difícil de gestionar para un solo ponente, ya que varias personas pueden querer venir a hablar a la vez, sumado a que muchos asistentes irán con el tiempo justo. Por eso, en nuestro caso, cuando los eventos ya tienen más de 15/20 potenciales clientes, intentamos estar más personas del equipo en esta última parte, de cara a poder charlar con el mayor número de personas posible.

Checklist de la actuación durante la jornada

  • Preparación de la sala.
  • Recepción de asistentes + Anotación en lista de asistentes.
  • Agradecimiento a los perfiles de interés que has invitado personalmente.
  • Realización de la charla.
  • Entrega de material si procede.
  • Networking con los asistentes.

El Post-Evento: La clave para transformar en ventas

Acabar la jornada no significa que hayamos terminado el trabajo. De hecho, esta es probablemente la parte más importante para terminar transformando ventas.

Porque la típica frase de «¿Y qué has vendido?» no tiene sentido el día de la jornada. La clave está en que aparezcan oportunidades y perfiles interesantes que habrá que trabajar después.

Después, pero no mucho después… ¡Que se olvidan de nosotros!

Por eso los 10 días posteriores al evento son ideales para poner esas reuniones que veamos interesantes. Porque tenemos una excusa para llamar a alguien que ya nos conoce, que aún nos tiene frescos y que es mucho más fácil y natural que nos dé una reunión para conocernos.

Además, hay que tener en cuenta que los ratios de transformación de los clientes potenciales que vienen a través de un centro de relación son mucho más altos. Mientras que lo habitual que nos encontramos es cerrar 1 de cada 3 propuestas presentadas, en centros de relación bien enfocados podemos aumentar este ratio y cerrar entre un 45% y un 80% de las oportunidades surgidas del evento.

Por último, al igual que seguiremos los resultados de otras acciones de la estrategia comercial, debemos analizar los resultados de nuestras acciones en centros de relación. Qué perfiles han venido en los diferentes centros, qué oportunidades surgieron, cuáles se han terminado convirtiendo…

Porque no nos engañemos, no todos los centros de relación son iguales y nos interesa quedarnos con aquellas asociaciones, agrupaciones o clústeres que mejor atraigan a nuestro perfil de cliente y donde se genere un ambiente en el que estemos más cómodos.

Checklist de acciones posteriores a la jornada

  • Envío de presentación / material (rápido, al día siguiente).
  • Actualización de oportunidades en el CRM + Fecha seguimiento.
  • Actualización de perfiles de interés en el CRM.
  • Contacto con los perfiles más interesantes en una ventana de 10 días (cuando aún están templados).
  • Análisis de resultados y ratios (final de trimestre/año).
  • Clasificación interna de los centros de relación más útiles.

Cómo utilizar la escucha activa en ventas

Cuando el cliente nos habla, nuestra cabeza ya está pensando la respuesta que le vamos a dar, qué es lo que podemos decir para sorprender o convencer a esa persona. Y esto es un problema.

Sí, es un problema. Porque mientras pensamos en nuestra respuesta, no escuchamos.

Y es en esos momentos cuando nos estamos perdiendo información crucial para conseguir la venta. Esa frase concreta que nos dice el cliente, ese problema en el que deberíamos incidir… y que pasamos por alto por estar pensando nuestra brillante respuesta.

Por eso hoy queremos hablar de cómo estar enfocados y presentes en la reunión mediante la escucha activa.


No te pierdas el Café con Ventas en el que profundizamos en este tema:

Café con Ventas #17 – Cómo ser mejor vendedor gracias a la escucha activa

¿Qué es la escucha activa?

Al igual que oír y escuchar no es lo mismo, tampoco lo es escuchar o realizar escucha activa.

¿Dónde está la diferencia?

Básicamente en que no sirve solo con escuchar, sino que hay que conseguir que el cliente se sienta escuchado.

Supone estar psicológicamente presentes y ser conscientes de lo que nos dicen, retroalimentando al cliente y demostrando que recibimos su mensaje con atención.

Y siguiendo 2 sencillas normas: No pensar la respuesta mientras el otro habla y no juzgar lo que nos están diciendo. (Hemos dicho sencillas, no fáciles de llevar a la práctica).

Esto nos ayuda a predisponer al cliente (que reducirá la tensión al sentirse escuchado) y nos facilitará profundizar en sus inquietudes y darle respuestas más acertadas.

¿Qué técnicas se pueden emplear para la escucha activa?

Cuando queremos que el cliente se sienta escuchado, hay trucos muy sencillos que nos permiten dar ese feedback y confirmar que estamos entendiendo aquello que nos cuentan.

Estas técnicas las podemos combinar como queramos, usando preferiblemente todas a lo largo de la conversación:

Paráfrasis

Repetir las ideas clave de lo que nos han dicho ayuda a reforzar que estamos entendiendo su postura. Podemos repetir, aclarar, contrastar u obtener nueva información.
«Como tú mismo decías…»

Respiración

Estar atentos a las respiraciones del cliente para intervenir cuando está cogiendo aire elimina la sensación de estar siendo interrumpido. Es especialmente útil con los perfiles que hablan mucho.

Empatía

Realizar un esfuerzo por entender no sólo lo que dice el cliente, sino lo que siente, por qué lo siente y lo que nos hace sentir, crea una comprensión más allá de las palabras.
«¿Cómo te sientes cuando se repite esa situación…?»

Preguntas

Realizar preguntas abiertas (quién, cuánto, cómo, para qué, para cuándo…) animando al cliente a profundizar más en su discurso. Las preguntas cerradas (aquellas cuya respuesta es sí o no) no van a ayudar a la escucha activa.

Refuerzo

Esta es probablemente la más usada (sobre todo al teléfono), y es que es muy útil para demostrar que estamos escuchando con frases cortas positivas: “estupendo, ajá,   si, ya, vale, claro, genial…”. Ojo, no es decir «ajá, ajá» sin interés.

Reformulación

La reformulación es la técnica que transmite mayor nivel de sentirse escuchado, ya que se trata de expresar la misma idea pero utilizando nuestras palabras: «Si te he entendido bien, lo que ocurre es…». Es muy útil en el cierre.

¿Qué cosas debemos evitar y cuáles potenciar?

Hay ciertas actitudes y frases que pueden ayudarnos o perjudicarnos para terminar de redondear la percepción del cliente sobre cómo se siente escuchado.:

Elementos no verbales a potenciar

En este campo, es importante mantener el contacto visual si estamos cara a cara y mantener una postura erguida y ligeramente inclinada hacia adelante, que denote nuestro interés en lo que estamos escuchando.

Así mismo, es importante que atendamos a las emociones que está transmitiendo el cliente y que dejemos que nuestros gestos las reflejen cuando estos sean acorde (o contenernos cuando no lo sean, ya que queda horrible si el cliente nos cuenta algo emocionado y nosotros tenemos cara de aburrimiento…)

Claves para llevar la conversación

Para denotar escucha activa, más allá de las palabras cobra una enorme importancia el silencio. Debemos dar espacio sin interferir en los clientes que el cliente tome para reflexionar.

En cuanto a la conversación en sí, debemos pedir reflexión sobre las consecuencias, recordando detalles para poder verbalizarlos más tarde. Además, debemos ser capaces de redirigir hacia el tema principal si el cliente pierde el hilo de lo que estaba contando.

Frases que debemos evitar

Son muchos los errores que pueden hacer que el cliente sienta que no le estamos escuchando. Algunas de las situaciones más típicas que nos encontramos en ventas son:

❌ Necesidad de contar tu historia en vez de escuchar la suya.
❌ Facilitar consejos que no se han pedido.
❌ Contraargumentar sin intención empática («yo también estoy mal y me aguanto»).
❌ Tener las respuestas a sus problemas antes de que termine de expresarse. Lo que llamamos el Síndrome del Experto.
❌ Hacer juicios personales.
❌ Quitar valor o restar importancia.

Acciones que debemos evitar

No sólo son las palabras lo que puede hacer que el cliente no se sienta escuchado. Si el cliente se siente continuamente interrumpido o percibe que hemos perdido interés o nos hemos distraído, tiraremos por tierra todo lo que podamos decir con palabras.

Sin embargo, en el mundo de estrés y productividad en el que nos movemos, nuestro mayor enemigo para la escucha activa es la multi-tarea. Si nos ponemos a hacer otra cosa mientras escuchamos al cliente (esto sucede especialmente al teléfono y en videollamadas), difícilmente podremos hacer una escucha activa en condiciones.

Actitudes que debemos evitar

No hablamos de actitudes irrespetuosas o maleducadas que por supuesto no tienen cabida como profesionales de las ventas. En este caso nos referimos a las actitudes que, de manera inconsciente, pueden estar generando una imagen negativa en el cliente.

Juegan en nuestra contra la impaciencia (tendiendo a acabar las frases del cliente), realizar preguntas que puedan dar a entender que se está poniendo en duda o juzgando lo que dice el cliente y las actitudes compasivas que puedan transmitir «qué pobrecito» como mensaje.

Las claves de un buen argumentario de ventas

El argumentario de ventas es uno de esos puntos que traen de cabeza a los equipos comerciales.

Por un lado, todos queremos tener la respuesta más adecuada para cada situación y saber cómo presentar a cada cliente los productos o servicios para que compre.

Sin embargo, nos cuesta sacar el tiempo necesario y saber cómo organizar un argumentario sólido. En lo primero es más difícil que te podamos ayudar… así que vamos a centrarnos en esa segunda parte.

Porque no estamos hablando sólo de la presentación de la empresa, sino de cómo vamos a argumentar en las diferentes situaciones que nos encontremos de manera habitual en nuestros clientes.

Vamos a profundizar en 3 puntos clave para este tema: Cuántos argumentarios debo tener, cómo los puedo mejorar y qué herramientas me pueden ayudar a reforzar el mensaje.


Aquí el Café con Ventas en el que profundizamos en este tema:

Café con ventas #16 – Cómo mejorar el argumentario comercial

¿Cuántos argumentarios debo tener?

Lo más típico ante esta pregunta es creer que deberíamos tener 1 argumentario general de la empresa (la presentación) y 1 para cada producto o servicio que ofrecemos.

Sin embargo este enfoque no da los mejores resultados.

Primero, porque no vamos a vender igual a los distintos tipos de clientes (distribuidores, fabricantes, centrales de compra, clientes finales…), ni dentro de estos clientes a los diferentes perfiles con los que podamos tratar (no daremos el mismo mensaje al gerente que al responsable de IT o al de PRL), por lo que esa presentación de empresa debería tener variaciones.

Y segundo, porque el enfoque por productos tiene poco sentido a la hora de argumentar. Al cliente no le importa tu producto, sino los problemas que le resuelve o lo que le ayuda a conseguir. Por eso en vez de preparar un argumentario para cada producto (o familia), tiene más sentido plantear un argumentario por cada situación que puedan estar viviendo los clientes de forma habitual y desde ese enfoque introducir los diferentes productos que den solución o entre los que pueda elegir el cliente.

Para entender el proceso con el cual llegamos a definir qué líneas argumentales preparar, os recomendamos ir al blog en el que explicábamos cómo definir estas líneas argumentales, apoyándonos tanto en los arquetipos de cliente como en el SPIN.

Y sí, de nuevo cobra relevancia el SPIN, ya que el argumentario que podamos tener preparado para ciertas situaciones va a multiplicar su efectividad si es el cliente quien expresa primero que está viviendo esa situación. Por eso incidimos siempre en respetar la estructura de las reuniones, sobre todo en esa 1ª reunión con un cliente potencial.

¿Cómo mejoro el argumentario?

Una vez tenemos escrito lo que queremos decir, conviene revisar si este texto puede mejorarse para ser más efectivo, para transmitir mejor al cliente la sensación con la que realmente queremos que se quede.

Esto es lo que llamamos los enfoques del argumentario y en particular revisamos el texto desde 4 enfoques, es decir, 4 puntos de vista que nos aseguren que realmente vamos a conseguir lo que queremos con esas palabras. Estos enfoques son:

Enfoque de influencia

Recurrimos a Cialdini para comprobar qué principios de influencia (coherencia, autoridad, escasez…) pueden mejorar la capacidad de nuestro texto para influir en el cliente.

Enfoque de credibilidad

Repasamos también los 5 factores para generar confianza (números, logros, alianzas…), de cara a aumentar la credibilidad que estamos transmitiendo.

Personas satisfechas por el nivel del servicio indicado con un corazón

Enfoque emocional

Para despertar emociones en el cliente, lo primero es saber qué emoción queremos despertar (ira, alegría, sorpresa, asco, tristeza, miedo). Dependiendo del foco de nuestro argumento, nos puede interesar una u otra.

Enfoque de deseo

Es importante reflexiona sobre qué nivel de la pirámide de Maslow estamos trabajando, para poder adaptar el mensaje en función de si es una motivación fisiológica, de seguridad, social, de reconocimiento o de autorrealización.

¿Qué herramientas ayudan a redondear el argumentario?

Para terminar de apoyar nuestro discurso, tenemos otras opciones más allá de las palabras que nos pueden ayudar mucho y que debemos tener preparadas también con anterioridad.

Alguna de las herramientas más eficaces son:

Estudios de tendencias

Casos de éxito o ejemplos similares

Elementos visuales

Ya sea una presentación de Power Point, un tríptico o un vídeo, el respaldo visual puede reforzar nuestros mensajes y mejorar el impacto que conseguimos, tanto a nivel de atención como de comprensión. Puede ser desde información del producto hasta una infografía del proceso de uso o de compra.

Resultados con clientes

Los testimonios de clientes y los resultados conseguidos con ellos pueden ser un argumento muy sólido, además de abrir la puerta a que el potencial cliente hable con alguno de nuestros clientes satisfechos y fomentar así la prescripción.

Mostrar el producto

Enseñar el producto físico o una demo facilita que el cliente se imagine utilizándolo en su día a día y que aprecie la calidad del mismo. Ahora bien, debemos tener claro que la demo enseña, pero no vende. Es un apoyo más dentro de nuestro argumentario, no un argumento en sí mismo.

Estudios de tendencias

Contar con estudios, a ser posible del sector del cliente, nos posiciona como expertos y puede dar pie a explicar ciertas partes del producto o servicio que son importantes para el cliente.

El paso a paso del vendedor para conseguir nuevos clientes

Ya hemos hablado en diferentes post sobre la captación de clientes y los aspectos que afectan a la venta nueva, aunque lo cierto es que no habíamos hablado todavía de la visión más global de la misma. De hecho, el blog de hoy va a estar lleno de referencias a otros artículos porque es aquí donde confluyen.

Nos vamos a centrar en el proceso PROACTIVO de captación de clientes en venta consultiva B2B. Esto quiere decir que no vamos a hablar de un funnel de ventas en el que dibujamos los pasos que tiene que seguir el cliente para llegar a comprar, sino que vamos a dibujar los pasos que tiene que seguir el comercial para llegar a vender.

Lo que tiene que hacer el comercial en la calle.

Y que podemos resumir en 5 pasos que vamos a desglosar a continuación.

Paso 1: Prospección de información sobre el cliente

Lo primero de lo que debe disponer el comercial, a ser posible facilitado por la empresa, es de un listado de clientes potenciales que respondan al perfil de empresa que queremos como cliente.

Esto, por supuesto, conlleva haber hecho los deberes y tener información sobre el tipo de empresas que sabemos que pueden necesitar nuestro producto/servicio y que nos dejan una rentabilidad interesante.

La información básica que necesito conocer es:

Segmentos de interés

Qué tipo de empresas son las que queremos contactar, pueden ser especialistas en ciertos productos, grupos de compra, empresas de cierto sector, etc.

Tres personas

Datos fríos y calientes

Dentro de estos segmentos, debemos saber perfilar cuáles son las características a cumplir por la empresa para que nos resulte interesante. Más información en este artículo.

Perfiles decisores

Una vez perfilado el tipo de empresa que es interesante como cliente, debemos saber con quién tenemos que hablar, quién decide. Profundizamos en este punto aquí.

Si contamos con esta información, es cuando ya podemos acceder a distintas plataformas que venden bases de datos de empresas y descargar un listado de clientes potenciales (explicado en este vídeo paso por paso) con el que el comenzar a prospectar.

La prospección, básicamente, consiste en verificar que aquello por lo que nosotros hemos considerado en primera instancia que empresas de esas características podían interesarme, se cumple en cada caso concreto. Tanto para verificar cierta información que ya hemos podido encontrar por internet como para conocer otra que haya que preguntar directamente.

De esta manera, si considero que las empresas de +20M€ de facturación, con +100 empleados en cierto sector son interesantes porque tienen equipos dedicados a una tarea concreta (imaginemos ciberseguridad), lo primero que tengo que confirmar es que efectivamente cuentan con ese equipo, porque si no no tiene sentido poner una reunión.

Esta prospección (que en ocasiones no es necesaria porque ya tengo claro que es un perfil de cliente potencial) se puede hacer por diferentes medios, pudiendo encontrar mucha información en internet. Para aquello que tengamos que preguntar directamente, nos sirve tanto la acción presencial como el teléfono, siendo este último la forma más eficiente en la mayoría de ocasiones.

Paso 2: Concertar reuniones

Una vez he validado que esa empresa parece a priori interesante, debemos conseguir una reunión con el responsable para conocernos.

Ya hemos dicho otras veces que no vale con «pasarse por allí», debemos llamar previamente para concertar esta reunión y darle la importancia que se merece. Si quieres todas las razones de por qué, profundizábamos en la importancia de concertar en este artículo.

Además, debemos tener en cuenta que cuando intentemos contactar con el responsable (de nuevo el mejor medio será el teléfono), nos vamos a encontrar con un filtro. Una persona cuya labor es que a ese responsable sólo le lleguen las llamadas que de verdad le puedan interesar y, a los demás, probablemente redirigirlos a un email info@….

Es por eso que debemos tener bien preparado nuestro argumentario y saber cómo resolver las objeciones que puedan aparecer en esta llamada, tanto cuando hablemos con el responsable como cuando lo hagamos con el gatekeeper. Te facilitamos un documento con las objeciones más típicas y cómo resolverlas en este artículo.

Paso 3: Primera reunión con el cliente

Hablamos de venta nueva, por lo que esta reunión va a ser muy probablemente la primera vez que nos veamos cara a cara (a no ser que, por circunstancias, hayamos coincidido previamente o hayamos hecho la prospección presencialmente).

Ya dicen que no hay 2 oportunidades para causar una primera buena impresión, por eso es importante que conozcamos otros aspectos que afectan a la venta como las cosas que pueden perjudicar nuestra imagen, cómo transmitir credibilidad o las maneras de dar la mano. Hemos hablado de estos y otros temas en distintos artículos dentro del apartado de otros factores que afectan a la venta de nuestro blog.

Lo más importante, sin embargo, radica en entender que estamos ahí para escuchar. La clave de esta primera reunión no es lo que podamos decir nosotros, sino la información que seamos capaces de extraer del cliente, para entender dónde podemos ser de ayuda y si tiene sentido continuar con los siguientes pasos. Por eso siempre recomendamos utilizar la metodología SPIN en estas primeras reuniones. Además, el paso a paso de cómo estructurar esta reunión lo puedes encontrar aquí.

Detectar en este punto que un cliente no es foco para nosotros no es un fracaso, todo lo contrario, nos estaremos ahorrando tiempo y esfuerzo en preparar una propuesta que no iría a ninguna parte. Sin embargo, si se repite de manera habitual, sí debería servirnos de advertencia para detectar que algo no está bien en los pasos anteriores.

Además, hay que mencionar que este es el punto donde aparecerán las oportunidades. Como siempre decimos, podemos considerar oportunidad cuando el cliente ha verbalizado su interés, por lo que es en esta primera reunión donde pueden aparecer con más probabilidad. A partir de ahí, deberemos realizar la gestión de oportunidades como veíamos en este blog.

Paso 4: Presentación de la propuesta

Una vez el cliente se ha interesado en lo que podemos ofrecer, el siguiente paso es preparar la propuesta. Al estar hablando de venta consultiva y de un cliente con el que aún no hemos trabajado, es muy importante tener en cuenta que estamos preparando una propuesta, no un albarán.

No vale con enseñar lo que proponemos hacer y el precio, tenemos que recordar por qué es importante para el cliente (a ser posible con sus palabras), qué es lo que va a conseguir y cómo nosotros podemos ayudarle en ese camino.

Por supuesto y como ya hemos repetido muchas veces, la propuesta se presenta. Nada de enviarla por email o perderemos la posibilidad de guiar cómo el cliente recibe la información.

Para la estructura de esta propuesta, te facilitamos aquí una plantilla que te servirá como guía en la reunión. También explicamos en este artículo cómo presentar la propuesta paso a paso.

Lo más probable es que ya en esta reunión comience la negociación. Por tanto, aunque son pasos separados, en muchas ocasiones los realizaremos en la misma reunión.

Paso 5: Negociación y firma del acuerdo

Tras presentar la propuesta, lo más común es que aparezcan objeciones. Algunas serán más fáciles y otras más difíciles de sortear y tendremos que negociar con el cliente para llegar a un acuerdo. Como ya hemos dicho, tenemos un documento para ayudarte en este punto.

Es posible que en este punto aparezcan nuevas personas implicadas, incluso si estamos con el decisor. Esto va a suceder especialmente cuando toquemos temas estratégicos o de elevados importes para la empresa, en la que otros socios, familiares o comités pueden entrar a formar parte. En este caso y tras asegurarnos de que no sea una excusa, debemos dejar claro a nuestro contacto que podemos ser de ayuda y, si es posible, conseguir participar en una reunión con todas las partes para poder liderar la negociación.

Cuando hablamos de negociar, en absoluto hablamos solo de dinero. Puede ser que haya que añadir o quitar productos o servicios, que debamos cambiar los plazos o tener en cuenta ciertas condiciones o situaciones de las que no éramos conscientes hasta este momento.

La clave aquí es encontrar ese punto intermedio donde ambas partes estemos satisfechas y queramos comenzar a trabajar conjuntamente.

Si bien en todas las fases vamos a tener que ir lanzando cierres para llegar al siguiente paso, es sin duda aquí donde el cierre cobra mayor importancia. Hemos explicado en distintos artículos cuándo lanzar el cierre y cómo hacerlo para mejorar nuestra efectividad.

Como ya decíamos al principio del artículo, este blog es el punto donde confluyen muchas de las cosas que ya habíamos ido viendo de manera aislada y que de esta forma cobran más sentido que nunca. Te invitamos a profundizar en el resto de blogs para tener una visión completa de todo el proceso de venta nueva.

Por qué es clave realizar una reunión comercial post-verano

A todos nuestros clientes les recomendamos juntar a sus equipos comerciales tras el verano para hacer una reunión de enfoque.

¿Por qué?

Primero de todo porque tras las vacaciones la cabeza aún tarda unos días en dejar la playa y coger el maletín. Y segundo, porque el periodo de septiembre a diciembre es para nosotros el cuatrimestre más importante del año en lo que a venta se refiere.

Y no es solo porque haya que cerrar y alcanzar objetivos, es que además estos meses son la clave para empezar el próximo año teniéndolo ya encaminado o por el contrario con problemas arrastrados.

Por eso hemos querido destinar este artículo a repasar los puntos clave para abordar en la reunión de septiembre.


Como siempre, aquí tenéis el Café con Ventas en el que profundizamos en este artículo:

Análisis de la situación post verano

Septiembre es muy buen mes para analizar cómo ha avanzado el plan comercial, ya que hemos consumido 2/3 del año y podemos hacernos una idea muy clara de si estamos avanzando en línea o no con lo que esperábamos.

El análisis pormenorizado dependerá de cada negocio, si bien siempre recomendamos tener al menos estos 5 filtros en mente, comparándolos tanto con años anteriores como con el objetivo:

Evolución por segmento

Conocer las subidas y bajadas en cada segmento de clientes (cada tipo de cliente).

Tres personas

Evolución por comercial

Analizar como han evolucionado las carteras de cada comercial.

Evolución por familia

Comparar los cambios por familias o subfamilias de productos.

Evolución por zona

Investigar las áreas geográficas con mayores cambios respecto a la media.

Quesito extraido de un circulo

Evolución VR/VN

Conocer cuánto negocio ha venido de clientes nuevos o de la cartera recurrente.

Es importante que el equipo sea consciente de cómo ha evolucionado el año hasta el momento en cada uno de estos puntos para poder actuar y reaccionar a tiempo en aquellas áreas que se estén saliendo del comportamiento normal, ya sea para minimizar daños o para aprovechar al máximo una oportunidad.

Asegurar el cierre del año

Con la información anterior sobre la mesa, ya podemos saber si el año se está cerrando como esperábamos o debemos apretar en esta recta final.

El tema en este caso es que la captación no nos va a ayudar demasiado a mejorar la cifra, ya que si nuestros plazos de cierre son largos todo lo que empecemos ahora se irá para el año que viene y, aunque sean cortos, entre que cerramos el negocio y llega la facturación, los clientes que hagamos acabarán facturando 1 ó 2 meses en el año y no supondrá una gran cifra.

Lo más útil por tanto para asegurar la cifra de este año no es abrir nuevas oportunidades, sino centrarse en las oportunidades abiertas, tanto de clientes nuevos como de clientes de la cartera. Cuántas hay, de qué importe, en qué estado están y para cuándo estaba planteado el seguimiento. La vuelta de las vacaciones es muy buen momento para agitar el árbol, tanto para avanzar en las oportunidades que pinten mejor como para cerrar aquellas que por un motivo u otro se hayan enfriado.

También se pueden considerar negociaciones especiales para aquellas oportunidades que nos interese cerrar en el año (negociar no es bajar precio).

Comenzar a planificar el año siguiente

Otro punto clave es conocer cómo vamos de cara al año siguiente. Especialmente en los modelos de negocio que dependen de la captación y que tienen plazos de cierre más largos, estos últimos meses del año son clave para poder comenzar el año con buen pie.

Es por eso que ya en septiembre deberíamos plantearnos qué cifra objetivo tengo para el año que viene, sabiendo qué parte de esa cifra depende de la captación de clientes.

A esa cifra hay que sumarle conocimiento de algunos ratios importantes de la empresa:

Desarrollo comercial manos estrechándose

Ratio de cierre

De 100 clientes a los que contactemos, ¿con cuántos se termina finalmente trabajando?

Reloj marcando las 3 en punto

Tiempo hasta facturar

¿Cuánto tiempo pasa desde ese primer contacto comercial hasta la facturación?

Personas rodeando un símbolo de euro

Facturación media (VN)

¿Qué cifra supone durante su primer año un nuevo cliente que consigamos captar?

Conociendo estos datos y sabiendo a qué cifra queremos apuntar, entonces sí podemos calcular cuánta actividad necesitamos realizar durante los últimos meses del año.

A esto hay que sumarle, además, otros factores como la posibilidad de repartir de manera desigual la VN a lo largo del año. Por ejemplo, en nuestro caso particular, en Activa Ventas siempre buscamos comenzar el año con un 70-80% del objetivo de facturación ya cerrado, por lo que el final del año se convierte en un punto clave para captar esos clientes con los que haremos proyectos al año siguiente.

Y si queremos empezar con buen pie el año que viene, es importante tener en cuenta que no todo es venta nueva. La recta final de noviembre/diciembre es muy buen momento para visitar clientes habituales y plantear conjuntamente la estrategia del año siguiente en la reunión de Business Plan de la que ya hablábamos en este artículo.

Definir acciones y reenganchar al equipo

Con toda esta información de cómo va el año actual y el trabajo que quiero adelantar para comenzar bien el siguiente, podemos calcular las acciones del equipo en estos últimos meses.

En esta reunión de septiembre es importante transmitir el porqué de esta estrategia, especialmente si ha habido cambios, así como desglosarlo en trabajo diario o semanal, para que el equipo pueda hacerse una idea más exacta de la carga de trabajo y confirmar que pueden hacerle frente.

Lo primordial es que el equipo recupere el ritmo de trabajo, tanto con los clientes de la cartera como en captación.

Por eso en estos periodos postvacacionales cobra muchísima importancia la labor de seguimiento operativo del director comercial. Ese seguimiento semanal con cada miembro del equipo para verificar que las acciones se están realizando, ayudándoles a coger de nuevo la rutina.

La reunión post-verano es muy buen momento también para realizar ciertas píldoras formativas orientadas a la actividad que les estamos pidiendo. Por ejemplo, si van a tener que enfocarse en captación, puede ser una pequeña píldora sobre la estructura de las primeras reuniones con clientes o si hemos detectado ratios bajos de conversión en la reunión de presentación de propuesta, centrarla en esta parte.

¿Cómo sacarle chispas a tu CRM?

En la primera parte de este artículo (que puedes leer aquí) ya hablábamos de los aspectos teóricos del CRM: tener claro para qué lo ponemos, la filosofía que hay detrás, etc.

En este segundo artículo, queremos ir a los aspectos prácticos. Qué es aquello que debe tener un CRM para que le saques el máximo rendimiento.

Da igual si estamos utilizando como CRM una Excel, Trello o una herramienta con pago por uso, lo primero que debemos entender es que todo CRM debe contar con 3 grandes apartados relacionados entre ellos: El mercado al que nos dirigimos, las acciones que realizamos en ese mercado y los resultados que obtenemos.

Es más fácil de entender si lo pensamos al revés: Quiero ver en el CRM qué estoy consiguiendo de las acciones que realizo en los clientes a los que voy (ya sea para captación o cuidado de la cartera).

Por lo tanto, una de las claves ya de partida para que todo esto funcione bien es dedicarle tiempo a montar bien la estructura del CRM.

Sin este trabajo correctamente procedimentado, nos encontraremos problemas futuros al intentar extraer conclusiones de los resultados o en el propio uso de la herramienta.

Y como siempre, aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

Cómo incluir el mercado en el CRM

Es la parte en la que tenemos identificadas las empresas, las que son clientes y las que son clientes potenciales, así como los respectivos contactos de cada una de ellas.

Deberemos tener información clave que nos permita filtrar por tipo de empresa, por lo que la empresa nos aporta o el potencial de crecimiento entre otras cosas.

Toda la información de datos fríos y calientes que consideremos necesaria debería estar incluida aquí. Por ejemplo:

Datos fríos

-Localización geográfica.
-Cifra de negocio y EBITDA.
-Número empleados.
-Códigos CNAE/SIC/…
-Centros de relación: asociaciones sectoriales
-Año de constitución.
-Crecimiento/decrecimiento.
-Importan/Exportan.
-Ingreso previsto por operación.
-Responsables decisión, influencia.

Datos calientes

-Proceso de trabajo o de compra.
-Estrategia actual.
-Organización.
-Medios actuales (por ejemplo tecnología).
-Competencia.
-Legislación y normativa aplicable.
-Aspiraciones profesionales.
-Dificultades, problemas, necesidades.
-¿Qué quiere? ¿Por qué? ¿Para qué?
-Madurez de la organización.

No es que tengamos que tener toda esta información, sólo aquella que nos resulte relevante. Por ejemplo, podemos querer ver las empresas de entre 20M€ y 100M€ de facturación para ir a conocerles o filtrar por área geográfica las empresas de Alicante para completar los huecos en la agenda de un comercial. Si quieres saber cómo descargar listados, puedes verlo en este artículo.

Todo para tener claro dónde SÍ y dónde NO tenemos que realizar las acciones. No se trata de tener un listado lo más largo posible de empresas, sino de tener aquellas con las que queremos que el equipo comercial realice acciones.

Cómo incluir las acciones del equipo en el CRM

Debemos poder reflejar y recoger en el CRM las diferentes tipologías de acciones que hayamos definido en nuestro plan, tanto para trabajar la venta recurrente como la venta nueva.

Acciones que posteriormente nos permitan medir el ritmo y la calidad con la que estamos trabajando vs el plan inicialmente establecido. Aquí recogeremos principalmente tareas, llamadas y reuniones y deberíamos tener tipificadas cada una de ellas.

Por ejemplo, si no dejamos diferenciado aquí qué reuniones son de «1ª vez con cliente nuevo», no podremos sacar conclusiones sobre el ratio de interés que generamos cuando el cliente no nos conoce.

Algunas de las claves para mejorar este apartado son:

Desarrollo comercial lupa analizando gráfica ascendente

Piensa en cómo vas a analizar

Para poder sacar conclusiones de calidad, tenemos que tener bien introducidos los datos.

Por ello es importante que esta parte de acciones nos permita separar VN de VR, ver las acciones de marketing, etc.

Quesito extraido de un circulo

Evita en lo posible el campo «otras»

Cuando no delimitamos bien las acciones, todo acaba cayendo en «Otros».

El problema es que al mezclar acciones dispares, todo lo que caiga en ese campo será dato del que no podemos extraer conclusiones.

Apuesta por la usabilidad

Si pueden ser menos, no dejes 30 opciones entre las que tenga que elegir el comercial.

Si para introducir una acción el equipo detecta que está «perdiendo» mucho tiempo, costará mucho más que utilicen el CRM.

Cómo analizar resultados en el CRM

Aquí las protagonistas son las oportunidades. Debemos tener claro que una oportunidad no es una venta, ni siquiera un presupuesto o propuesta. Una oportunidad es la verbalización, por parte de nuestro cliente o cliente potencial, de que tiene interés en nuestros productos o servicios.

Por lo tanto, siempre que el cliente verbalice interés habría que reflejar la oportunidad y nunca hay que hacerlo porque nosotros pensemos que tiene ese interés, si el cliente no lo ha expresado.

Una oportunidad es un ente vivo, es decir, no perdura en el tiempo de la misma manera que la dimos de alta el primer día. A cada acción de seguimiento o avance que hagamos en dicha oportunidad, puede haber cambios que deberíamos actualizar.

Como mínimo una correcta gestión de oportunidades debería tener información sobre:

• Fecha de creación.
• Importe.
• % de éxito.
• Fecha prevista de cierre.
• Fecha de seguimiento.

Si tenemos esta información, perfectamente podemos organizar las acciones de seguimiento con las oportunidades vivas, vigilar las oportunidades que se hayan caducado o estén próximas a ello y controlar el ciclo de aquellas que es mejor cancelar o dar por perdidas.

Algunos consejos prácticos en este apartado son:

Desarrollo comercial diana

Las previsiones no son exactas

No tengas miedo de fallar en el importe o el % de aceptación, no se trata de dar la cifra exacta, sino de tener una aproximación realista.

La regla del x3 en oportunidades

Si bien depende del mercado y del producto o servicio, nuestra experiencia nos dice que suele darse que un tercio de las oportunidades se acaba cerrando.

Pon atención a los ratios que destaquen

Si observas comerciales con ratios muy altos, asegúrate de que están metiendo todo al CRM. Si son muy bajos, analiza qué hay que cambiar.

Evita tener un cementerio de oportunidades

Para que el CRM sea útil, debemos eliminar lo antes posible las oportunidades que no están yendo a ninguna parte, para centrarnos en otras.

Lupa apuntando a una persona, evaluando

Analiza los motivos de pérdida de oportunidades

Otro de los campos clave a dejar bien delimitado es el de motivos de pérdida, para entender por qué no estamos consiguiendo ganar las oportunidades.

Con estos 3 puntos, tenemos un CRM, sea con la tecnología que sea 😊

Para llevarlo al siguiente nivel, podemos establecer objetivos que motiven al equipo y tener un módulo de estadísticas que nos devuelva información.

Si ya juntamos un Plan de acciones comerciales + una agenda de acciones de seguimiento del Plan + una metodología de trabajo en CRM, podemos tener seguro que tenemos un departamento comercial en marcha y apuntando para conseguir los objetivos marcados.

¿Qué debería tener un CRM?

Es cuanto menos impresionante comprobar las grandes lagunas que existen aún en 2024 sobre lo que es y lo que aporta un CRM, incluso en compañías que ya disponen de uno. Pero esto no es culpa de las empresas usuarias.

Muchas de estas lagunas o falta de información vienen directamente de los fabricantes o distribuidores de CRM, que utilizan mensajes de venta que confunden a los clientes.

Ya lo siento, pero no, el CRM no es “eso” que te venden diciéndote que aumentarás las ventas de tu empresa, fidelizarás clientes y lograrás empezar a trabajar con clientes nuevos. Luego nos encontramos empresas desencantadas (por ser educados y finos expresándolo) con su CRM, porque lo implantaron para poder vender más y no están vendiendo más.

Un CRM no es una barita mágica que lo implantas y a vender. Esto lo podrás conseguir si tú y tu equipo tenéis actividad comercial y, a poder ser, bien definida y bien ejecutada.

Un CRM es y debería ser una herramienta que te ayude en la gestión y supervisión de dicha actividad y sus resultados.

En este post queremos contaros 4 claves importantes sobre los CRM (y en el siguiente veremos cómo sacarle chispas al CRM 😊).

Te dejamos además el Café con Ventas en el que profundizamos la temática CRM:

Por qué y para qué pongo un CRM

Lo primero que debería plantearse tanto por la parte usuaria como proveedora es para qué quiero un CRM, ya que la inversión será alta y el esfuerzo del equipo interno también.

Es bastante habitual que, tras pasado el esfuerzo que supone la implantación de un CRM, su uso en el corto plazo se reduzca y acabe siendo mínimo por pura justificación de la inversión. Esto si no se abandona directamente la utilización del CRM.

Ni usuarios ni proveedores podemos enfocar la tecnología como un fin en sí misma, ya que no lo es. En el ámbito empresarial, la tecnología siempre es y será un medio para aquello que persiguen las compañías y esto es lo primero con lo que tenemos que ser sinceros y tener claro todas las partes.

En definitiva, antes ni siquiera de comprar/contratar un CRM, deberíamos tener MUY CLARO cual es el objetivo de implantarlo. Si no lo sabemos y no luchamos por ello, el CRM posiblemente acabe como una obligación y no una herramienta de apoyo.

Para nosotros, la clave del CRM es que nos permita tener información útil que ayude a tomar mejores decisiones y de manera más ágil. Ayudándonos además en:

Engranajes automatiza tu fuerza de ventas

Procedimentar el trabajo del equipo

Un CRM bien estructurado, sumado a la reflexión interna que hay que hacer para lograrlo, consigue que el equipo trabaje bajo los mismos criterios.

Así facilitamos la comunicación, haciendo que todo el equipo hable el mismo idioma. 

Tres personas

Objetivar el seguimiento del equipo

Disponer de los datos de actividad, oportunidades generadas, ratios de conversión, etc. de todo el equipo, permite ser mucho más objetivo en su seguimiento.

Si sumamos a esto un plan, podemos comparar los datos con el objetivo establecido.

Ascenso grafica crecimiento de cifra de negocio

Facilitar el seguimiento del cliente

El CRM es una ayuda brutal para el equipo, tanto a la hora de organizar agenda como de controlar en qué punto está cada cliente y qué se había hablado.

Esto además facilita la reasignación de carteras o entrada de nuevos miembros al equipo.

El CRM como filosofía de trabajo

Entender que un CRM atiende a una filosofía de trabajo que busca asegurar la máxima eficiencia de las acciones (metodología, cultura, disciplina, etc.), es uno de los pilares clave para acertar con su implantación.

Con esto, si no estás dispuesto a plantearte que tendrás que reorganizar, definir y seguir unos procesos, es mejor que ni te plantees empezar. El hecho de implantar un CRM en sí mismo no te va a servir de nada.

Piensa que un CRM te debería dejar plantear y trabajar cómo va a ser tu relación con las 2 partes de tu mercado: tu cartera actual de clientes actual y tus potenciales clientes. Son dos circuitos comunicados, pero totalmente distintos, que requieren de procesos de acción diferentes. Y aunque parezca mentira, muchos CRM no tienen en cuenta esta diferenciación.

Y como hemos dicho muchas veces, el equipo comercial no son solo los vendedores, sino todos los miembros relacionados con la venta.

Por ello en el CRM se debe definir cuáles son las acciones clave que haces o quieres que se hagan en cada una de las partes de tu equipo.

Tanto aquellas acciones de la parte de generación de oportunidades (MARKETING), como en la parte de transformación (VENTAS), en la parte implantación de tu producto o servicio (VENTAS/SAT) o en la parte de atención al cliente (SAC/POSTVENTA).

Del CRM a la acción

Tras madurar los puntos anteriores, posiblemente lo primero desees sea que todo tu equipo comercial (marketing/ventas/SAT/SAC/postventa) se involucre en la realización de las acciones, no solamente aquellas que demandan tus clientes y potenciales (reactivas), si no aquellas que consideras deben hacerse de forma proactiva.

La implicación de las partes debe ser máxima a la hora de reflejar su día a día, hasta tal punto, que, si la información no está en el CRM, ese “hecho” consideraremos que no existe.

Una recomendación en este punto es no conformarse con el estándar genérico de acciones que se pueden reflejar en el CRM, sino dedicar tiempo de pensar para tipificar y parametrizar cada una de ellas. Esto hará que la introducción de los datos relevantes sea más rápida y podamos evitar los largos escritos en campos de texto, que complican la extracción de información y que siendo realistas, luego casi nadie se lee.

En este punto el CRM empieza a cobrar vida, ya que tu relación con el mercado empieza a dibujarse de forma subjetiva y objetiva. Aquí se palpa la importancia de contar con un plan que poder comparar con tu realidad, tomando el control de las posibles desviaciones. Te dejamos aquí el enlace a la herramienta de ayuda para calcular tu plan comercial:

Calculadora plan comercial en Excel

Te facilitamos una herramienta para que puedas calcular de manera automática las cargas de trabajo 
de tu equipo, repartiendo mes a mes esta labor.

  • Formato Excel
  • Incluye explicación de uso

Da el primer paso para desarrollar tu plan comercial

Calculadora plan comercial excel

Controlar el dinero en oportunidades: La Venta Ficción del CRM

En modelos de negocio con ciclos de cierre de ventas medio-largos (algo bastante común en entornos B2B), el resultado a corto plazo no son las ventas, que tardarán en definirse, sino la oportunidad y el avance entre fases.

Por tanto, estaremos trabajando con la cifra de oportunidades y calculando con ello si vamos o no por el buen camino, aun no habiendo cerrado aún las ventas. Algún cliente nos ha llegado a comentar en la fase de implantación y primeros usos del CRM que eso no eran ventas, sino venta ficción.

Y efectivamente, no existen las ventas como tal todavía, es algo potencial e inicialmente tendremos que hacer un acto de fe. La clave es saber que, si no cesamos en actividad, siempre habrá un porcentaje de las oportunidades que se transformarán en pedidos. Lo que sí podemos asegurar es que si no hay oportunidades no habrá ventas.

Tendencias en ventas B2B en 2024

Para cualquiera que lleve años dedicándose a la labor comercial, es indudable que las reglas del juego están cambiando y necesitamos adaptarnos a ellas.

Fácil de entender, pero no de ejecutar, ya que estos cambios se suceden cada vez de una manera más rápida.

Es por ello que, si queremos mejorar nuestros resultados comerciales, debemos estar al tanto de las tendencias que se están llevando. Y ojo, porque simplemente para mantener los resultados actuales, cada vez más debemos trabajar en estas áreas.

La buena noticia es que, si bien ciertas herramientas concretas pueden ser más variables y tener un impacto mayor o menor, lo cierto es que las tendencias como tal son bastante estables en el tiempo, lo que nos facilita tenerlas en cuenta dentro de la estrategia de la empresa.

Vamos a resumir las tendencias que vemos y los principales cambios que hemos observado de cuando empezamos a vender hace ya más de 20 años a hoy día, en pleno 2024.

 


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

Tendencia 1: Sacar el máximo partido a la información sobre ventas

A día de hoy, disponemos de acceso a muchísima más información a lo largo de todo el proceso comercial.

Ratios de conversión, actividad del equipo, evolución en tiempo real de las ventas, porcentaje de clics, usuarios en la web, diferencia de comportamiento por área geográfica o importe de venta… podríamos nombrar cientos de datos interesantes a los que hoy en día es muchísimo más fácil acceder. Incluso datos a los que antes sencillamente era imposible.

Hace unos años, un gerente debía esperar al reporte mensual para conocer los resultados que se estaban obteniendo. Hoy en día, podemos tener a golpe de clic la evolución de cada tienda, ver si un cliente concreto está comprando en línea con su comportamiento de años anteriores o estudiar en términos objetivos el desempeño de cada miembro del equipo…

Sin embargo, acumular datos no sirve de nada. Para que se conviertan en dinero, debemos trabajar todo lo posible en estos 2 puntos.

Calidad del dato

Si queremos aprovechar esta tendencia y obtener información precisa, lo primero es tener datos de calidad.
Esto quiere decir que nos preocupemos de que todos los orígenes de datos tengan nombres comunes para la misma información, cuidar de qué información debe funcionar con campos seleccionables y pensar a priori que uso queremos darle a ese dato, para crear la base de datos con la estructura adecuada.

Analizar y utilizar la información tras el dato

Si queremos convertir el dato en resultados, debemos ser capaces de tomar decisiones con ellos. Parece obvio, pero la realidad en la mayoría de empresas es bien distinta (muchas veces por no haber realizado correctamente el punto anterior).

No vale simplemente con tener el cuadro de mandos. Hay que profundizar en la táctica y la operativa. Saber qué tiene que mirar cada miembro del equipo, cómo debe mirarlo y cada cuánto tiempo.

Tendencia 2: Equipos de venta B2B cada vez más preparados

Si bien no existe una carrera o una formación específica para ser vendedor, la realidad del mercado es que se requiere cada vez de gente más especializada.

No sirve con tener labia y don de gentes, como muchos piensan, ni siquiera con saber de ventas. La necesidad de entender el negocio de nuestros clientes para poder aportarles valor es cada vez mayor. Y también el conocimiento del producto.

Y es que el acceso a la información no se queda en el lado de la empresa, el comprador tiene acceso a mucha más información y ya no busca en el vendedor lo mismo que antes. Ahora hablamos con clientes que conocen mejor el producto y que tienen más fácil acceso a compararnos con otros proveedores. Eso nos lleva a que los vendedores sean cada vez menos importantes en la venta commodity y cobren más importancia en la venta consultiva, donde marcan la diferencia (te dejamos aquí un artículo donde explicamos los diferentes modelos de venta por complejidad y contacto personalizado).

Por eso hoy, más que nunca, insistimos en los 4 pilares que debe tener todo buen comercial de venta consultiva:

Ahora bien, no sólo son los vendedores los que se han visto obligados a dar un salto cualitativo en su profesión, los directores comerciales tienen ahora más responsabilidad que nunca, en parte debido a la tendencia de explotar el dato que comentábamos más arriba.

Es por eso que muchas de las tareas que debe hacer un director comercial, de las que hablábamos en este artículo, han aparecido o se han modificado significativamente en los últimos años.

Tendencia 3: Tecnología como parte fundamental e irrenunciable de la venta

Hoy día la tecnología llega a todas y cada una de las actividades que debe hacer un vendedor. Da igual si estamos prospectando, preparando una propuesta, siguiendo una oportunidad… hay tecnologías que nos pueden ayudar.

De hecho, la tecnología es tan omnipresente que la tendencia que está empezando a cobrar forma en ciertos apartados es el volver a lo analógico para destacar. Esa carta escrita a mano que llama más la atención que 100 mensajes de linkedin. Esa reunión cara a cara que nada tiene que ver con las video reuniones a las que ya muchos se han acostumbrado, ni qué decir con un email.

Ahora bien, la tecnología ayuda y mucho si la sabemos emplear bien. Desde nuestro punto de vista, estos son los cuatro apartados que más se están viendo afectados en 2024 por la tecnología y más van a verse afectados en los próximos años:

Análisis de la información

Hablábamos de la importancia que está cobrando el dato, pero esto tiene una derivada: la enorme cantidad de información que deben digerir las empresas para sacar conclusiones.

Las tecnologías de BI y cada vez más la inteligencia artificial nos hacen posible esta labor titánica, ayudando a procesar, mostrar de manera estructurada y extraer conclusiones.

Predicción de escenarios futuros

Ya sea para entender los ciclos (de la empresa o de un cliente concreto) o para conocer cómo determinados acontecimientos van a afectar a nuestra empresa, la tecnología nos propone escenarios que jamás se nos hubieran ocurrido.

Parece que cada vez queda menos para que las decisiones sean tomadas directamente por una máquina para asegurar los mejores resultados o. como mínimo, que todos nos apoyemos en inteligencias artificiales para tener nuevas visiones y mejorar nuestro grado de acierto.

Automatización

Un punto clave y, sin embargo, muy polémico en el ámbito de las ventas. Y es que tendemos a confundir la automatización con los mensajes en automático. Con poder contactar a más y más gente con un mensaje que pueda sonar a personalizado.

No nos referimos a eso, hablamos de la automatización de los pedidos, el nurturing, el leadscoring, control de stocks, en general la posibilidad de reducir al mínimo las acciones repetitivas para el comercial y mejorar la experiencia del cliente controlando y personalizando las interacciones. 

Es importante en este punto que valoremos qué acciones que se inician en automático pueden requerir de la intervención humana, ya que la falta de una persona en el momento indicado puede tirar por tierra todo lo demás.

Comunicación

En este punto debemos ser muy cuidadosos, ya que la tecnología nos permite hacer a día de hoy cosas inimaginables hasta hace poco, con chatbots que responden de manera natural e incluso llamadas de voz cada vez más logradas. Sin embargo hay una fina línea entre lo que aporta valor al usuario y lo que es percibido como una despersonalización (muy relacionado con el punto anterior).

Además, si nos centramos en el mundo B2B, la tecnología ha permitido una comunicación directa con el cliente final que antes no existía en muchos casos y que debemos aprender a gestionar. Es aquí donde tenemos que decidir cómo usar esta comunicación directa con el cliente final para crear un escenario en el que tanto este como nuestro cliente directo estén satisfechos.

Principios de influencia de Cialdini aplicados a ventas

Conseguir influir o persuadir en la decisión de los clientes es el objetivo de cualquier vendedor.

Y ojo, que decimos influir, no manipular. Es decir, que el vendedor debe buscar orientar la decisión del cliente buscando el beneficio de ambas partes, no sólo el suyo.

Al hablar de influencia, es obligatorio hablar de Robert Cialdini, cuya obra «Influence: The Psychology of Persuasion» ha transformado la manera en que entendemos y aplicamos la persuasión en ventas.

Por eso hoy vamos a dedicar el blog a profundizar en los 6 principios de la influencia que estableció Cialdini, aplicándolos a casos reales que nos encontramos en ventas B2B. Los 6 principios de influencia, también llamados principios de persuasión, son:

  1. Coherencia.
  2. Reciprocidad.
  3. Aprobación social.
  4. Autoridad.
  5. Simpatía.
  6. Escasez.

Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

Principio de influencia 1: COHERENCIA

Este primer principio de influencia de Cialdini dice que tendemos a defender las posturas que ya hemos expresado en público hasta más allá de lo razonable.

A todos nos pueden venir decenas de situaciones propias y ajenas en las que lo hemos visto, ya que esta es la razón por la que continuamos discusiones incluso cuando ya nos hemos dado cuenta que no llevamos razón. 

Por eso la mejor manera cumplir con tu dieta es decirle a todo el mundo que estás a dieta, porque cuando hemos verbalizado que somos/hacemos algo, es mucho más probable que realmente lleguemos a hacerlo.

Es por este principio de coherencia que nunca debemos ser nosotros quienes saquemos las problemáticas del cliente a relucir. Si lo hacemos, acto reflejo buscará la manera de defender las decisiones que ha tomado.

Del mismo modo, si conseguimos que el cliente verbalice una motivación o un problema e incluso que reflexione sobre qué conseguiría quitándose ese problema, será mucho más propenso a querer solucionarlo, por eso el método SPIN funciona tan bien y por eso cuando parafraseamos recibimos menos objeciones.

Principio de influencia 2: RECIPROCIDAD

Según Cialdini, tratamos a otra persona en función de cómo percibimos que esa persona nos trata a nosotros. Es decir, nuestro comportamiento con los demás va a determinar en gran medida el comportamiento que vamos a recibir de estos.

Si somos muy serviciales o autoritarios, si apoyamos desinteresadamente o buscamos solo nuestro beneficio, si nos preocupamos del resultado del cliente o solo del nuestro, todo va a afectar a cómo los demás se comporten después con nosotros.

Es por este principio de reciprocidad que siempre recomendamos tender la mano y estar abiertos a hacer favores.

¡Pero cuidado! En la práctica no sólo funciona devolviendo lo mismo que damos. Si tratamos a alguien como un superior y él nos trata como inferiores, también hay reciprocidad, como sucede en la dialéctica del amo y el esclavo de Hegel. Por eso ser en exceso servicial, poniendo al cliente muy por encima, nos perjudica.

Principio de influencia 3: APROBACIÓN SOCIAL

Aunque a todos nos gusta pensar que somos pensadores independientes, son muchos los estudios que demuestran la enorme influencia que tiene la opinión de los demás sobre nuestras elecciones. El más conocido probablemente sea el experimento de Asch, donde un grupo de cómplices buscaba elegir mal a propósito para cambiar la opinión del participante real.

Somos seres sociales y buscamos continuamente el sentimiento de pertenencia a un grupo y todos alguna vez hemos dicho algo o tomado una decisión buscando esa conformidad con el grupo.

Es por este principio de aprobación social que tomamos ciertas decisiones en función de las puntuaciones en Amazon, el número de seguidores o una etiqueta de Best Seller. Es también por lo que hacernos reconocidos en determinados centros de relación puede traernos muchos clientes.

De la misma manera, tendemos a atribuir que las personas con muchos seguidores en linkedin van a trabajar mejor o decir cosas más interesantes, aunque no hayamos visto nada suyo.

Principio de influencia 4: AUTORIDAD

Los consumidores compramos más aquellos productos o servicios que son validados por una figura que entendemos de autoridad. Realmente no importa si lo es o no, sino la percepción que tiene la audiencia sobre esa figura.

La capacidad de persuasión crece en función del grado de reconocimiento y dominio de la materia que otorgamos a este interlocutor.

Es por este principio de autoridad que vemos tantos anuncios en los que nos habla alguien vestido con una bata blanca.

No hace falta que diga que es científico o médico, ese marcador somático (que es la bata) ya nos hace creer que sabe de lo que habla.

Son muchas las figuras de autoridad a las que podemos recurrir: «según un estudio de Harvard», «9 de cada 10 dentistas», «como decía Steve Jobs»…

Principio de influencia 5: SIMPATÍA

El poder de persuasión que alguien tiene sobre nosotros aumenta cuando esa persona nos “gusta” o nos agrada.

Las personas a las que atribuimos éxito, buena presencia, buenos modales, atractivas, simpáticas… son capaces de conseguir persuadir con mayor facilidad. Y lo mismo pasa con las marcas que nos gustan, tanto a nivel estético (buen branding, packaging, etc) como en otros niveles de simpatía (compartir valores, mensajes, etc).

Es por este principio de simpatía que las marcas ya no buscan compradores, sino “fans”.

El vínculo que podemos desarrollar con una empresa / persona con el que compartimos valores, luchas u objetivos va mucho más allá del producto o servicio.

Del mismo modo, es el principio de simpatía el que hace que veamos continuamente personas famosas y personas sexualmente atractivas anunciando productos.

Principio de influencia 6: ESCASEZ

Las personas tienden a valorar más aquello que perciben como escaso o exclusivo. No importa si realmente lo es o no. El punto es que cuando algo es catalogado como sólo accesible para muy pocos, inmediatamente despierta el deseo.

Es por este principio de escasez por el que deberías perder el miedo a subir los precios. Decir que no a ciertos clientes hace que seamos percibidos como más valiosos.

Las reservas con meses de antelación, el acceso por invitación o los aforos limitados son algunas estrategias que aumentan el valor que percibimos de un producto.

Es un principio muy utilizado por marcas como Rolex o Ferrari con tiradas limitadas, accesos exclusivos, etc.

7 cagadas en ventas típicas de emprendedores

Sin ventas, no hay negocio que sobreviva. Ni hay negocio que arranque.

Cualquier negocio que se pone en marcha, por muy buena idea que sea, por muy buen equipo que tenga, no va a perdurar si no se transforma en ventas.

Por ello, es importante conocer cuáles son las cagadas que más habitualmente lastran el potencial de venta de un negocio cuando está arrancando. Y ojo, porque muchas las encontramos también en empresas más consolidadas.


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:


Cagada 1: Prejuicios que causan perjuicios

En el mundo comercial, existen pensamientos que frenan la acción y el resultado comercial por entender como ciertos, comentarios o frases que en realidad no lo son. Simplemente, de tanto oírlo las creemos como ciertas.

Algunas de las más típicas son las siguientes y mucho cuidado porque las tenemos grabadas a fuego:

«Un buen producto se vende solo»

No, no y no. Por muy bueno que sea tu producto, la labor del vendedor es fundamental. De hecho, buenos vendedores con productos mediocres venden mucho más que malos vendedores con grandes productos.

«Los comerciales crean necesidades»

No, los comerciales no crean nada. El comercial está ahí para ayudar a identificar necesidades y lograr que el cliente sea consciente de las implicaciones de su situación y lo que podría lograr resolviéndolo.

«Saber vender es saber manipular»

Debemos aprender a diferenciar la manipulación y la influencia. Cuando influimos no sólo pensamos en nuestro beneficio sino también en el de la otra parte, creando relaciones mucho más sólidas.

«Alguien importante no te atiende»

Si tienes bien identificado quién es el decisor de compra para tu producto o servicio, independientemente de cuál sea su cargo, podemos asegurar que una parte de su trabajo es atender proveedores, por lo que la clave está en cómo destacar para que quieran atendernos.

«Vender es hacer puerta fría»

Tendemos a pensar en los vendedores como personas que van recorriendo un polígono puerta por puerta. Sin embargo, los buenos vendedores tienen perfectamente delimitado quién es su cliente ideal y sólo se dirigen a éstos, concertando las visitas antes de ir.

«Vendo humo, por eso es más difícil»

Esta frase se suele escuchar en el mundo de los servicios, echando en falta la tangibilidad del producto físico y pensando que ahí está la clave de la venta, lo que lleva a acabar haciendo demos (¡error!). La clave está en comprender el negocio y hablar en esos términos.

Cagada 2: Enamorarse de la idea

Son muchos los emprendedores que se encierran en su burbuja de realidad y creen tenerlo todo controlado porque el producto/servicio responde a lo que ellos quieren. Aquí va una realidad incómoda que muchos deberían recordar más a menudo:

No importa lo que tu quieres, importa lo que quieren tus clientes.

Aunque ojo, porque hay emprendedores tan sumamente enamorados de su idea que ni siquiera son conscientes de que lo están y piensan que es algo que va a encantar a todo el mundo, que todos querrán comprar. Aquí va otra realidad incomoda de asumir en los inicios:

No todo el mundo es tu cliente. 

De hecho, respecto a esta última frase, es mejor un mercado relativamente pequeño y bien segmentado, donde somos capaces de «poner cara» a nuestros clientes, que un mercado enorme y heterogéneo, donde nunca vamos a poder determinar si lo que está fallando es el producto en sí o que no se ha dirigido a las personas adecuadas.



Cagada 3: No saber defender el precio.

Para poder defender un precio lo primero es tener claro cuál es el valor que nuestro producto/servicio aporta al cliente. Para ello, debemos tratar de huir de hablar de las características del producto/servicio y transformarlo en Ventajas y Beneficios para el cliente.

CARACTERÍSTICA: lo que es o lo que tiene.

VENTAJA: lo que te permite eso que es o tiene mi producto/servicio.

BENEFICIO: lo que obtienes gracias a lo que te permite eso que es o tiene mi producto/servicio.

Este cambio de chip es fundamental para aprender a defender el precio, ya que el foco de la conversación dejará de estar en «lo que es» (3 horas, una pieza…) para centrarnos en «lo que aporta», comparando el precio con lo que el cliente va a ganar gracias a obtenerlo.

Además, para terminar de afinar con nuestro mensaje, deberíamos tener muy claro en qué parte del negocio del cliente aportamos valor, posicionándonos en este cuadrante:



Cagada 4: Venderle a cualquiera

Esta es una de las cagadas más difíciles de solucionar, ya que inicialmente tendemos a ver como un éxito cualquier venta que realicemos. El cerebro libera dopamina y es imposible no sentir ese subidón de «¡Está cerrado!», cuando en realidad quizá deberíamos preguntarnos «¿Es este el cliente que quiero?».  Y créenos, no quieres a cualquiera como cliente (¿y si no paga? ¿Y si te requiere tanto tiempo que acabas perdiendo?).

Copar la capacidad productiva de una empresa con clientes poco rentables no sólo hace que perdamos dinero, nos quita además la oportunidad de trabajar con otros clientes más estratégicos (por imagen de marca, relación en el tiempo, etc).

Para no venderle a cualquiera, deberíamos diferenciar 2 situaciones típicas:

CUANDO VIENE EL CLIENTE: Si han venido a nosotros preguntando por nuestro producto/servicio, antes de lanzarnos de cabeza a vender, tenemos que tener claro el BANT (es decir, si esa persona puede pagar, puede decidir, tiene la necesidad y estamos hablando de los mismo tiempos). Te lo desarrollamos más en profundidad en este artículo sobre BANT. Y tras tener claro esto viene la segunda parte, aprender a decir que NO.

CUANDO VAMOS NOSOTROS: En este caso la cosa cambia, ya que no hay un interés previo. Pero si nos centramos en el no venderle a cualquiera, la clave es entender que las ventas no dejan de ser relaciones entre personas. Por tanto, debemos conocer e identificar los perfiles decisores e influyentes en cada una de ella, para dirigir nuestros esfuerzos a la hora de vender a la persona correcta y evitar vender a la primera persona que nos atiende.

Y, aunque no sea como tal «venderle a cualquiera», aprovechamos para mencionar también un error muy común relacionado: crear una alta dependencia de un cliente concreto (o dos, o tres…), de los cuales dependemos enormemente en facturación y hacen que estemos atados de pies y manos para las negociaciones y, además, suponen un enorme problema para cubrir ese hueco cuando se termina la relación comercial.



Cagada 5: No elegir bien el tipo de venta y el canal

A la hora de definir nuestra estrategia de ventas, debemos tener claro el tipo de venta que debemos utilizar. Ya hablábamos de esto en otro artículo en el que profundizábamos en cómo enfocar la venta de tu producto, definiendo los 4 modelos de venta que existen (consultiva, relacional, focalizada en cierre o commodity). Puedes leer el artículo completo aquí. Si sabemos dónde situarnos, nos podemos encontrar en alguna situación en la que estamos tratando de “matar moscas a cañonazos” o “vender el pan con venta consultiva”.

También es necesario tener claro el canal por el que tenemos que llegar a nuestro cliente, antes de iniciar cualquier actividad comercial. De esta manera nos ayudará a entender qué actores clave van a estar implicados en el proceso y cómo va a ser la relación con el cliente.



Cagada 6: No tener una mínima planificación comercial

Ya no decimos tener un plan comercial completo como el que explicamos en el artículo de cómo realizar un plan comercial paso a paso. La situación más habitual entre las startups es ni siquiera disponer de un plan de acciones o un cálculo de unidades/proyectos que debemos vender para poder decir que nuestra empresa sigue adelante.

Lo habitual es ponerse a vender a golpes de necesidad de facturación, es decir, cuando la producción no está copada y comenzamos a verle las orejas al lobo.

Identificar las acciones que debemos realizar en marketing y en venta será clave para ayudarnos a tener un calendario que nos permita poner en marcha la rueda de las oportunidades, siendo estas el origen de cualquier venta que queramos conseguir.

Y, como dato al aire para empezar, si no conoces los ratios exactos que vas a obtener, te recomendamos calcular un «por 3» en oportunidades. Es decir, que si quieres facturar 200.000€ en el año, tendrás que generar 600.000€ en oportunidades, ya que 2 de cada 3 terminarán no saliendo adelante.



Cagada 7: Tener miedo al cierre

La venta es un proceso y, como en todo en proceso, tiene que haber avances. El tema es que solemos tardar en darnos cuenta que, para provocar esos avances, necesitamos lanzar cierres.

Si antes de salir a vender, hacemos un esfuerzo para identificar las posibles objeciones que nos pueden poner los clientes y elaboramos un mensaje de cómo tratar cada una de ellas, iremos a vender más y mejor preparados, perdiendo el miedo a que el cliente me pueda decir «es que es caro», «no tengo tiempo», «lo tengo que hablar con…» y un largo etcétera.

Si quieres profundizar más en esta parte de las objeciones y conocer cómo responder a cada una de ellas, te recomendamos descargar el documento que preparamos con las objeciones más típicas en B2B.

Metodología Design Thinking aplicada a ventas

Lo primero que hay que dejar claro es que el Design Thinking no es solo una metodología para diseñadores.

Es un enfoque estratégico que pone al usuario en el centro, transformando la manera en que las empresas desarrollan productos, servicios y procesos. Lo importante es, ante todo, partir de una necesidad.

Esta filosofía es fundamental no solo para los equipos de innovación, sino para todos los departamentos de una empresa y, por supuesto, vamos a estudiar las repercusiones que tiene en ventas.


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

¿Qué es el Design Thinking?

Básicamente, se trata de un proceso estructurado para llegar a soluciones innovadoras en nuestro mercado.

Es el más conocido de todos los procesos de innovación y estos es debido a su enorme éxito en las mejoras incrementales. Es decir, en llegar a innovaciones dentro del producto y mercado en el que ya estamos trabajando.

Se trata de poner, de manera ordenada, todo lo que el sentido común nos dice que hay que hacer si queremos reducir el riesgo en las innovaciones que vamos a lanzar, asegurándonos de que los usuarios quieran realmente estos cambios.

Y, si bien lo podemos encontrar representado de muchas maneras, vamos a quedarnos con la de los 2 rombos, que ayudará a entender de lo que estamos hablando:

Como vemos, lo primero (y en contra de lo que muchos quieren defender) es decir que el Design Thinking no sirve para todo. Es un procedimiento estupendo para llegar desde un reto que tenemos identificado (por ejemplo mejorar el servicio al cliente) hasta una solución que lancemos al mercado.

Requerirá de hacer cosas antes, para saber hacia dónde nos queremos dirigir y no caer en la parálisis por análisis. También habrá que hacer cosas después, ya que otras metodologías como Lean StartUp son mucho más útiles cuando se trate de iterar y cambiar foco de la solución a la que hayamos llegado.

Y, como ya adelantábamos antes, esto va de sentido común:

  • En el primer rombo queremos detectar cuáles son las oportunidades a las que debemos enfocarnos, para lo cuál primero investigaremos sobre la competencia, los usuarios y clientes, las tendencias del mercado y la propia empresa, para analizar después toda la información recogida y sacar a relucir los puntos débiles y las oportunidades de mejora.
  • El segundo rombo busca generar soluciones que saquen partido a esas oportunidades detectadas, para lo cual deberemos generar ideas, filtrarlas y desarrollar las más adecuadas, prototipando y testeando estas soluciones para llegar a la mejor solución.

¿Cómo se relaciona el Design Thinking y las ventas?

El departamento de ventas está tremendamente ligado al proceso de diseño, en 3 sentidos principales:

Como agente activo en el proceso

Estamos hablando de un procedimiento que pone al usuario en el centro y donde debemos conocer en profundidad a nuestros clientes. Para esta labor, la participación del departamento comercial es vital, ya que son quienes mantienen un contacto regular con clientes y quienes mejor van a poder empatizar con las situaciones que viven estos.

Como beneficiario de las soluciones

Crear soluciones que responden a necesidades reales del mercado, expresadas por los usuarios y por las cuales están dispuestos a pagar, facilita enormemente la labor del equipo comercial, que tendrá el argumentario de ventas prácticamente creado por los propios compradores durante el proceso de desarrollo de las nuevas soluciones.

En la relación con el cliente

Entender profundamente sus necesidades puede llevar al desarrollo de ofertas que satisfagan de manera más precisa sus expectativas, aumentando la satisfacción y fidelización. A largo plazo, esto no solo mejora la relación con los clientes sino que también impulsa la rentabilidad mediante la creación de valor real y percibido.

¿Qué herramientas del Design Thinking son útiles en ventas?

Cuando decimos que el Design Thinking está muy relacionado con las ventas no es por decir. Son muchas, muchas, muchas las herramientas que nos van a ayudar a vender más y que se utilizan en el proceso de innovación. Algunos ejemplos que os invitamos a investigar más en profundidad:

  • Cliente fantasma: Hacernos pasar por clientes en un negocio puede darnos muchísima información. Este método se utiliza tanto para conocer lo que hace la competencia, tener una visión objetiva del trato que reciben los clientes en nuestra propia empresa o conocer mejor a nuestros clientes cuando nos dirigimos a B2B, entendiendo como tratan ellos con sus clientes.
  • Testeos de producto: Visualizar cómo los clientes interactúan con nuestro producto/servicio y que nos verbalicen lo que están haciendo y por qué, no solo nos da ideas para mejorar el diseño, sino para mejorar la manera en la que ponemos en valor y explicamos el producto.
  • Entrevistas/Focus Group: Hablar con nuestros clientes olvidándonos por un momento del foco comercial y centrándonos por completo en ellos, en lo que necesitan y las problemáticas que se encuentran, nos ayudará a mejorar nuestra manera de comunicarnos y a crear un clima de confianza en el que el cliente se sienta cómodo.
  • Arquetipos de cliente: Ya hemos hablado en otros artículos de la importancia de este punto y todo lo que nos puede aportar conocer las motivaciones y problemáticas de nuestros clientes.
  • Journey Map / Service Blueprint: Desglosar todos los pasos por los que pasa un cliente cuando disfruta de nuestro servicio y conocer dónde podría mejorar su experiencia nos da muchísima información para orientar mejor nuestras reuniones comerciales.
  • Posicionamiento frente a la competencia: Tener una visión clara de cómo nos posicionan los clientes frente a cada uno de los competidores principales, entendiendo en cuáles de los puntos que más valoran estamos por encima o por debajo.
  • Test A-B: Este tipo de testeo, que nos permite comparar los resultados obtenidos entre 2 variaciones que pretenden el mismo objetivo, es súper útil para los mensajes de venta o marketing, pudiendo validar cuáles llaman más la atención, consiguen mejores transformaciones o hacen que el cliente se abra más con nosotros durante la reunión.

Y todo esto, sin tener en cuenta todos los datos que nos puede aportar el Design Thinking sobre las ventas de la empresa, ya que una fase de investigación bien realizada se centrará en entender qué productos están subiendo o bajando y por qué, que peticiones de los clientes no estamos pudiendo atender y los motivos, qué reseñas dejan los clientes y dónde existen quejas o devoluciones, dónde está habiendo falta de stock que repercuta en no poder dar servicio, qué diferencias encontramos por áreas geográficas… ¡y un larguísimo etcétera!

Mejor estructura en reuniones con clientes recurrentes

Hace unos días compartíamos la importancia que tiene tener una estructura de trabajo que nos ayude a ser eficientes. Y hablábamos de cuáles eran las reuniones clave para el circuito de venta nueva (VN) o captación de clientes nuevos.

Esta vez, nos vamos a centrar en el circuito de venta recurrente (VR) o mantenimiento y crecimiento de los clientes existentes.

Y vamos a profundizar en las 2 reuniones que sí o sí deberíamos hacer con nuestros clientes.

Antes de nada, 2 puntos importantes para recalcar:

  1. El foco de actuación recomendado para este tipo de reuniones, es trabajando en entornos B2B y con clientes de repetición.
  2. Tenemos que tener hecho un estudio de nuestra cartera de clientes habiendo obtenido una clasificación ABC de Nivel de Servicio de los mismos, como explicábamos en este post.

Por tanto, partimos de que tenemos clasificados a nuestros clientes y sabemos que no con todos vamos a hacer las mismas acciones. Para aquellos clasificados como «A» o «B», recomendamos estas reuniones:


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Reunión de Balance Anual o Business Plan 

¿Cuál es el objetivo de la reunión de Business Plan?

Esta reunión es la clave para dibujar, mano a mano con el cliente, qué es lo que queremos conseguir de manera conjunta para el año entrante. Para ello, queremos conseguir:

  • Hacer ver al cliente la importancia que tiene para nosotros.
  • Profundizar en el negocio que podemos suponer para él.
  • Delimitar cifras concretas y realistas hacia las que queremos apuntar.
  • Planificar consumos y acciones a realizar.

Preparación de la reunión

  • Estudio evolución de consumos en el ejercicio, frente a objetivos y año anterior.
  • Identificar hitos relevantes: situaciones especiales, proyectos, retos conjuntos, etc.
  • Estudio Incidencias y tasa de resolución.
  • Revisar condiciones económicas/servicio y preparar negociación.
  • Investigar potencial y preparar recomendaciones de venta cruzada productos actuales y nuevos.
  • Investigar relaciones con otras compañías sectoriales o del mismo grupo donde interese prescripción.
  • Planteamiento de acciones e iniciativas conjuntas para el siguiente ejercicio.
  • Documentar puntos en informe reunión.
  • Identificar Decisor/Influyente y concertar reunión.

Desarrollo de la reunión

  1. Entrada: Saludo y, si procede, facilitar detalle de cortesía. Interesarse por las tendencias de su sector, la evolución de su empresa y los planes a futuro.
  2. Posicionamiento: Dar feedback sobre tendencias del sector y describir de forma general la evolución y futuro de nuestra empresa.
  3. Acercamiento: Agradecimiento por la relación que mantiene con nosotros, destacarle como cliente preferente, clave o estratégico y enlazar con los hitos positivos conseguidos durante el año.
  4. Calidad:
    • Mostrar datos tales como tasas respuesta incidencias.
    • Avisar del estado controlado en caso de existir incidencias abiertas.
    • Petición de feedback (puntuado si es posible) sobre líneas de productos y servicios, así como su experiencia con nuestra empresa. Al final, posibles mejoras a estudiar.
  5. Consolidación: Mostrar evolución de sus cifras económicas conseguidas por línea de producto/servicio.
    • Felicitación por su buena trayectoria donde exista evolución de consumos.
    • En caso de bajada, preguntar para cada línea, cómo se podría recuperar el consumo y cómo podemos apoyarle para ello.
    • Preguntar por proyectos y oportunidades futuras.
  1. Upselling: Preguntar por el posicionamiento de volumen que tenemos frente al total del consumo por las líneas de producto/servicios actuales. Luego, preguntar sobre las condiciones y posibilidades de aumento.
  2. Crosselling: Preguntar de una en una por los consumos de otras líneas de producto/servicio, sean novedad o no, previamente estudiadas como con potencial interés pero que no consume. Tantear condiciones y posibilidades de incorporación.
  3. Negociación: Presentación condiciones de servicio y tarifas en función de los datos de consumo tratados facilitando opciones dentro del marco de negociación previamente estudiado.
  4. Planificación consumos: Consenso en la estimación de consumos para el próximo año en función de lo acordado para pasar a planificación asegurando plazos producción/servicio.
  5. Planificación acciones: Consenso en acciones principales durante el próximo año y agendado próximas acciones.
  6. Aprovechar, si procede, para solicitar prescripción.
  7. Cierre y despedida: Despedida y si es posible visita de la empresa o invitar a conocer la nuestra (si procede).

Siguientes pasos

Básicamente, son 2 las cosas que vamos a tener que hacer después de esta reunión y que serán de vital importancia para alcanzar los objetivos que hemos delimitado en conjunto con el cliente:

  1. Actualizar datos en el CRM:
    • Reporte reunión.
    • Agendado de acciones.
    • Ficha cliente.
    • Fechas de seguimiento.
    • Creación de oportunidades si existen.
    • Incorporación o modificación del presupuesto previsto (y del ABC, si procede).
  2. Realización de las reuniones de seguimiento del plan, tal y como se describen a continuación.

Reunión de seguimiento del Plan Anual

¿Cuál es el objetivo de la reunión de seguimiento del Plan Anual?

Nuestro objetivo en estas reuniones de seguimiento es asegurar que se esté evolucionando de la manera correcta para alcanzar la cifra de facturación y las acciones que se habían establecido como estrategia en la reunión de Business Plan.

Al tratarse de un objetivo que hemos marcado junto con el cliente, esta reunión se enfocará con un enfoque más operativo y de ayuda al cliente, ya que estamos asegurándonos de que consiga alcanzar las cifras que deseaba a principios de año.

Estas reuniones pueden realizarse de manera trimestral, cuatrimestral o semestral, según se considere para cada nivel de servicio.

Preparación de la reunión

  • Revisión de incidencias en ventas, administración y producción.
  • Revisión de pedidos en curso, plazos y fechas de expedición.
  • Revisión del estado de las oportunidades activas.
  • Preparar también posibilidades de cross que tiene el cliente/campaña.

Desarrollo de la reunión

  1. Entrada: Saludo e interés por el desarrollo del ejercicio en curso.
  2. Seguimiento: Presentar resumen cifras del cliente y su evolución respecto a los objetivos planificados en la Reunión de Business Plan (si no hemos realizado esa reunión podemos hacerlo respecto a los datos del año anterior).
    • Primero, si es el caso, centrarse en las líneas de producto/servicio cuya evolución de consumos superan lo previsto, felicitar y agradecer.
    • Seguidamente, también si es el caso, mostrar datos sobre líneas de producto o servicio con desviación negativa frente a lo previsto. En este caso, preguntar de qué forma podríamos recuperarlo.
  3. Oportunidad: Comentar las ofertas y oportunidades previstas y preguntar qué necesita por nuestra parte para que avancen. Ej. Apoyo con el cliente final.
  4. Upselling: Preguntar por previsión de proyectos nuevos a corto plazo e igualmente en qué podemos apoyarle. Aprovechar para mostrar novedades de productos o certificados.
  5. Crosselling: Posibilidades de Cross productos nuevos, no consumidos o que tengamos en campaña.
  6. Despedida: Reformular datos y acciones en las que hemos quedado, formalizando las fechas en agenda para las próximas acciones.

Siguientes pasos

Actualizar datos en el CRM:

  • Reporte reunión.
  • Agendado de acciones.
  • Ficha cliente.
  • Fechas de seguimiento.
  • Creación de oportunidades si existen.

Adicionalmente, hay otra acción que sí o sí tenemos que hacer y no requiere de hacerlo en presencia de cliente: revisar mes a mes las cifras de evolución VS año anterior y VS presupuesto estimado. Esto nos permite hacer un seguimiento mensual de la evolución de los clientes clave para la compañía.

Mejor estructura en reuniones de venta nueva

La estructura de trabajo nos ayuda a ser eficientes. Y las ventas no son una excepción.

Por eso, tanto para el circuito de venta nueva (VN) o captación de clientes nuevos como para el circuito de venta recurrente (VR) o mantenimiento y crecimiento de los clientes existentes, tenemos que conocer cuáles son las reuniones clave que debemos realizar (que conformarán el plan de acciones comerciales) y cómo debo realizar esas reuniones para mejorar sus resultados.

En este caso nos centraremos en las que para nosotros son sin duda los 2 tipos de reuniones más importantes a tener en cuenta en venta nueva (VN): 

  • La reunión de 1ª vez con un cliente potencial.
  • La reunión de presentación de propuesta.

En cada una de ellas, vamos a profundizar en los pasos a seguir para mejorar nuestras posibilidades de éxito.


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Reunión de 1ª vez con un cliente potencial

¿Cuál es el objetivo de la reunión de 1ª vez?

Esta reunión es el primer contacto, ese momento en el que el cliente nos pone cara y en el que nuestros objetivos van a ser:

  • Presentar la compañía.
  • Conseguir que el cliente nos cuente su caso para contrastar los puntos de dolor del arquetipo.
  • Hacer que nos verbalice sus problemas y sea consciente de sus implicaciones.
  • Conseguir interesar al cliente y, llegados a este punto, intentar vender.

Preparación de la reunión

Deberemos realizar una prospección de la empresa a la que vamos a visitar, para conocer:

  • Facturación, nº empleados, volumen de nuestro producto que mueven, etc.
  • Conocer nivel de especialización técnica.
  • Identificar de los perfiles decisores e influyentes.
  • Investigar perfil de clientes a los que se dirige (a qué sectores vende, autónomos o empresas, etc.).
  • Y tener claro estas preguntas: ¿A qué voy a la reunión? ¿Con qué me quiero ir? ¿Qué puedo aportar al cliente?

Desarrollo de la reunión

  1. Presentación General. Resumen en 2/3 min de lo que puede ofrecer nuestra compañía de forma general. Enlazar con las preguntas haciéndole ver que lo importante son ellos y no nosotros.
  2. Preguntas especializadas. Dejo que hable el cliente. En función del perfil de cliente, realizar las preguntas indicadas para conocer su situación y las problemáticas con las que se está encontrando, así como las implicaciones de estas.
  3. Sensibilizar con el negocio que pueden estar perdiendo. Si el cliente no lo ha expresado, profundizar en lo que podría lograr con ciertos cambios en la situación o problemas que nos ha expresado (sin entrar a vender aún).
  4. Argumentación de venta. Hablar de la empresa, de las personas y del producto/servicio que encaja con lo descubierto en el punto 2. Comentar las ventajas y beneficios de los productos. Tratar de ser nosotros los que hablamos ahora y cualquier pregunta, darle importancia y no dejar que interrumpa nuestro speech.
  5. Cierre y tratamiento de objeciones.

Siguientes pasos

Este punto dependerá enormemente de cómo haya ido la evolución de la reunión. Aquí os dejamos alguna de las preguntas más importantes que deberíamos realizarnos al salir:

  • ¿Hace falta una 2ª reunión de carácter técnico?
  • ¿El cliente está interesado en una propuesta? ¿Hemos fijado fecha?
  • ¿Debemos descartar o aplazar la siguiente acción?
  • ¿Damos de alta la oportunidad en el CRM?
  • ¿Tenemos claro el BANT?

Reunión de presentación de propuestas

¿Cuál es el objetivo de la reunión de presentar propuesta?

Conseguir que la propuesta le encaje al cliente es la clave para cerrar el proyecto. Por eso siempre, siempre, siempre hablamos de presentarla. NO ENVIAR POR EMAIL. Nuestros objetivos en esta reunión serán:

  • Recordar por qué nos pidió estar aquí otra vez, es decir, qué es lo que le interesó de nuestra propuesta de valor en la primera reunión.
  • Presentar la solución propuesta y hacer ver cómo se adapta a las necesidades que verbalizó.
  • Cerrar el proyecto.

Preparación de la propuesta y de la reunión

Si bien este apartado la trabajamos más en profundidad cuando explicamos cómo presentar una propuesta comercial. Los puntos clave de la preparación son:

  • Elaborar la propuesta incluyendo la información clave que detectamos en la reunión anterior. En este blog os explicábamos que estructura debería tener la propuesta, el contenido clave de cada punto e incluso teneis una plantilla gratuita para trabajar.
  • Preparar la documentación que vayamos a necesitar.
  • Asegurarnos de que en la reunión estarán las personas claves para la toma de decisiones.

Desarrollo de la reunión

Utilizando el documento comentado anteriormente, podemos encajar cada una de las partes que aparecen siguiendo la siguiente estructura de reunión:

  1. Anclaje. Es el momento de recordar por qué hemos vuelto, que le gustó de nuestra propuesta el día anterior y el por qué debería hacerlo.
  2. Posicionamiento. Tenemos que posicionar la compañía y hacerle ver al cliente por qué somos la mejor opción. Podemos incluir en este momento algún caso de éxito o proyecto similar realizado, que de confianza a nuestro interlocutor.
  3. Posicionar la solución propuesta. Tenemos que explicar de qué se compone la solución que hemos diseñado para nuestro cliente. En este momento de la reunión tenemos que explicar con detalle qué vamos a realizar durante el proyecto, asi como encajar un cronograma que ayude a verlo todo como una relación a medio plazo. También hay que incluir la parte económica de la propuesta.
  4. Negociación. Es el momento de hacer que suceda. Tras haber lanzado varios cierres anteriores, de poner encima de la mesa las razones del SI y las posibles razones que haya para el NO. La hoja de firma ayuda a provocar las posibles objeciones que pueda haber.

Siguientes pasos

Estas son alguna de las preguntas más importantes que deberíamos realizarnos al salir:

  • ¿Hemos firmado y hay que arrancar el proyecto?
  • ¿Debemos descartar la oportunidad?
  • ¿Hay que modificar y/o ajustar la propuesta?
  • ¿Hay necesidad de nueva reunión para negociar o implicar a otros decisores?
  • ¿Actualizamos la información de la oportunidad en el CRM?

Qué tener en cuenta a la hora de preparar el argumentario de ventas

Como comerciales, debemos tener la capacidad de hacer que nuestros clientes sean conscientes de sus problemáticas y saber mostrar las razones por las cuales somos la mejor opción para resolver esos problemas, convenciendo al cliente de que nos compre.

Y ese convencer al cliente no es una cuestión de cintura. O no solo se trata de cintura (aunque nos vendrá bien).

Para poder «salirse del guion», lo primero es tener un guion. Por eso, seamos o no de esos comerciales que tienen un don natural para improvisar y adaptarse al cliente, tener un argumentario de partida va a resultar de mucha utilidad.

Para prepararlo, vamos a diferenciar entre 2 grandes bloques :

  • La presentación inicial de la empresa.
  • Las diferentes líneas argumentales para las situaciones específicas que esté viviendo el cliente.

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¿Qué incluir en la presentación inicial de la empresa?

Lo primero es tener claro que no podemos vender la empresa igual a todos los clientes. Sin embargo, en la presentación inicial aún no hemos tenido tiempo de conocer a quien tenemos enfrente, por lo que tenemos que adaptar el mensaje a lo que sabemos que estadísticamente funcionan mejor en ese tipo de clientes.

Es aquí donde cobran de nuevo relevancia los arquetipos de clientes de los que ya hemos hablado anteriormente.

Deberemos, por tanto, tener tantas presentaciones de empresa como arquetipos hayamos determinado. Porque si somos por ejemplo un suministro industrial, no vamos a vender igual cuando vayamos a una ferretería especializada o cuando vayamos a una central de compras. Pero es que dentro de la ferretería, no hablaremos igual con el gerente que con el responsable de tienda.

Es por ello que debemos tener muy bien definidos qué segmentos de clientes tenemos que requieran de un trato comercial diferente y, dentro de estos, quiénes son nuestros interlocutores principales.

Teniendo clara esta información, el siguiente paso es cruzar estos arquetipos (con sus objetivos, motivaciones y problemáticas) con lo que nosotros ofrecemos como empresa, nuestras características (ya sean de producto, servicio, de las personas o de la empresa en sí misma). 

Cuando hacemos este cruce, encontramos qué características de la empresa ayudan a qué motivaciones o problemáticas del arquetipo. Haremos 1 cruce para cada uno de los arquetipos.

Con este cruce realizado, podemos detectar qué características son más interesantes para el arquetipo concreto con el que estamos trabajando.

En el caso del ejemplo, la presentación inicial habría que construirla hablando de las características 1, 3 y 5, que son las que más pueden ayudar con la situación que sabemos que vive.

En cualquier caso, esta presentación no debería durar más de 1,5min o 2min. Lo que nos interesa es pasar lo antes posible a realizarle las preguntas que hemos preparado para conocer al cliente, como veíamos en el artículo de la metodología SPIN Selling.

¿Qué incluir en las líneas argumentales específicas?

Tras realizar las preguntas del SPIN, ya sabremos la situación que vive el cliente y podemos argumentar por qué somos la mejor opción.

Para ello, deberemos habernos preparado previamente un argumentario para cada una de las situaciones que sabemos que vive.

-¿Tengo entonces que tener un argumentario escrito para cada una de las problemáticas o motivaciones de mi arquetipo?

-No. Solo para aquellas donde puedas ayudar.

Parece una obviedad, pero son muchas las reuniones que acaban en callejones sin salida para el comercial por haberse encaminado hacia problemas o aspiraciones de mejora del cliente para las cuales no podemos dar respuesta.

Es por ello que el cruce que hemos visto arriba nos va a servir también en este punto, clarificando para qué motivaciones o problemas podemos aportar más valor.

En este ejemplo, nos interesaría centrarnos en el Objetivo 1, las motivaciones 1 y 2 y las problemáticas 1 y 4. Prepararíamos argumentario para estas y las preguntas del SPIN deberían ir dirigidas a que el cliente exponga estas situaciones.

Además, este ejercicio de cruzar nos ayuda a saber qué ingredientes añadir al argumentario:

  • Para el problema 1: Argumentaremos incluyendo las características 1, 3 y 4.
  • Para el problema 4: Argumentaremos incluyendo las características 2, 3 y 5.

Cómo convertir las características en un argumentario comercial

Ahora tenemos los ingredientes que queremos incluir en el argumentario, pero de momento son solo características. Y el cliente no compra por las características (o al menos la mayoría).

Debemos ser capaces de hacer la evolución Característica (Lo que es/soy) -> Ventaja (Lo que permite) -> Beneficio (Lo que logras).

El valor de una propuesta queda lejos de los atributos del producto, servicio o la actividad. Tenemos que conseguir hacer ver lo que permite eso y lo que logrará el cliente gracias a tenerlo.

Ejemplo: Imaginemos que vendemos sillas.

Una característica podría ser que nuestras sillas están diseñadas por expertos en ergonomía para hacerlas lo más cómodas posible.

Una ventaja sería que evitan la fatiga muscular y previenen problemas de espalda provocados por una mala postura.

El beneficio, que es lo más interesante, dependerá de con quién estemos hablando. Para el usuario de la silla, el beneficio es que va a olvidarse de esa espalda cargada después del trabajo. Para el gerente, que sus trabajadores van a ser más productivos al evitar incomodidades y va a mejorar la percepción que tienen que de la compañía.

La clave aquí está en comprender que los clientes no nos van a comprar por las características, sino por el beneficio que les suponga. Por eso, tanto para en la presentación de la empresa como en las líneas argumentarles, debemos evolucionar esas características hacia ventajas y beneficios para el cliente. Así construiremos el argumentario.

Además, no olvidemos que todo esto hay que adaptarlo después con la información que hayamos conseguido durante la reunión haciendo las preguntas del SPIN.

Aquí recomendamos utilizar la paráfrasis o la reformulación de lo que el propio cliente ha dicho acerca de sus problemas o las implicaciones de los mismos. Todo lo que haya dicho el cliente acerca de sus problemas o motivaciones puede ser un gran aliado para vender y, por lo tanto, deberemos tener presente incluirlo dentro de nuestro argumentario.

NOTA: ¡Y ojo que esto no termina aquí! Después de argumentar, no podemos dejar que las cosas se queden en el aire, debemos lanzar el cierre. Te dejamos aquí otros artículos sobre cuándo lanzar el cierre en ventas y cómo lanzar el cierre en ventas.

¿Qué hace un director comercial y por qué es importante?

La figura de Director Comercial es clave en las compañías. Es la persona responsable de hacer que la empresa alcance los objetivos de facturación, así como de apoyar a la Dirección General en la definición de éstos.

Cuando decimos que “es la persona responsable de hacer que las ventas sucedan”, no nos referimos a que su éxito se mida en las ventas que el mismo realiza, sino más bien en la capacidad que tiene de hacer que su equipo venda. Esa es la clave, entender que el éxito del director comercial se mide por el éxito del equipo comercial al completo.

Es por ello que, a la hora de decidir la persona encargada de este puesto, es un error que el criterio se limite a «la persona que mejor vende». Que una persona sea bueno como comercial no asegura su éxito como director comercial.

Tal como entendemos el área comercial de una compañía: MARKETING + VENTAS + SAC/SAT, un director comercial es máximo responsable del área completa, pudiendo apoyarse en directores intermedios de cada uno de los departamentos nombrados.

Entendiendo que toda compañía debe tomar decisiones y actuar en 3 planos, estratégico, táctico y operativo, vamos a profundizar en cuáles serían las funciones del director comercial (o la mayor parte de estas) según dichos niveles:


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

Funciones del Director Comercial en el plano estratégico

En el plano estratégico, el director comercial toma decisiones que impactan directamente en el crecimiento y posicionamiento de la empresa. Estas son sus principales funciones:

  • Participación en la toma de decisiones estratégicas de la empresa.
  • Análisis del mercado e identificación de nuevas oportunidades de negocio.
  • Desarrollo e implementación de estrategias comerciales a largo plazo, creando planes de actuación anuales hacia los objetivos definidos.
  • Participación en la elaboración y control del presupuesto comercial anual, tanto de gasto como de venta.
  • Participación en la definición de la oferta de productos o servicios.

Estas funciones estratégicas permiten al director comercial alinear el área comercial con los objetivos globales de la empresa.

Funciones del Director Comercial en el plano táctico

En este nivel, el director comercial traduce las estrategias en acciones concretas y asegura su correcta ejecución. Estas son sus funciones tácticas más relevantes:

  • Dirección y supervisión del equipo de ventas, conforme al cumplimiento de las acciones y resultados obtenidos, apoyando y desarrollando a las personas del equipo de ventas.
  • Reporte (mensual o trimestral) a la dirección general sobre la evolución del departamento, sus integrantes, acciones y resultados por alineación con el plan anual definido.
  • Supervisión general de la correcta gestión de la cartera de clientes y prospección de nuevos clientes por parte del equipo comercial.
  • Negociación de contratos y acuerdos comerciales relevantes.
  • Formulación de políticas de precios y promociones a corto plazo, sea en forma de campañas u operaciones especiales.
  • Supervisión de la facturación y cobro a corto plazo, así como posibles incidencias por impago o retraso.
  • Coordinación con otros departamentos de la empresa.
  • Implementación de sistemas y herramientas para mejorar la eficiencia y productividad del departamento comercial.
  • Formación de los integrantes del equipo comercial.

Estas funciones tácticas permiten al director comercial garantizar que los planes estratégicos se conviertan en resultados medibles.

Funciones del Director Comercial en el plano operativo

En el día a día, el director comercial desempeña un papel clave en la supervisión y apoyo operativo. Estas son sus funciones principales:

  • De forma directa, desarrollo y mantenimiento de relaciones con clientes clave asignados (si los tiene, que recomendaríamos que si para no perder de vista la calle), asegurando la satisfacción de los mismos, la resolución de problemas a corto plazo, expansión y fidelización.
  • Supervisión operativa del equipo comercial en cuanto a la ejecución de acciones y tareas en el corto plazo.
  • Supervisión de la correcta evolución de las oportunidades del equipo comercial.
  • Seguimiento y análisis de las métricas y resultados comerciales semanales.
  • Apoyo al equipo comercial y posibles canales en operaciones relevantes o estratégicas para la compañía.
  • Evaluación del desempeño y motivación del equipo de ventas.
  • Identificación y gestión de riesgos comerciales a corto plazo.
  • Representación de la empresa en eventos y ferias comerciales relevantes.

Estas funciones operativas aseguran la correcta ejecución de las tareas comerciales y fortalecen las relaciones con los clientes.

Errores comunes a evitar como director comercial

El día a día de un Director Comercial puede traer consigo caer en errores. Aquí dejamos un resumen de los más típicos que hemos visto a lo largo del tiempo, para intentar evitar que ocurran. Deberíamos estar atentos y poner foco en estas situaciones:

Involucrarse en exceso en las operaciones diarias

Aunque es importante que el director comprenda lo que ocurre en el terreno, involucrarse demasiado en las operaciones diarias puede desviar su atención de las tareas estratégicas y de liderazgo.

Ignorar el desarrollo de cada integrante del equipo

El éxito a largo plazo de cualquier equipo de ventas depende del desarrollo continuo de sus habilidades y conocimientos. Olvidar esta parte puede llevar a una disminución del desempeño y la motivación del equipo.

Descuidar la innovación en la estrategia de ventas

En un mercado que cambia rápidamente, estancarse en las mismas estrategias sin buscar innovar puede llevar rápidamente a la pérdida de competitividad y por ende, pérdida en los resultados.

Tomar decisiones basadas únicamente en la intuición

Aunque la intuición puede ser una herramienta valiosa, las decisiones críticas deben estar respaldadas por datos y análisis rigurosos para minimizar los riesgos y maximizar los éxitos.

Parálisis por análisis

El director comercial tampoco se puede permitir caer en la inactividad del sobre-análisis de datos. La información que den los datos debe llevar a decisiones y es labor del director identificar cuáles son los datos clave a los que atender cuando haya exceso de información.

Frustrar al equipo con objetivos inalcanzables

Establecer objetivos demasiado ambiciosos puede ser contraproducente, generando un estrés innecesario y afectando negativamente a la moral del equipo, además de crear una sobrecarga a medio y largo plazo.

Cómo identificar y tratar las personalidades de los clientes

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Si eres vendedor y usas el mismo mensaje aprendido de memoria en todas tus reuniones de venta, explicado de la misma manera y siguiendo las mismas pautas independientemente de tu interlocutor, estás perdiendo clientes.

Cada persona somos un mundo, y necesitamos que se nos trate de la manera adecuada para sentirnos a gusto en nuestras relaciones sociales. Es por ello que, cuando vendemos, tenemos que adaptar nuestras formas de comunicación y saber qué tipo de persona tenemos enfrente.

Para facilitar esta labor, podemos clasificar a los clientes en 9 personalidades.

Si nos lee algún psicólogo, habrá que matizar que no son personalidades, sino perfiles de conducta que adoptamos como compradores. Sin embargo, para el resto de mortales, se entiende mejor con personalidades.


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

¿Qué contiene el documento de personalidades?

En este documento recogemos las maneras de comunicar, de actuar y los gestos que nos ayudarán a reconocer a los diferentes perfiles, así como las principales adaptaciones que deberíamos realizar para aumentar la efectividad de venta con cada uno de ellos.

Es decir, que para cada uno de los perfiles tendremos «Cómo identificarlos» y «Cómo tratar con ellos», además de una descripción general.

Hemos probado y validado que las mismas acciones pueden favorecer o entorpecer la venta dependiendo de la persona que tengamos delante, extrayendo los patrones que nos ofrecen resultados más satisfactorios para cada uno de los perfiles de compradores.

EJEMPLO:

El documento es un resumen breve y directo de cada una de las personalidades, pensado para ayudar de forma práctica en el día a día de los comerciales.

Es por eso que la recomendación es llevarlo impreso en el coche, para tener a mano la documentación en cualquier momento.

¿Cómo utilizarlo para sacar el máximo partido?

Si quieres sacar todo el partido a las personalidades hay que estudiar. Tener interiorizados los diferentes perfiles y sus conductas para ser capaces de identificarlos en pocos segundos y, a partir de ahí, saber como adaptarnos.

Es decir, que requiere de un trabajo previo a la reunión. Debo ir con los deberes hechos.

Sin embargo, para comenzar a utilizar este enfoque y ver cómo nos puede ayudar, es muy útil la reflexión posterior a la reunión.

Hacernos la pregunta: ¿Qué perfil era?

Esta reflexión nos ayudará a comprender cada uno de los perfiles y anclar personas concretas a cada una de las personalidades, facilitando la identificación posterior.

Además, es importante saber que raramente nos encontramos con una persona que sea puramente una única de las personalidades descritas.

Lo más habitual será encontrar una perfil dominante y otros 2 perfiles, que denominamos alas, como complementarios a este y que terminan de redondear cómo se comporta esa persona y cómo debemos actuar con ella para ser más efectivos.

En cuanto a cómo saber la personalidad de un cliente, os recomendamos que en las primeras ocasiones en vez de buscar cuál de las 9 personalidades «es» esa persona, descartéis primero cuáles «no es».

De esta manera, descartaremos fácilmente 5 ó 6 personalidades, llegando así a las 3 (principal y 2 alas) con las que debemos quedarnos.

Y sobre todo, ¡paciencia!

Al igual que con el lenguaje no verbal, este no es un tema instantáneo de implementar, sino que requiere de mucha práctica y será el uso continuado lo que nos permita adquirir experiencia y sacar el máximo valor.



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SPIN SELLING: La metodología para conocer a tu cliente

Antes de comenzar, vamos a diferenciar las 2 grandes vías por las que podemos llegar a reunirnos con un cliente en entornos B2B:

  • Atención de demanda: Cuando es el cliente quien viene solicitando nuestros servicios (la reunión la provoca el cliente).
  • Creación de demanda: Cuando somos nosotros los que salimos a buscar cliente nuevo (la reunión la provocamos nosotros).

Si bien el SPIN nos servirá en ambos casos, es especialmente recomendable en el segundo, cuando vamos a cliente nuevo. Para las reuniones de atención de demanda, recomendamos echar un vistazo a la metodología BANT.


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

¿Qué es la metodología SPIN?

El SPIN Selling es una metodología creada por Neil Rackham en los 90, vigente en la actualidad y utilizada por miles de vendedores en todo el mundo.

SPIN es un acrónimo que proviene de las palabras en inglés:

Estas cuatro palabras representan las etapas clave de esta metodología que busca entender las necesidades de los clientes y ofrecer soluciones que realmente les beneficien.

En lugar de centrarse en técnicas agresivas de ventas, SPIN se enfoca en escuchar y construir, haciendo partícipe al cliente en el proceso de venta desde la parte de descubrimiento y concienciación de su proceso de compra.

Después de probar muchas metodologías tanto en nuestras carnes como con nuestros clientes, podemos decir que el SPIN es posiblemente el mejor método para provocar confianza e influir en ventas B2B, haciendo que el cliente reflexione y acelere su decisión de compra por propia iniciativa en base a sus conclusiones.

Al centrarse en los problemas y deseos del cliente, la metodología SPIN no solo mejora las ventas, sino que también fortalece la lealtad del cliente y genera relaciones comerciales de largo plazo.

¿Cómo aplicar el SPIN?

Lo primero que debemos tener claro al reunirnos con un cliente nuevo es que no somos nosotros quienes debemos hablar, sino que debemos escuchar y conocer al cliente.

Por ello, antes de lanzarnos a argumentar es importante que hayamos realizado una serie de preguntas especializadas.

Y es aquí donde, como adelantábamos en el post de los arquetipos, juega un papel fundamental conocer las problemáticas y motivaciones de la persona a la que queremos vender.

Porque si sé cuáles son los puntos de dolor que suele tener un cliente y he reflexionado sobre en cuáles de estos puedo ayudarle, tendré claros qué temas de conversación quiero que aparezcan en la reunión. Y es ahí donde el SPIN me va a ayudar a guiar la reunión.

Como se puede intuir, para perfeccionar este método haciendo que sea efectivo y eficiente, es imprescindible un alto conocimiento del modelo de negocio del cliente y las problemáticas, riesgos, inconvenientes e inquietudes específicas que puede estar viviendo como profesional.

Etapas del SPIN: Situación, Problema, Implicación y Need Pay Off.

El objetivo de este primer paso es identificar y comprender la situación actual del cliente, en qué punto está y a dónde va. Con esto obtendremos una imagen completa del entorno del cliente, sus objetivos y su contexto.

Durante esta etapa, el vendedor hace preguntas preferiblemente abiertas.

Con cada respuesta del cliente debemos ir identificando las situaciones trabajadas de antemano en el arquetipo de cliente. Pueden ser nuevas situaciones que todavía no conocemos.

Ejemplos:

  • ¿Cuál es su proceso actual para [tarea específica]?
  • ¿Qué herramientas o soluciones está utilizando actualmente para abordar este desafío?
  • ¿Cuántas personas están involucradas en esta área de su negocio?
  • ¿Cuáles son sus principales objetivos para este año en relación con [tema relevante]?

Después de comprender la situación, es momento de identificar los problemas o desafíos que enfrenta el cliente. En esta etapa, el vendedor formula preguntas que ayuden al cliente a reconocer y expresar sus problemas. Esto permite al vendedor resaltar las áreas donde su producto o servicio puede ser de gran utilidad.

A riesgo de irritar al cliente, evitar preguntas directas al problema. Podemos identificarlo identificando la situación que lo causa o la consecuencia causada por el problema. También tratando el problema de forma sugestiva o impersonal pero que te encuentras en su sector.

Ejemplos:

  • ¿Qué dificultades ha experimentado al tratar de alcanzar sus objetivos en esta área?
  • ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta su equipo en relación con [tema relevante]?
  • ¿Ha notado algún cuello de botella o ineficiencias en su proceso actual?
  • ¿Qué aspectos de su situación actual le gustaría mejorar?

En la fase de implicación, el vendedor profundiza en el impacto de los problemas identificados. Mediante preguntas específicas, el vendedor guía al cliente a identificar y evaluar el impacto de las consecuencias de no abordar estos problemas/desafíos.

Aquí, nos aseguramos de que el cliente entiende la importancia de encontrar una solución adecuada, incluso puede ser partícipe de la solución si se lo preguntamos.

Ejemplos:

  • ¿Cuál cree que sea el impacto a largo plazo de estos desafíos en su negocio?
  • ¿Cómo afectan estos problemas a su capacidad para mantenerse competitivo en el mercado?
  • ¿Cuáles son las consecuencias para su equipo si estos problemas no se abordan?
  • ¿Qué oportunidades cree que está perdiendo debido a estas dificultades?

Finalmente, en la etapa de Necesidad de Solución (Need-Payoff), ayudaremos al cliente a ver cómo o en qué medida una posible solución resolvería los problemas identificados, aliviar sus preocupaciones o ayudaría a conseguir lo que desea. Esto es, hacer que el cliente cuantifique y enumere la repercusión positiva que obtendría si soluciona o minimiza el problema.

Esto crea una mayor probabilidad de que el cliente, más adelante, vea la solución propuesta como una inversión valiosa por su propio y libre razonamiento. Es importante que sea verbalizado de forma explicita por el cliente.

Ejemplos:

  • ¿Cómo le beneficiaría eliminar estos problemas o mejorar esta situación?
  • Si le pudiésemos dar solución, ¿qué impacto tendría en su negocio?
  • ¿En qué medida mejoraría la eficiencia en esta área? ¿Cuál sería el valor añadido para su empresa si llegásemos a conseguirlo?
  • ¿Qué aspectos serían los más valiosos si resolviésemos ese problema y lo que conlleva?

Calculadora salario equipo comercial

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¿Debo poner un variable a mi equipo comercial?

La primera duda de todo gerente en cuanto al salario de sus vendedores comienza por cómo debe equilibrarlo.

¿Pagar todo en nómina? ¿Todo en variable? ¿Una combinación?

Son muchas las preguntas en torno al salario del equipo de venta y, por ello, vamos a estructurar este artículo en 3 secciones:

  1. Claves para determinar cuánto y cómo debes pagar a tu equipo de ventas.
  2. Consejos para definir la parte variable del salario.
  3. Cómo calcular el salario final + Ejemplo de excel para el cálculo del salario.

Además, debatimos en profundidad sobre estos puntos en este vídeo:

Claves para determinar cuánto y cómo pagar al equipo de ventas

Lo primero es tener claro que hay dos características clave que definen el salario económico (no entramos en otro tipo de incentivos). Estas son cuánto va a cobrar la persona (rango salarial) y cómo lo va a cobrar (en fijo o en variable).

Para definir ambas, tendremos que: 

Conocer los salarios de nuestro mercado

Dependiendo del sector, el tipo de producto/servicio y la zona geográfica, los salarios a los que puede acceder un comercial pueden variar enormemente y por ello debemos de conocer esta horquilla.Una vez conocida, la recomendación es no situarse demasiado arriba ni demasiado abajo. Estar en la parte baja de la horquilla puede hacer que el comercial esté buscando otras opciones y pensando en irse, mientras que los que se sitúen demasiado arriba con el fijo podrían acomodarse.

Definir la proporción fijo-variable

Normalmente, los gerentes o financieros establecen un % variable pensando en que salario fijo + salario variable nos permita estar en la horquilla de la que hablábamos en el punto anterior. Y es aquí donde hay que tener mucho cuidado al definir ese % de variable.¿Por qué? Porque si calculamos que una parte del salario para llegar a la horquilla básica se consiga con variable y esto nos da un % de variable bajo, después ese variable no va a servir para incentivar al comercial a llegar un paso más allá.

Definir reparto y límites

A la hora de ver cómo repartir en el equipo y si limitar o no, aparecen 3 de los errores más comunes que encontramos en la definición de un variable y que deberíamos evitar:
Primer error: Definir objetivos de «pan para todos», en los que todo el equipo comercial (ya sea de calle, backoffice, etc) cuenta con los mismos objetivos.
Segundo error: Dejar a ciertos perfiles sin variable (normalmente SAC/SAT).
Tercer error: Limitar hasta dónde puede llegar el variable, entendiendo que un vendedor «no puede cobrar más que el gerente».

Conocer nuestro umbral de costes

Este último punto, si bien se trabaja menos, es de los más interesantes a la hora de jugar con los incentivos para el equipo, ya que una vez superado cierto umbral, el margen bruto se convierte en margen neto.
Es a partir de ese punto donde podríamos jugar con el variable de una manera más agresiva, con incentivos en función del beneficio, que nos permitirían hacer que el % de variable sea más atractivo para el comercial (es decir, que a partir de X punto, su % de variable aumente).

Consejos para definir la parte variable del salario

Alinea el variable con la estrategia

Los incentivos variables motivan al equipo a hacer cosas más allá de su rutina, por eso es tan interesante utilizarlos para dar un empujón a la estrategia anual.

Por ejemplo, podemos poner incentivos al uso del CRM, a la apertura de nuevas cuentas en el extranjero, a la venta de novedades del catálogo o a cualquier otra actividad que queramos potenciar.

No te quedes solo en los objetivos económicos

La facturación es una consecuencia de que el equipo realice ciertas acciones que sabemos que son clave. Por eso en muchas ocasiones recomendamos no poner el variable sólo en función de la facturación, sino dedicar una parte a premiar dichas acciones.

De esta manera, podemos poner un incentivo a la realización de visitas a nuevos clientes (dentro de un listado), la presentación de presupuestos, etc. En combinación con el incentivo por objetivo económico, nos aseguraremos un trabajo bien dirigido y reducimos el riesgo de desmotivación.

Sé coherente con el valor aportado por la persona

Aquí encontramos dos vertientes a la hora de valorar cuánto variable darle a un comercial:

En la primera, debemos tener en cuenta la dificultad para vender el producto. En productos de venta muy compleja, donde la labor la labor proactiva del comercial es vital para la consecución del resultado, el variable (y el salario en general) debería ser mayor. Por su lado, en productos de demanda, es mejor jugar con una mayor parte de fijo (o llevar el variable hacia acciones más que hacia facturación).

En la segunda, debemos valorar qué parte de la consecución del logro es individual y cuál es colectiva, analizando qué personas están implicadas en que esa operación llegue o no a cerrarse. Esto varía enormemente de unas empresas a otras.

Evita caer en la rutina

Es clave mantener la motivación que produce el incentivo en los comerciales. Si estos se acostumbran a contar con ese incentivo como una parte más de su salario asegurado, este dejará de ser efectivo (lo que en psicología conductual se conoce como saciedad del reforzador).

Por ello, aconsejamos ir variando cada año o dos años estos incentivos, aprovechando para alinearlos con la estrategia como decíamos en el primer punto.

Premia el liderazgo

Ciertos puestos como el director comercial o algunos jefes de venta tienen como función añadida a su labor comercial directa tareas de liderazgo de otras personas (ya sean miembros del equipo interno o agentes externos).

En estas ocasiones, el éxito no es que ellos vendan más, sino que consigan que sus equipos vendan. Es por ello que recomendamos que una parte del éxito que alcancen sus equipos (tanto en cifra como en acciones) les repercuta a ellos directamente.

Diferenciar el variable en nómina y el de los objetivos anuales

En algunas ocasiones, como las comisiones sobre las ventas, este variable se puede incluir directamente en la nómina del siguiente mes del comercial. Sin embargo, en otros objetivos estratégicos necesitamos analizar los resultados al final del año.

Meter un variable en la nómina mensual será un estímulo más presente para el comercial y es más difícil que decaiga por verlo lejano o difícil de alcanzar, sin embargo puede llevar a complicaciones en la forma de calcularlo (si el comercial no alcanza el objetivo varios meses por ejemplo).

Cómo calcular el salario final + Ejemplo de Excel

Con todo lo que hemos mencionado en los puntos anteriores, solo queda meterlo a la coctelera de la Excel para que nos de las cifras concretas.

Para hacerlo de la manera más justa para todas las partes, deberemos en cuenta una serie de puntos:

  • Poner una parte del variable en el objetivo individual y otra como parte del objetivo colectivo (cuando sea posible).
  • Premiar a los perfiles que ejerzan liderazgo con un mayor % en los logros del equipo y menor para los individuales.
  • Cuando sea posible y para evitar desmotivar, establecer un % del objetivo por encima del cual ya puedan empezar a llevarse algo, aunque no sea el bonus completo que obtendrán si llegan al 100% del objetivo.
  • Diferenciar entre los variables que se pueden establecer como un % directo del resultado y los que sean un monto concreto por alcanzar el objetivo.

En la Excel que os dejamos para descargar, podéis ver un ejemplo de estos cálculos.

La Excel no está pensada para ser un estándar rellenable, debido a la tremenda variedad de casuísticas implicadas, sino más bien como una ayuda para agilizar y fomentar que se evalúen las posibilidades desde el mayor número de ángulos.


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Cómo mejorar los arquetipos de cliente

Si tienes un producto de alta implicación para tu cliente, es vital que tus vendedores conozcan en profundidad las necesidades y problemáticas que suelen encontrarse estos clientes (y más cuando son interlocutores de alto nivel).

Ese conocimiento de su situación es lo que va a permitir orientar las reuniones hacia aquellos puntos clave por los que esa persona está dispuesta a pagar y en los que podemos aportar un valor añadido.

Centrar las reuniones en estos puntos nos permitirá que el cliente nos aporte más información personalizada de su caso y además conseguirá hacerle más consciente de esa necesidad que quiere resolver, permitiendo que orientemos nuestra propuesta posterior con las propias justificaciones del cliente.

Es por eso que siempre recomendamos dedicar tiempo a definir nuestros arquetipos de cliente.

¿Qué es concretamente un arquetipo de cliente?

Se trata de un perfil ficticio que creamos para representar a un grupo concreto de clientes.

Ojo, que sea ficticio no quiere decir que nos inventemos lo que pone. Tiene que representar la realidad de lo que nos encontramos en el mercado.

Recoge los objetivos, motivaciones y problemáticas que encontramos de manera más habitual en el grupo al que representa, así como características sobre su comportamiento.

Esto se hace porque, a la hora de pensar en mensajes o iniciativas que puedan encajar con ese grupo, el cerebro trabaja de manera mucho más efectiva pensando en un perfil de una persona concreta (la que representa el grupo) que intentando pensar en el grupo como conjunto heterogéneo.

Ejemplo práctico:

Si en Activa Ventas reflexionamos sobre los perfiles a los que nos deberíamos dirigir, deberemos pensar en los perfiles decisores dentro de los segmentos que solemos trabajar. Uno de estos perfiles sería el Director Comercial de una empresa que se dedique a la fabricación de productos B2B.

¿Qué deberíamos saber de este cliente?

Si nos queremos dirigir a ellos de la manera más adecuada, lo primero es comprender la realidad que están viviendo, entendiendo lo que implica para ellos conseguir hacer crecer la cartera de clientes, los problemas que se encuentran para que su equipo rellene el CRM o las dificultades a la hora de encontrar potenciales clientes.

Podría ser algo como esto  👇

¿Cómo aterrizar esto en una mejora de las ventas?

La realidad es que muchas empresas trabajan el arquetipo (normalmente para marketing o innovación) y son muy pocas las que realmente le acaban sacando una utilidad práctica para su equipo comercial.

Y eso que utilidad tiene. Y mucha.

Aquí os dejamos 4 ejemplos de cómo lo aterrizamos nosotros:

Conocer dónde somos de utilidad

El siguiente paso a tener las motivaciones y problemáticas es profundizar en cuáles de ellas son las que realmente ayudamos a potenciar o resolver. Además, deberíamos saber en cuáles de ellas somos únicos y en cuáles no destacamos sobre la competencia.

Comprender a qué clientes aportamos valor

Cuando te paras a reflexionar sobre las dolencias de un perfil concreto (eso que realmente le preocupa en su día a día) y no casa con aquellas cosas donde tu empresa ayuda y es diferencial, quiere decir que no estás yendo al perfil adecuado, ya sea por segmento o por grado de responsabilidad.

Preparar las preguntas adecuadas

Cuando ya hemos hecho los 2 pasos anteriores, tenemos información para saber hacia dónde  dirigir la reunión. Porque no nos interesa que nos cuente los problemas en los que ya sabemos que no podemos hacer nada, sino aquellos en los que somos de ayuda. Y para ello, debemos preparar las preguntas a realizar para que estos temas surjan.

Preparar los argumentos adecuados

De la misma manera, cuando ya conocemos el perfil al que nos dirigimos, podemos preparar  argumentos de venta que ataquen directamente a los problemas y motivaciones que sabemos que puede estar viviendo. 

Cómo ir un paso más allá de los arquetipos 

La clave aquí está en no quedarse en la superficie. No vale con saber lo que piensa el cliente, tenemos que ver cómo exprimirlo.

Para ello, lo que vamos a hacer es cruzar los objetivos, problemáticas y necesidades del arquetipo con las características que tenemos como empresa.

Es decir, que en paralelo a la creación de nuestros arquetipos, deberíamos trabajar en los mensajes que consideramos más atractivos para poner en valor nuestra empresa, ya sea hablando del producto, del equipo, del servicio…

Después de tener estas características, cruzaremos cada una de ellas con el arquetipo, preguntándonos si realmente le ayuda o no. De esta manera podremos conocer para qué motivaciones y problemáticas tenemos más características que puedan ayudar, siendo esos puntos los que queremos que aparezcan en la reunión.

Además, con este cruce tendremos mucho más claro cómo argumentar las ventajas y beneficios que podemos ofrecer.

  

EJEMPLO PRÁCTICO:

Vamos a coger una característica de Activa Ventas que pudiéramos usar en una reunión comercial para describirnos, como puede ser «La tecnología es uno de nuestros pilares fundamentales».

La siguiente pregunta es: ¿En qué ayuda esto a José Antonio, nuestro arquetipo de director comercial?

Vamos a buscar aquellos objetivos, motivaciones o problemáticas que se puedan ver afectados de manera clara y directa. Por ejemplo:

  • Para hacer crecer la cifra de negocio en la cartera, ya que la tecnología ayuda a identificar qué productos que están comprando otros clientes similares no se están vendiendo en un cliente concreto.
  • Para automatizar procesos que agilicen la labor del equipo, ya que con el apoyo tecnológico quitaremos la carga de trabajo más repetitiva.
  • La falta de información interna puede ser fácilmente resuelta eligiendo la herramienta adecuada y adaptándola a su forma de trabajar para que su equipo reporte de manera adecuada.
  • Perder oportunidades, en los casos donde esta dolencia esté enfocada a la falta de herramientas que le ayuden a identificar o hacer el seguimiento.

Si sé que esos son los puntos donde ayudamos gracias a la tecnología, debo tener 3 conceptos muy claros de lo que NO DEBO HACER:

  1. Si el cliente me habla de otra de sus motivaciones o problemas, como puede ser reconocido como líder, no debo hablarle de nuestra tecnología. Deberé buscar otras características que sí ayuden de manera directa en eso (si las tengo).
  2. Cuando me siente delante de un nuevo cliente en el que creo que puede ser interesante incluir esas tecnologías, debo hacer las preguntas adecuadas para identificar si en este caso tiene o no esas motivaciones/problemas. Si no los tiene, no le hablaré de la tecnología.
  3. Si después de cruzar todas mis características veo que para una motivación/problemática en concreto apenas tengo cosas con las que pueda ayudar, no debo sacarlas en la reunión. Simplemente, no somos la empresa adecuada para resolver ese punto en concreto y no tiene sentido perder el tiempo con ello.

Si quieres profundizar más en todo esto, no te pierdas nuestro próximo café con ventas ☕👇

Por qué concertar las reuniones de venta

Sabemos que una visita no programada puede parecer proactiva, pero… ¿es realmente efectiva? La experiencia y la estadística nos dicen claramente que NO.

«Es que tengo confianza con este cliente…»

«Me pilla de camino…»

«Es para algo rápido…»

Ya nos conocemos las razones (excusas) típicas para ir a visitar al cliente sin acordar antes la reunión. Sin embargo, por mucha confianza que tengamos, si el cliente está liado con otra cosa, no nos va a prestar el 100% de su atención.

Y en el mundo de las ventas, cada contacto con el cliente cuenta. Por eso debemos asegurarnos de exprimir al máximo cada una de estas interacciones, para lo que necesitaremos la atención total del cliente.

Hoy nos centramos en por qué es esencial concertar reuniones de venta y cómo esta práctica respetuosa puede transformar tus resultados comerciales.


Aquí tienes también el Café con Ventas en el que profundizamos más sobre el contenido de este artículo:

¿Por qué deberías concertar todas tus reuniones?

Respeto por el Tiempo del Cliente

La regla de oro en las ventas es el respeto mutuo, y esto comienza con valorar el tiempo del cliente. Al concertar una reunión, demuestras profesionalismo y consideración.
Las visitas sin cita pueden ser vistas como intrusivas y poco profesionales, afectando negativamente la imagen de tu empresa.

Preparación y Personalización

Una reunión programada te da tiempo para prepararte. Como vendedor, uno de los pilares es conocer a tu cliente: su negocio, desafíos y objetivos.
Esta preparación te permite personalizar tu mensaje, presentando soluciones que encajen directamente con sus necesidades, lo que resulta en conversaciones más significativas y exitosas

Control del entorno

Concertar una reunión facilita un entorno controlado y propicio para la venta. En un espacio tranquilo y sin interrupciones, tanto tú como tu cliente pueden concentrarse en la conversación, lo que permite una discusión más profunda y enfocada. Algunos de los puntos más importantes aquí ya los veíamos en los consejos para mejorar resultados en reuniones.

Cómo concertar reuniones eficazmente

Lo primero que debemos tener claro aquí es que la manera de concertar la reunión depende del nivel de confianza que tengamos con la persona con la que queremos reunirnos.

No es lo mismo estar contactando a un potencial cliente que no nos conoce de nada (contacto frío), a uno con el que no hemos tenido contacto pero sabemos que nos conoce o tenemos a alguien en común (contacto templado) o a alguien con quien ya tenemos una relación previa, sea o no profesional (contacto directo).

¿Cómo concertamos con cada uno?

  • Contacto directo: En este caso, que ya existe un cierto grado de confianza, estamos agendando la reunión para asegurarnos de que no le pillemos con otras cosas y pueda atendernos sin distracciones y lejos de mostradores.
    Por ello, la clave está simplemente en tener claro que nuestro objetivo es la reunión (no ponernos a vender) y podemos agendarla presencialmente o con medios online como linkedin o el email.

Ejemplo de mensaje en linkedin:
«Hola Fermín. El pasado lunes comentamos sobre el tema de las licitaciones y tengo alguna novedad que me gustaría hablar contigo. Si te parece nos conectamos y te explico con más detalle. Yo tengo hueco el lunes a las 12:00 o también el martes a las 16:00, ¿cuándo te viene mejor?»

  • Contacto templado: En este caso debemos asegurarnos de mencionar la persona o temática común que nos une, para ganar ese grado de cercanía y utilizar la estructura para llamadas/ presencial que vamos a ver a continuación. Es recomendable que, si utilizamos medios online como linkedin, sea para redirigir a la llamada, no para cerrar la reunión.

Ejemplo de mensaje en linkedin:
«
Hola Fermín. Estuve el martes hablando con Luis Pérez, técnico en el ayuntamiento de Estepona por una licitación que tienen abierta. Me comentó que estaría bien hablarlo contigo. Si te parece te llamo y te cuento. Yo tengo hueco el lunes a las 12:00 o también el martes a las 16:00, ¿cuándo te viene mejor?»

  • Contacto frío: En este caso no nos conocemos de nada, por lo que hay que evitar a toda costa que nos detecte como «uno más». Para ello, si utilizamos medios online, aquí sí debemos remitir a esa llamada en la que hablaremos de por qué le puede resultar interesante reunirse con nosotros. Para casos especiales, también podemos usar modos alternativos de contacto que llamen más su atención, como podría ser una carta o un regalo. En cualquier caso, es recomendable templar la puerta en la medida de lo posible, para lo cual podemos emplear la prescripción proactiva con contactos que tengamos en común.

Ejemplo de mensaje en linkedin:
«
Hola Fermín. Estamos creando una red de colaboración con responsables de proyectos de las organizaciones industriales más representativas, especializadas en automoción. Me gustaría comentarlo contigo.

…. (Dejar que responda)

Pues si te parece bien, te llamo y te cuento con más detalle. Yo tengo hueco el lunes a las 12:00 o también el martes a las 16:00, ¿cuándo prefieres?»

Debemos recordar que hablamos de Account Based Marketing (marketing de francotirador), así que esto no va de meter miles de personas a un embudo para que alguien nos dé reunión.

Sabemos con quién queremos reunirnos y tenemos que conseguir resultarles lo suficientemente interesantes como para que nos quiera dedicar un rato en su agenda.

Por eso no podemos dejar nada en el aire y en los 2 últimos casos, no estamos agendando la reunión, sino la llamada en la que buscaremos concertar esa reunión.

¿Cómo hago la acción de concertar?

Vamos a ver una estructura que podemos utilizar tanto en la llamada de la que estábamos hablando arriba como de manera presencial.

Es decir, si paso por delante de una empresa que es interesante, no entraré a que «me atiendan en 5 min», sino a agendar la reunión con el responsable para mantener una reunión en condiciones otro día (poniendo en valor mi tiempo y el del cliente).

La estructura que debemos seguir en la llamada es:

  • Saltar filtro: Lograr que nos pasen con el responsable, dando la mínima información. Debemos llevar el control de la conversación.
  • Cuando nos pasen con el responsable, confirmar interlocutor y presentarnos (empezamos preguntando = llevar el control).
  • Frase presentación que despierte interés (10 primeros segundos) + Breve explicación con poca profundidad y alta importancia de los servicios ofrecidos.
  • Proponer Día y hora (2 opciones a elegir = cierre dual).
  • Tratamiento de Objeciones si las hay.
  • Comprometer en Agenda.
  • Agradecimiento y despedida.

La clave de esta acción es tener claro que no queremos vender, queremos la reunión, por lo que intentaremos dar poca información pero que suene relevante para el potencial cliente, de tal manera que nos quiera dedicar ese tiempo.

Por eso deberíamos tener trabajada de antemano cuál es ese mensaje «gancho», ese pitch de no más de 20 segundos en el que captaremos la atención de nuestro interlocutor.

Durante la llamada nos pueden aparecer las objeciones más típicas al teléfono, que puedes ver cómo resolver en este artículo.

Objeciones del gatekeeper

Está reunido.
Mejor contacta por email.

Objeciones del responsable

Mándame la información por email.
Ya lo tenemos cubierto.
No es el momento.
No tengo tiempo.
No tenemos presupuesto para invertir.
Habla con «fulanito» (derivar a otra persona)

    Cómo establecer el precio de un producto

    La mejor forma de defender el precio es haberlo puesto bien.

    Esto significa que el precio tenga credibilidad interna y externa, es decir, que tanto nuestros comerciales como nuestros clientes deben creerse este precio.

    El otro día hablábamos del peligro de hacer descuentos, costumbre que encontramos en muchos vendedores y que suele venir asociada a una falta de confianza en poder vender el producto a su precio original.

    Para establecer correctamente el precio de un producto en el mercado hay que tener en cuenta estos 7 factores:

    1. Costes de producción y operaciones.
    2. Valor percibido.
    3. Precios de la competencia.
    4. Estrategia de lanzamiento.
    5. Condiciones especiales.
    6. Psicología del precio.
    7. Adaptación a los cambios del mercado.

    ¡Vamos con cada uno de ellos!

    1. Tener en cuenta los costes de producción y operaciones

    Este es el primer factor que debemos tener siempre en cuenta como una forma de calcular el precio mínimo y es especialmente importante cuando hablamos de venta de productos. Básicamente tenemos que tener en cuenta 3 factores:

    • Costes directos: Incluye todos los costes asociados directamente con la creación del producto o servicio, como materiales y mano de obra o transporte si forma parte del servicio.
    • Costes indirectos: Son los costes generales del negocio, como alquiler, salarios, servicios públicos, marketing, etc.
    • Margen de beneficio deseado: La forma más común de establecer el margen es sobre los costes directos (margen bruto), por ser los más fáciles de repartir entre unos productos y otros. Hay que tener en cuenta que no van los mismo márgenes para todos los modelos de negocio. Por ejemplo un fabricante, que tiene que invertir en dar a conocer su marca, es normal que cuente con márgenes del 40% mientras que en distribución los márgenes serán más bajos, siendo habitual un 20%-25% (aunque esto puede variar mucho de un sector a otro).

    2. Analizar el valor percibido por parte del cliente

    Para establecer el precio debemos tener claro qué valor percibe el cliente que le puede aportar el producto o servicio. El valor percibido siempre debe ser mayor que el precio del producto y la diferencia entre ambos debe servir para justificar la inversión de tiempo, esfuerzo y el riesgo que se esté asumiendo con la adopción de este nuevo producto o servicio.

    Sin embargo, también debemos tener en cuenta que dicha diferencia esté balanceada. Si las soluciones que ofrecemos ayudan a ahorrar tiempo, dinero o aportan una experiencia premium, el precio del producto debe reflejar este valor. Un precio bajo puede perjudicarnos en este sentido.

    3. Investigar los precios de la competencia

    Es importante realizar un análisis exhaustivo de los precios de los competidores. ¿Dónde se sitúa tu producto o servicio en comparación?

    Las diferencias del 10-15% se pueden justificar con servicio y realizando una buena labor comercial. Si tenemos que defender diferencias mayores de precio, necesitaremos características diferenciales del propio producto/servicio o un posicionamiento de marca muy potente.

    En cuanto a dónde es mejor posicionarse respecto a la competencia, la clave aquí está normalmente en no ir a los extremos. Ser los más baratos hará que entremos en una guerra de precios donde los márgenes son tan ajustados que difícilmente podremos invertir en mejoras del producto, I+D, etc.

    Por otro lado, ser los más caros nos hace ver como inalcanzables o fuera del mercado, por lo que muchas veces se utiliza esto para «anclar» unos precios altos en la cabeza del cliente con uno de nuestros productos y terminar vendiendo las referencias más equilibradas en precio. Esto es lo que hemos visto tantas y tantas veces cuando vamos a comprar un servicio por internet y vemos comparativas de este tipo:

    Si viéramos sólo las 3 primeras opciones, sin ningún otro anclaje, 59$ pueden resultar caros, sin embargo al tener al lado una opción de 229$ los estudios demuestran que estadísticamente ya no nos suena tan caro. Es curioso que esto nos puede suceder incluso con la imagen mostrada, sin saber de qué producto estamos hablando.

    4. Establecer una correcta estrategia de lanzamiento

    Cuando lanzamos un producto y queremos hacer una campaña de precios, básicamente tenemos 2 opciones:

    • Penetración en el mercado: Si estamos introduciendo un nuevo producto, podríamos considerar precios más bajos al inicio para captar una porción del mercado rápidamente. Posteriormente deberíamos, una vez tengamos los clientes, tratar de recuperar el precio ideal. La clave aquí es hacer saber a nuestros clientes que la primera compra tiene condiciones especiales y no se prolongará en el tiempo. Si no mostramos desde el principio el valor real en el que queremos terminar, justificar a posteriori la subida será mucho más complejo.
    • Descremado: Si el producto que estamos lanzando es innovador y único, podemos establecer un precio más alto al principio y reducirlo con el tiempo. A veces esto se da no como estrategia de partida sino como consecuencia del éxito en el mercado, que permite aumentar la producción reduciendo el coste/unidad.

    5. Plantear condiciones especiales de precio

    Esta es la manera correcta de ofrecer descuentos. Como una estrategia planificada y no como una improvisación en la negociación.

    Estos descuentos estarán ligados a condiciones específicas, como compras en volumen, contratos a largo plazo o promociones por tiempo limitado.

    6. Tener en cuenta la psicología del precio

    Precios objetivamente similares pueden ser percibidos de manera distinta en función de su legibilidad, contexto, etc.

    Algunos de los consejos que mejor nos funcionan son:

    • Evita los números redondos. Normalmente precios como 19,99€ pueden ser percibidos como más atractivos que 20,00€.
    • Establece precios que transmitan la calidad. Por ejemplo, un precio de 2.500€ puede hacer que un producto o servicio parezca de mayor calidad que uno de 1.990€, dependiendo del mercado y el producto.
    • Divide el coste total. Ya sea expresándolo por partidas, por coste mensual o por cuotas, un coste repartido se percibe como menor al total.

    7. Adaptación a los cambios del mercado: Revisa y ajusta

    El entorno de mercado es dinámico. No podemos mantener el precio siempre igual por mucho que hayamos hecho un buen establecimiento de precios inicial. Al menos, realiza revisiones periódicas de tus precios en función de cambios en costes, competencia y demanda del mercado.

    Ten en cuenta además que, cuando ajustes un precio al alza, el seguimiento de los resultados no debe hacerse sólo por facturación sino por unidades vendidas, ya que podemos estar perdiendo clientes (o facturación dentro de estos) y no darnos cuenta porque las cifras en € se maquillan con la subida de precios.

    Una vez que hayas establecido un precio basado en una comprensión clara de tus costes, el valor que ofreces y el entorno competitivo que tienes, estarás en una posición más sólida para defenderlo en negociaciones.

    Además, al tener una estructura clara detrás de la fijación de precios, podrás explicar y justificar tu precio ante los clientes de manera más efectiva.

    Ahora bien, más allá de haber establecido correctamente los precios, siempre podemos encontrarnos con objeciones por parte del cliente. Si quieres saber cómo resolver la objeción de precio así como el resto de objeciones más comunes, te invitamos a visitar este link.

    Mesa redonda diálogos de innovación

    Ayer pudimos disfrutar de la visión de 4 participantes de excepción en el evento de Diálogos de Innovación.

    ¿Quién participó en la mesa redonda?

    1️⃣ Lidia Pitzalis – Responsable de Transformación Digital en Grupo Edelvives
    2️⃣ Mario Cortés – Director de Innovación en AENOR y autor del libro “Lidera la transformación digital con éxito”
    3️⃣ Alexander Phimister – Responsable de Ecosistemas y Lab3040 en Cambra de Barcelona y autor y fundador de Libroinnovacion.com
    4️⃣ Luis Antonio Martín Nuez – CEO de Academia de Inventores

    Nos compartieron su visión sobre algunos de los temas más candentes en innovación, bajando a la realidad del día a día alguna de las conclusiones más llamativas que extrajimos en el Estudio sobre la gestión de departamentos de innovación en España (descarga aquí)

    Os dejamos el vídeo de la mesa redonda completa y algunas de las reflexiones más interesantes que aparecieron en la charla.

    En España no nos atrevemos a arriesgar

    Los modelos que encontramos habitualmente en innovación proceden de la cultura anglosajona, sin embargo, las culturas latinas nos hemos quedado en unas pinceladas básicas, sin dedicar los recursos económicos y de tiempo necesarios para lograr sus resultados.

    Hemos querido adaptar modelos que funcionan en el extranjero sin copiar lo más vital de ellos, la mentalidad ante el riesgo que supone innovar. Realizar proyectos nuevos y diferenciadores está ligado a que exista un porcentaje en el que estos no funcionen y no estamos sabiendo aceptar esos riesgos.

    ¿Cómo deberíamos tratar las subvenciones?

    Las subvenciones ligadas a la innovación acarrean una serie de problemáticas en nuestro país. Y es que en muchas ocasiones la utilización por parte de las empresas y su impulso por parte de los Gobiernos no está centrada en el fin último que deberían tener, la creación de nuevos proyectos innovadores.

    En la mesa se debatió sobre si el foco de ese dinero se está llevando en la dirección adecuada (actualmente +50% acaba en entidades públicas), la complejidad en la solicitud de subvenciones, la necesidad de realizar proyectos autosostenibles y rentables y sobre la falta de conocimiento de ciertas opciones de financiación de la innovación en el común de las empresas.

    La importancia del caos 

    Si bien debemos buscar la manera de procedimentar y estructurar el trabajo de innovación, lo cierto es que la parte más creativa de la innovación requiere de una dosis de caos y de incertidumbre con la que las empresas deben lidiar y que se complica conforme aumenta su tamaño. Es por ello que muchas apuestan por startups que traigan ese soplo de aire fresco y agilicen las nuevas iniciativas de manera menos estructurada.

    Es clave trabajar lo informal

    El éxito de los proyectos de innovación pasa por conseguir generar unos ambientes concretos, en los que el vínculo personal de los integrantes cobra una importancia vital. Es por ello que no debemos olvidarnos en las empresas de trabajar la parte personal, más informal.

    La presencialidad, las charlas personales y dedicar tiempo a estar con la gente puede marcar la diferencia en que un proyecto salga o no adelante.

    Las empresas debemos ser curiosas

    La curiosidad es una pieza clave en el desarrollo de innovación y es que debemos fomentarla tanto hacia dentro como hacia fuera.

    Hacia dentro de la propia organización, con el objetivo de conocer mejor a nuestro talento interno, descubriendo sus hobbies y entendiendo cómo esos talentos nos pueden ayudar en los proyectos que queremos poner en marcha.

    Y hacia fuera, teniendo siempre un ojo puesto en las tendencias del mercado, las novedades que están surgiendo y las nuevas posibilidades que se nos abren gracias a las innovaciones en nuestro entorno. 

    La tecnología no es un objetivo

    En muchas ocasiones, malentendemos lo que es ser innovador, asumiendo que quien utiliza tecnologías innovadoras es a quien podemos calificar de tal. Esto nos lleva a entender el uso de la tecnología como un fin en sí mismo, cuando esta debería ser siempre un medio para conseguir algo más.

    Es precisamente este conseguir algo, este impulso que nos da la tecnología, lo que nos puede ayudar a discernir entre las tendencias del mercado y a definir realmente en dónde debemos apostar.

    Defensa del precio y descuentos

    Todos los días nos encontramos con el mismo problema:

    Vendedores que se lanzan a ofrecer un descuento esperando enganchar al cliente a través del precio (y asumiendo que, si no lo hacen, el cliente va a pensar que es caro).

    El arte de la venta es un complejo entramado y uno de los aspectos más críticos en cualquier negociación de venta es la defensa del precio. La presión que existe para ofrecer descuentos es constante (y más en un entorno de mayor oferta que demanda), pero ceder ante esta tentación puede tener consecuencias a largo plazo para la salud financiera de la empresa y la percepción de valor del producto o servicio por parte de los clientes.

    Por eso decimos que NUNCA ofrezcas un descuento a priori, para enganchar al cliente. Ojo: Vamos a tratar el descuento como algo separado de las tarifas por volumen.

    Como vendedores, debemos ser capaces de conectar a través de su necesidad, entendiendo la situación que viven y, si a posteriori la única manera de llegar a un entendimiento es a través de ajustar el importe, ya valoraremos si la forma correcta de hacerlo es a través de un descuento o podemos, por ejemplo, mantener precio pero aumentar cantidad.

    Y es que sí, siempre es más rentable dar un 10% más de producto al mismo importe que reducir un 10% el coste.

    Es por ello que hoy queremos profundizar en los aspectos clave a tener en cuenta para defender el precio de tu propuesta:

    1. Tu precio representa tu valor

    Antes de profundizar en por qué es vital defender el precio, es crucial entender que el precio es más que una cifra.

    Se trata de una representación directa del valor que el cliente percibe en un producto o servicio. Y esto nos pasa a todos cuando vemos algo que se escapa de nuestros márgenes mentales («si cuesta eso por algo será…», «en algo tiene que fallar por ese precio…», etc.)

    Cuando un vendedor concede un descuento sin un motivo válido, no solo está reduciendo el ingreso directo, sino que también está transmitiendo, de forma implícita, que el producto o servicio vale menos de lo que se estaba pidiendo originalmente.

    Esto, en algunas personas dedicadas a la compra, puede generar un pensamiento de duda y desconfianza con dicho proveedor, entendiendo que inicialmente no se estaba siendo honesto con el precio de partida.

    2. Los descuentos dañan el margen más de lo que pensamos

    Desde una perspectiva financiera, los descuentos reducen el margen de beneficio, eso está claro. Sin embargo, en muchas ocasiones encontramos que se tiende a pensar que el descuento dado es la reducción en margen, cuando esto no es así.

    Si una empresa tiene un margen del 30% y otorga un descuento del 10%, no significa que esté perdiendo solo el 10% de su beneficio, sino que ese descuento representa renunciar a un tercio de su margen, estaría dejando de ingresar un 33% del margen.

    A largo plazo, esto puede comprometer la capacidad de la empresa para invertir en innovación, formación, marketing u otros recursos esenciales.

    3. No solo perjudicas tu valor actual, también el futuro

    Una vez que se concede un descuento, intentar volver al precio original en futuras ventas puede ser un desafío e incluso un problema.

    Si los clientes creen que siempre pueden obtener un descuento, se devalúa la percepción de valor del producto. Peor aún, pueden esperar descuentos en todas sus interacciones, creando un precedente difícil de romper.

    Esta situación se perpetúa, llegando a encontrarnos situaciones en la que los clientes ya tienen una partida dedicada a esa compra en la que han tenido en cuenta el descuento previo aplicado. Llegados a este punto, ¿cómo conseguimos que ese cliente que ya tiene el dinero preparado vea que el valor es mayor? 

    Y no es un problema exclusivamente externo. La dificultad de que un equipo comercial acostumbrado a los descuentos entienda e interiorice que a partir de ahora no puede ser la norma, genera una interminable guerra de justificaciones. Por eso el mejor remedio es no caer en el descuento por norma y, si tu equipo ya está ahí, lo más probable es que debas recurrir a la imposición.

    4. Con descuentos, beneficias a tu competencia

    Conceder descuentos sin justificación también puede afectar cómo los competidores perciben y reaccionan en el mercado.

    Si una empresa es conocida por bajar sus precios fácilmente, los competidores pueden aprovechar esta percepción y posicionarse como una opción de mayor valor, incluso si sus precios son más altos.

    Además, acabarás acumulando irremediablemente una cartera de los clientes que sólo buscan precio (y no por ello menos valor), que acostumbran a ser los que mayores dolores de cabeza nos generan en el día a día. Así que tu competencia estará encantada.

    5. No caigas en la guerra de precios

    Reducir precios para competir puede iniciar una peligrosa guerra de precios donde todos los competidores bajan sus precios para mantenerse a flote.

    Esto deriva en una falsa sensación de que la única manera de competir es mediante esa guerra de precios, que nos está obligando a reducir el margen impidiendo la inversión en mejorar el producto, las condiciones de los trabajadores o la experiencia de cliente.

    El resultado final es un mercado donde todos ganan menos y el valor percibido del producto o servicio se desploma.

    Entonces, ¿cuándo realizar un descuento?

    La defensa del precio no significa ser inflexible. Significa que el descuento no debe ser un argumento de venta sino una posibilidad a utilizar de manera excepcional y que antes de conceder un descuento, el vendedor debe:

    Entender el valor real de su oferta

    Conocer a fondo el producto o servicio y ser capaz de articular claramente su valor.

    Calificar correctamente al cliente

    A veces, el problema no es el precio, sino que el cliente potencial no es el adecuado para el producto o servicio ofrecido.

    Negociar otros aspectos

    En lugar de reducir el precio, se pueden ofrecer formas de pago más flexibles, servicios adicionales, extras o bonificaciones que no comprometan el precio.

    Realizar escucha activa

    Es fundamental entender las necesidades y también las objeciones que el cliente pueda plantearnos. En muchos casos, el precio no es el verdadero obstáculo.

    Los descuentos, en definitiva, van a ser utilizados como un «arma final» que nos ayude a resolver las objeciones de precio del cliente cuando otras opciones no hayan funcionado.

    Si quieres saber cómo tratar las objeciones más típicas, tanto en reuniones como al teléfono, te dejamos aquí un artículo en el que puedes descargar un PDF de 25 páginas en las que enseñamos cómo rebatir las objeciones más típicas en ventas B2B.

    Aunque hay que tener en cuenta que la mejor manera de tratar una objeción es que no aparezca y, en este caso, la clave está en haber establecido los precios teniendo en cuenta estas 7 claves.

    Cómo resolver objeciones en ventas B2B

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    ¡Antes de comenzar a rebatir!

    Aunque aquí enseñamos cómo manejar las principales objeciones que aparecen en negocios B2B, debemos tener en cuenta la importancia de evitar, en la medida de lo posible, que estas objeciones aparezcan.

    En muchas ocasiones, el éxito no está en tener la mejor respuesta para cada situación, sino en crear la situación más favorable para nosotros, evitando que surjan barreras en el camino, como ya hemos explicado en otras ocasiones.

    Tienes más información acerca de las objeciones en los siguientes artículos:

    👉 Cuándo lanzar el cierre en ventas.

    👉Cómo lanzar el cierre.

    👉 Cómo responder ante objeciones.

    ¿Qué objeciones vamos a ver cómo rebatir?

    En este PDF, vamos a ver las principales objeciones que encontramos en ventas B2B. Consideramos objeción cualquier cosa que el cliente potencial nos diga y que nos aleje de nuestro objetivo (ya sea que busquemos cerrar reunión, que nos pida un presupuesto o cerrar la venta). 

    Para ello, vamos a dividir las objeciones en 3 grandes grupos:

    Cómo rebatir las objeciones del gatekeeper

    Está reunido.

    Mejor contacta por email.

    Cómo rebatir las objeciones del responsable al teléfono

    Mándame la información por email.

    Ya lo tenemos cubierto.

    No es el momento.

    No tengo tiempo.

    No tenemos presupuesto para invertir.

    Habla con «fulanito» (derivar a otra persona)

    Cómo rebatir las objeciones del responsable en reunión

    ¿Cuánto cuesta?

    Es muy caro.

    Mándame la propuesta por email y ya te diré.

    No me interesa.

    Me lo tengo que pensar.

    No es el momento.

    Lo tengo que hablar con…

    No tengo tiempo.

    No tengo presupuesto.

    Esta agrupación nos permite aterrizar más la manera de rebatir, ya que dependiendo de quién nos dice la objeción y en qué momento de la venta aparece, esta puede ser tratada de maneras diferentes.

    Por ejemplo, no será lo mismo que nos diga «envíame la información por email» el gatekeeper cuando estamos intentando hablar con el responsable o que lo haga el responsable cuando nos ha solicitado una propuesta.

    ¿Cómo enfocamos el documento?

    El documento cuenta con 25 páginas de PDF en las que tratamos cada una de las objeciones citadas anteriormente.

    Para cada una de estas objeciones, se plantean las distintas situaciones en las que puede aparecer de manera más frecuente.

    Por ejemplo, no es lo mismo que el responsable nos pregunte en una reunión «¿Cuánto cuesta?» antes de haber podido conocer su caso, que lo haga al final de la primera reunión cuando ya nos hemos conocido y está valorando la posibilidad de pedirnos una propuesta o que lo haga en una 2ª reunión mientras le presentamos la propuesta.

    Para cada una de estas situaciones, planteamos un ejemplo de estructura que podríamos utilizar para rebatir la objeción y añadimos unos comentarios sobre fondo verde en los que indicamos por qué es importante tener en cuenta ciertos aspectos.

    Más allá del ejemplo que aportamos, es vital que cada comercial lo adapte a su estilo de comunicación, naturalizando el mensaje y haciéndolo suyo. De hecho, nosotros mismos preparando el documento hemos visto que cada uno de los miembros de Activa Ventas lo haríamos de una manera distinta, ahora bien, respetando la misma estructura y enfoque.



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    Objetivo en las reuniones de venta

    En el competitivo mundo de las ventas, cada interacción con un cliente o cliente potencial es una oportunidad invaluable que debe ser exprimida al máximo.

    Es fundamental definir objetivos específicos en cada reunión de ventas.

    Definir objetivos en cada reunión comercial no solo proporciona una dirección clara para la conversación, sino que también sirve como brújula que guía cada decisión, pregunta y respuesta durante la misma. Esta práctica, más que un simple ejercicio, es una estrategia que busca optimizar resultados, fortalecer relaciones y garantizar que cada segundo invertido en una reunión genere un valor tangible para ambas partes.

    ¿En qué ayuda marcar objetivos en una reunión de ventas?

    Son muchos los comerciales que al preguntarles «¿Y qué has sacado de la reunión?», no tienen clara la respuesta. Y es que en la mayoría de casos no hemos reflexionado a qué venimos antes de entrar por la puerta. Esto va muy de la mano que no somos conscientes de cuánto cuesta una reunión comercial.

    Si antes de entrar en una reunión con clientes fuéramos plenamente conscientes de que vamos a invertir 200€ en esa reunión, nos preocuparíamos más de pensar qué queremos conseguir exactamente con esos 200€.

    Y es aquí donde nos tenemos que marcar objetivos, que nos aportarán:

    • Dirección: Sin un objetivo, es fácil desviarse del tema principal y perder tiempo en aspectos no relevantes.
    • Eficiencia: Cuando conoces el objetivo de la reunión, puedes investigar sobre el cliente, ensayar tu presentación o tener listos los materiales necesarios.
    • Expectativas: Saber, por ambas partes, qué esperar de la reunión. Esto puede ayudar a evitar malentendidos o decepciones.
    • KPIs: Si no estableces un objetivo, no tienes una base sólida para medir el éxito o el fracaso de la reunión. 
    • Mejora de la relación: Asegurar que el tiempo invertido en una reunión sea productivo es la mayor muestra de respeto al cliente.
    • Optimización: Identificar puntos de mejora en el proceso de ventas, para ajustar tus tácticas y estrategias.
    • Confianza: Como vendedor, saber que tienes un objetivo claro te da foco y aumenta tu seguridad.
    • Seguimiento: Cuando sales de una reunión con un objetivo alcanzado (o no), es más fácil saber cuáles son los siguientes pasos. Ya sea un seguimiento, una propuesta o una segunda reunión, tener un objetivo claro simplifica la tarea de decidir qué hacer después.

    ¿Qué objetivos puedo marcar en reuniones de captación de clientes?

    Los objetivos en una reunión de ventas nuevas dependen principalmente del grado de avance en el que nos encontremos dentro del ciclo de captación. De esta manera, podemos establecer objetivos diferentes según la fase de la reunión:

    Reunión de prospección

    • Identificar si el cliente potencial se alinea con el perfil de cliente objetivo de la empresa.
    • o Descubrir las necesidades y problemas específicos del cliente potencial en situaciones en las que podamos aportar soluciones o mejoras.
    • Establecer una conexión inicial y construir una relación de confianza.
    • Conseguir una segunda reunión o visita, si se determina que el cliente potencial es una oportunidad válida.

    Reunión de primera vez o primera visita

    • Presentar a la empresa, sus valores y su propuesta de valor de manera clara y concisa.
    • Profundizar en el entendimiento de las necesidades específicas del cliente.
    • Demostrar cómo el producto o servicio puede aportar a las necesidades del cliente.
    • Conseguir el compromiso del cliente para recibir una propuesta detallada.

    Reunión para presentar la propuesta

    • Presentar una propuesta detallada, personalizada y ajustada a las necesidades previamente identificadas.
    • Abordar cualquier pregunta, objeción o inquietud que el cliente pueda tener respecto a la propuesta.
    • Conseguir el feedback del cliente y adaptar la propuesta si es necesario.
    • Intentar obtener un compromiso inicial, o entender los siguientes pasos para la negociación.

    Reunión de seguimiento o negociación

    • Resolver dudas o inquietudes específicas surgidas después de presentar la propuesta.
    • Negociar términos, condiciones y precios, si es necesario.
    • Reforzar los beneficios y el valor aportado por nuestro producto o servicio.
    • Acercarse a un acuerdo mutuo, estableciendo claramente los términos y condiciones finales.

    Reunión de cierre

    • Confirmar y reiterar los términos y condiciones acordados.
    • Obtener el compromiso final y la firma del contrato o acuerdo.
    • Planificar la implementación o entrega del producto/servicio.
    • Agradecer al cliente por la confianza y sentar las bases para una relación a largo plazo, enfatizando el servicio postventa y la atención al cliente.

    ¿Qué objetivos puedo marcar en reuniones con clientes habituales?

    En ventas recurrentes, dependiendo del tipo de reunión comercial que vayamos a realizar podemos marcar distintos objetivos, ya sea de manera individual o juntando varios en una misma reunión:

    Reunión Anual (planificación del trabajo esperado para el año que viene)

    • Evaluar y analizar logros y resultados obtenidos durante el año anterior.
    • Presentar tendencias de mercado, innovaciones y posibles cambios en el sector relevante para el cliente.
    • Definir metas y objetivos conjuntos para el próximo año.
    • Reafirmar el compromiso y la relación con el cliente, destacando la importancia de la colaboración a largo plazo.

    Reunión de seguimiento trimestral o cuatrimestral

    • Revisar y evaluar el progreso en relación con los objetivos y metas establecidos en la reunión anual.
    • Abordar y resolver cualquier desviación o inconveniente que haya surgido.
    • Ajustar estrategias o tácticas según los resultados obtenidos y las nuevas circunstancias.
    • Reforzar la comunicación y la relación con el cliente, demostrando interés constante en su satisfacción y éxito.

    Reunión motivada por caída de las ventas

    • Identificar y analizar las causas subyacentes de la caída en las ventas.
    • Discutir y comprender las percepciones y opiniones del cliente sobre la situación.
    • Proponer soluciones y estrategias para revertir la tendencia.
    • Definir acciones concretas y plazos para la implementación de las soluciones.

    Reunión para prescripción hacia clientes nuevos

    • Agradecer al cliente por su compromiso con nosotros.
    • Proponer, si somos nosotros de forma proactiva llevamos una lista de empresas para preguntar, y/o preguntar, si pedimos que sea el cliente quien nos nombre posibles clientes potenciales, por posibles empresas donde nuestros servicios/productos puedan encajar.
    • Acordar incentivos o beneficios para el cliente habitual en caso de una prescripción exitosa.

    Cómo crear un equipo comercial en España


    Podemos encontrar miles de artículos hablando sobre cómo formar al equipo de ventas, cómo motivarles, las mejores herramientas digitales para mejorar sus resultados…

    Sin embargo, muchas veces el atasco llega antes de tener a las personas que van a conformar equipo.

    ¿Cómo lo hago para contratar vendedores en España? ¿Dónde los encuentro?

    Y no hablamos sólo de un atasco que se produce en pequeñas empresas, estas preguntas pueden ser especialmente relevantes para empresas que están valorando España como un nuevo territorio en el que expandirse y buscan crear una red comercial propia (si este es tu caso, te recomendamos leer también el artículo de OBN& de cómo establecer una empresa en España, así como nuestro artículo de claves para desarrollarse en un nuevo territorio).

    En este artículo, exploraremos cómo identificar y contratar al perfil ideal para tu equipo de ventas B2B en España.


    ¿Qué es un perfil de vendedor ideal en ventas B2B?

    El perfil ideal de un vendedor B2B necesitará de un conocimiento más allá de las ventas, ya que para realizar venta consultiva necesitaremos de una combinación de características muy concretas.

    Por supuesto, las características pueden variar según el producto o servicio, el sector y el mercado. Sin embargo, siempre vas a encontrar estas cuatro áreas, en las que tienes que saber:

    • Escuchar y entender las dolencias del cliente y las implicaciones de estas, así como sus motivaciones.
    • Entender las particularidades de su negocio y de las situaciones a las que se enfrenta.
    • Conocer tu producto, cómo puede ayudarle a resolver esas situaciones que se encuentra y en qué se diferencia de la competencia.
    • Conocer técnicas de ventas para concertar, llevar el control de la reunión y hacer el seguimiento de las oportunidades.

    Pero no es fácil diferenciar a simple vista a los vendedores excepcionales. Por ello os recomendamos leer este otro artículo en el que conocer las características que podemos identificar en esos perfiles excepcionales.

    Un punto en el que sí queremos hacer especial hincapié es el de los buscar vendedores con experiencia en el sector. Está claro que la experiencia en la industria puede proporcionar una adaptación más rápida al producto, así como a identificar las necesidades del cliente.

    Sin embargo, también debemos tener en cuenta que los mejores perfiles ya están trabajando y nos va a costar más tiempo y recursos captarlos. Además, corremos el riesgo de que los vendedores con años de experiencia arrastren ciertas manías o hábitos que no encajen con la forma de trabajo de nuestra organización.

    En muchas ocasiones, es más eficiente contratar perfiles sin experiencia en ventas o en el sector, pero con las características y motivación que necesitamos y formarlos en ventas y producto.


    ¿Vendedores internos o externos?

    Si bien este tema se merece un artículo aparte, por la complejidad de los agentes comerciales en España (que por desgracia no funcionan igual de bien que en otros países), queremos dar unas pinceladas rápidas ya que es una de las primeras decisiones estratégicas que debemos tomar a la hora de conformar nuestro equipo de ventas.

    Nuestro consejo: No depender únicamente de agentes comerciales. Son muchas las empresas que, cuando vienen a España, quieren apoyarse exclusivamente en comerciales externos. Esto puede funcionar para reducir costes, sin embargo tu negocio será solo una pequeña parte de su portfolio y así serán los resultados. Por eso es mejor contar con un equipo de ventas que reporte directa y exclusivamente a tu compañía.


    El proceso de búsqueda y selección de candidatos

    Hay que mencionar que el proceso de búsqueda de vendedores es especialmente complejo, dado que no tenemos unos estudios específicos de ello. Además, en España tenemos una imagen denostada del comercial, como «vendedores de humo», que hace que muy pocos vendedores sean vocacionales y cueste más captar nuevo talento para este área.

    El proceso hasta llegar a la contratación de los perfiles de vendedor que nos interesan, lo dividimos en 3 partes:

    1. Encontrar y filtrar candidatos/as

    Encontrar candidatos calificados es a menudo el primer desafío. Redes profesionales como LinkedIn o Infojobs pueden ser una buena manera de llegar a mucha gente, pero el ratio de perfiles adecuados a lo que queremos suele ser muy bajo, convirtiéndose en un pozo de tiempo. Lo mismo podemos decir de las ferias de empleo y los eventos de networking.

    Por eso es tan importante aprovechar las referencias de tus propios empleados si tienes ya un equipo en España, ya que son la mejor fuente para llegar a perfiles adecuados de una manera rápida y más personalizada. 

    Si no lo logras con la recomendación, la experiencia nos dice que los mejores resultados se obtienen de externalizar el proceso inicial de captación (hay muchas posibilidades de agencias en función del perfil), entrando de manera personal en las últimas fases.

    2. Selección final candidato/a

    En esta etapa, cuando quedan de 2 a 5 perfiles, además de verificar sus habilidades y experiencia, os recomendamos evaluar a la persona para entender cómo le gusta trabajar, ¿está más orientado a personas o a procesos? ¿a objetivos o al ambiente del equipo?

    El análisis del perfil conductual DISC, del que hablaremos en otro post, puede ser muy interesante en este punto, ya que podemos crear un perfil ideal de lo que necesitamos y comparar a los diferentes candidatos/as contra ese perfil ideal.

    3. Gestionar la contratación

    Una vez que has encontrado al candidato ideal, es crucial gestionar correctamente el proceso de contratación. Presta atención a las regulaciones laborales en España y asegúrate de ofrecer un paquete salarial competitivo que refleje las habilidades y la experiencia del candidato. 

    El punto de cómo definir el salario es crítico y es una de las preguntas que más nos habéis repetido, por eso vamos a preparar un post dedicado específicamente a este tema, definiendo el equilibrio entre el salario variable y el salario fijo.

    No vamos a profundizar en la parte burocrática de la contratación ya que no es nuestro foco, pero os recomendamos externalizar también esta parte a empresas especializadas, como nuestros colaboradores de OBN& (especialmente si sois de fuera y no estáis familiarizados con la manera de contratar en España).

    7 consejos para mejorar resultados en reuniones

    La primer reunión de venta, en la que conocemos finalmente a nuestro cliente potencial, es en la que más cuidado debemos tener por los detalles.

    Ya sabemos que no hay una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

    Muchas veces nos centramos en la propia reunión en sí, y por supuesto hay que trabajar tanto su estructura como su contenido para poder llevar el control de la situación y que el resultado de la reunión se acerque lo máximo posible a nuestro objetivo antes de entrar.

    Lo que ocurre es que, a veces, le damos menos importancia al PRE (la preparación de la reunión y lo que hacemos al llegar a ella) y al POST.

    Hoy nos vamos a centrar en 7 recomendaciones para trabajar antes de iniciar la reunión, una vez lleguemos a las instalaciones del cliente potencial y nos vayamos a sentar con este.

    Llegar 10 minutos antes

    Estar unos minutos antes de la hora de la visita no sólo nos ayudará con los imprevistos que puedan surgir.

    Nos permitirá además recopilar información del entorno que nos sea de utilidad en la reunión (sistemas que utilizan, personal, branding…)

    Si se retrasa, no esperar más de 7 minutos

    Si 7 minutos después de la hora de la reunión no hemos tenido aún noticias de nuestro interlocutor, debemos actuar.

    Ya sea con una llamada (si la reunión era online) o acudiendo al mostrador, indicaremos el retraso poniendo en valor nuestro tiempo.

    Eso sí, siempre debemos poner por delante que entendemos la situación y salvar el honor del cliente, proponiendo reagendar la reunión si es necesario.

    Dejar que él/ella inicie el saludo

    Cuando visitamos a un cliente en sus oficinas, estamos en su casa.

    Por ello, debemos dejar que sean ellos quienes inicien el saludo, ya sea dando la mano, dos besos o ninguna de las anteriores. Esto evitará muchos momentos incómodos.

    Será al despedirnos donde tomaremos el control y podemos llevar la iniciativa del saludo.

    Persona concertada = Persona en reunión

    En ocasiones, el interlocutor con el que íbamos a hablar nos deriva a otra persona en el momento de la reunión.

    Por desgracia, esta segunda persona raramente es quien toma decisiones y no es por tanto nuestro interlocutor ideal.

    Si la persona (decisora) con la que habíamos fijado la reunión no puede en ese momento, es mejor reagendar el encuentro para otro día.

    Evita los mostradores

    Especialmente cuando nos dirigimos a negocios pequeños que atienden al público, es común que nuestro interlocutor nos diga “cuéntame aquí mismo”, refiriéndose al mostrador.

    Sin embargo, este es un punto que nos interesa evitar siempre, dado que su atención no va a estar al 100% en nosotros y corremos el riesgo de tener que parar la reunión si entran clientes que deben ser atendidos.

    Evita las ventanas de fondo

    Cuando estamos cara a cara con un cliente, especialmente la primera vez, es muy importante estar atentos a las reacciones y detalles de su conducta cuando estamos hablando.

    Tener una ventana de fondo que nos pueda deslumbrar hará que no podamos ver bien estos detalles, perdiendo información que podría ser de mucha utilidad.

    También hay que tener en cuenta qué entra en el campo de visión del cliente y evitar, por ejemplo, las cristaleras donde esté viendo pasar personas de su oficina que le puedan suponer una distracción.

    Evita las posturas enfrentadas

    Las posturas enfrentadas, situándonos enfrente del cliente con nuestro cuerpo enfocando directamente hacia el suyo (sin ladearnos ligeramente), genera una tensión innecesaria, especialmente en los primeros encuentros.

    Esta tensión no va a favorecernos y puede solucionarse fácilmente con girar levemente la silla o sentarnos ligeramente ladeados.

    Herramientas para el filtrado de ideas

    El objetivo del filtrado es encontrar las ideas que mejor se ajusten a las necesidades de los usuarios y capacidad de la empresa, suponiendo un beneficio para esta.

    La clave es hacerlo con los mínimos recursos posibles. Es decir, evitando profundizar en exceso en ideas que posteriormente no se vayan a aprovechar.

    Para ello, debemos tener una diferencia muy clara: No es lo mismo filtrar que seleccionar.

    En la fase de filtrado, quitamos lo malo, las ideas que no sirven.

    En la fase de selección, valoramos las ideas desde diferentes puntos de vista para quedarnos las que mejor se ajusten.

    Este proceso es muy similar al filtrado de productos que podemos ver en nuestro día a día, como en los alimentos que llegan finalmente al lineal del supermercado.

    No existe un único proceso, sino que debemos filtrar poco a poco.

    Por ejemplo, si pensamos en cómo filtran los pistachos que llegan a la bolsa que nos comemos, lo primero que hacen es quitar las hojas, después separar los que están vacíos, quitar los cerrados, eliminar los que tengan algún tipo de mancha y finalmente, filtrar por tamaños (dejando para repostería los más pequeños).

    En innovación vamos a hacer algo parecido con las ideas. En el ejemplo, hay una máquina especializada para cada uno de los filtrados. Aquí haremos lo mismo, seleccionando herramientas que nos ayuden a filtrar las ideas y seleccionar posteriormente las que mejor se ajusten.

    Primera etapa: El filtrado

    Esta es la etapa de quitar las ideas que no valen.

    Las malas, esas que todos sabemos que no hay mucho que rascar, bien sea por estar fuera de foco, ser completamente irrealizables, falta de originalidad, etc.

    El filtrado no requiere de debate, todos estaremos de acuerdo en que las ideas que se quedan fuera no son las de mayor potencial (en caso de debate, dejamos que pasen esta fase y ya las analizaremos más adelante).

    Os recomendamos probar estas 2 técnicas tan sencillas como ágiles a la hora de realizar el filtrado:

    In & Out

    En esta técnica, clasificamos las ideas en “In” (las que seguiremos trabajando) y “Out” (las descartadas).

    Para ello le preguntamos al grupo al completo, para que nos digan una a una cuáles seguirían trabajando y cuáles no.

    Deberíamos limpiar al menos el 50% de las ideas.

    Los 3 votos

    Cada participante vota las 3 ideas (o grupos de ideas) que más potencial considera que tienen para seguir trabajando en ellas.

    Algunas ideas recibirán varios votos y otras ninguno. Podemos quedarnos todas las que tengan 1 voto o poner el límite más alto, dependiendo del número de participantes e ideas.

    Segunda etapa: La priorización

    La priorización es la etapa para poner en común distintos puntos de vista y quedarnos con las mejores ideas.

    Aquí sí buscamos el debate entre los participantes y analizaremos las ideas desde todos los puntos de vista:

    ¿Es factible con nuestra capacidad técnica y presupuesto?

    ¿Es innovadora y nos diferencia respecto a la competencia?

    ¿Está alineada con lo que los clientes buscan y por lo que están dispuestos a pagar?

    ¿Somos los indicados para llevarla a cabo?

    Para la priorización muchas veces no sirve con utilizar una sola técnica, sino que hacemos pasar a las ideas por varias etapas, utilizando diferentes ténicas para verlas desde diferentes puntos de vista.

    Tres de las herramientas que recomendamos utilizar son:

    Votación de Fibonacci

    Las votaciones numéricas tienen el problema de que diferenciar entre un 8 y un 9 a veces es muy difícil, acrecentándose esta diferencia cuanto más alto es el valor que queremos dar.

    Por eso, a la hora de evaluar el potencial o incluso la dificultad de implantación de una iniciativa, es muy recomendable hacerlo mediante una escala distinta, no lineal.

    En este caso, la votación de Fibonacci se usa para valorar con una de estas puntuaciones: 1, 3, 5, 8, 13 ó 21.

    De esta manera, si alguien vota con 21 es porque realmente considera que la idea tiene un potencial muy alto, mientras que en caso contrario lo dejará en 13.

    Los 100€

    En esta técnica, que se puede hacer individualmente o en grupo, se da a los participantes 100€ (mejor si son físicos, aunque de mentira) y estos tienen que repartirlos entre las ideas, pensando en cómo repartirían esa inversión si el dinero fuera suyo. Por cuál apostarían.

    Pueden repartirlos con total libertad, dejando todo en 1 idea, repartiendo a partes iguales o desiguales entre varias… como ellos consideren que realmente harían una inversión económica real.

    Esta técnica es muy útil porque nos ayuda a bajar a tierra las ideas y plantearnos si realmente merecen o no la pena, pensando en términos económicos (que resulta más sencillo y objetivo).

    Checkerboard

    En esta técnica desarrollamos una lista de los criterios más relevantes para evaluar las ideas y los escribimos en la parte superior de la matriz (puede ser viabilidad, usabilidad, potencial, innovación…).

    Para cada idea, valoramos qué puntuación le damos en cada uno de los criterios, pudiendo utilizar valoraciones lineales (ej: del 1 al 5) o la votación de Fibonacci.

    Esta herramienta es muy versátil ya que nos permite crear columnas con mayor peso para la puntuación final, establecer cuáles tienen que tener un mínimo de puntuación para que la idea «pase de fase», etc.

    Además de estas técnicas, es muy recomendable que en la priorización fomentemos el debate desde todos los puntos de vista, para lo cual nos puede ayudar la técnica de los 6 sombreros para pensar, que ya vimos en este artículo del blog.

    Entrevista Mariano Peralta

    Os traemos el resumen de una entrevista con un enfoque muy distinto a las anteriores. Y es que escuchar a gurús, consultores y expertos en en ventas es muy útil para adquirir el conocimiento teórico.

    Pero queríamos tocar la calle.

    Conocer de primera mano las problemáticas que encuentra un director comercial en su día a día y cómo las resuelve para gestionar y liderar a su equipo de la mejor manera.

    Y nadie mejor para comenzar con este nuevo enfoque que Mariano Peralta, cliente y amigo, con el que hemos compartido grandes charlas sobre ventas en privado y ahora también públicamente. Esperamos haber conseguido condensar en esta entrevista esa visión tan especial que tiene Mariano sobre las ventas.

    Las lecciones de la calle

    Son muchos los aprendizajes con los que podemos quedarnos de esta entrevista, tanto a nivel de proceso como de la propia persona.

    Os dejamos aquí un resumen de los puntos que más nos han impactado:

    «Un comercial precisa ser muy responsable y honesto consigo mismo.»

    En esta entrevista debemos destacar la humildad como el valor principal en torno al que gira todo. No solo la humildad de Mariano, sino la que él espera de sus comerciales a la hora de gestionar sus carteras de clientes.

    Y es que esta es la clave para definir si estamos consiguiendo todo lo que podríamos de cada cliente y en qué cosas debemos mejorar, como empresa y como persona, para detectar dónde podemos utilizar mejor nuestro tiempo y luchar así contra la inmediatez.

    «Cuando la segmentación del mercado es muy agresiva, algunos clientes quedan en segundo plano. Esos son la clave.»

    Mariano hace énfasis en la importancia de revisar nuestra segmentación del mercado de manera periódica, trimestral o semestralmente, para asegurarnos de si el potencial que habíamos marcado para un cliente concreto continúa o no siendo el mismo.

    Es en esta flexibilidad a la hora de modificar el potencial de un cliente donde podemos sacar ventaja a los grandes competidores, que son más lentos en detectar a esas empresas que por facturación no son tan llamativas a priori pero que tienen casuísticas especiales que hacen que para nosotros puedan ser clientes de gran rentabilidad.

    «Las oportunidades son la métrica más importante»

    Las oportunidades son para Mariano la métrica clave para un director comercial, ya que son lo que permite definir ratios, sacar conclusiones de dónde estamos generando más negocio y definir la estrategia futura. Y asegura que, en una oportunidad, el 50% es el seguimiento de la misma.

    Asegura que si queremos generar oportunidades, lo primero es entender qué necesita el cliente. Y para ello, podemos ayudar a los comerciales a preparar las preguntas que deben realizar para que estas necesidades aparezcan en la reunión.

    Además, para restar el estrés de la reunión mensual de seguimiento de oportunidades, recomienda establecer la rutina del seguimiento semanal individual con los comerciales, para revisar su evolución de una manera más informal, ayudarles a crear hábito y llegar a la reunión mensual con menos presión.

    «Tenemos miedo al NO»

    Mariano considera la procrastinación como una parte inevitable de la vida y, en ventas, no nos libramos de ella. Especialmente, cuando hablamos de salir a captar clientes nuevos y es que todo se centra en el miedo a que nos digan que no.

    Para afrontar esta situación, Mariano nos da tres consejos muy útiles:

    -No dejes lo que no te gusta para el final. Intenta poner esas acciones que menos te gustan al principio de la jornada y las atacarás con otra mentalidad.

    -Cuando vas a cliente nuevo, juegas con la ventaja de que si algo va mal, no tienes que volver a ver a esa persona, por lo que se puede quitar hierro. Haz muchas, muchas visitas de venta nueva, hasta que rompas el hielo contigo mismo y pierdas ese miedo, porque ahí es donde puedes crear nuevas cuentas que hasta ahora no existían y que te acercarán muchísimo a los objetivos.

    -Trabaja muy bien la manera de presentar tu empresa, porque según como presentes la misma compañía o producto, puede ser interesante o no.

    «Los que tenemos la suerte de trabajar en estrategia, somos tan buenos como lo son nuestros equipos»

    Mariano resalta que debemos poner en foco en motivar al equipo, con estrategias, herramientas y productos que les motiven, ya que son nuestros primeros clientes.

    El director comercial debe tener la voluntad de trabajar en equipo, entendiendo que el éxito de cada persona de su equipo es un éxito para sí mismo, ya que genera un efecto de retroalimentación. No solo hablando de comerciales, sino con los departamentos de SAC, producción, logística… entendiendo que cuando no podamos encontrar una respuesta por nosotros mismos debemos apoyarnos en el resto del equipo para lograrlo, entendiendo la compañía como un todo.

    El secreto es ir hacia delante, sin dejar a nadie atrás.

    No te pierdas el resto de entrevistas

    La entrevista a Mariano Peralta es la cuarta de esta iniciativa en la que nos iremos entrevistando con diferentes profesionales de las ventas: directores comerciales de compañías de prestigio y personalidades reconocidas a nivel nacional e internacional, que nos hablarán de su experiencia comercial y de las claves para llegar a donde están a día de hoy.

    Técnicas de venta, herramientas, reflexiones, liderazgo de equipos…

    Sigue todas las entrevistas en nuestros diferentes canales:

      5 métodos efectivos para generar mejores ideas

      Casi siempre que oímos a una empresa decir que han juntado a su equipo interno (o incluso a externos) para buscar nuevas soluciones a sus retos, esto se reduce a lanzar preguntas al aire y esperar que surjan ideas distintas a todo lo que se venía haciendo hasta ahora.

      Lo cierto es que esto es muy complicado que ocurra. En muchos casos, donde no es la primera vez que se hace una reunión de este tipo, casi imposible.

      Y es que, por cómo funciona nuestra cabeza, para generar ideas innovadoras, es necesario utilizar métodos de generación de ideas que fomenten enfoques diferentes y que nos hagan salirnos de la línea habitual de pensamiento.

      Para ello, son muchas las herramientas que nos pueden ayudar y hoy vamos a explicar algunas de nuestras preferidas.

      Y aquí hay que hacer una diferenciación importante: ¿Queremos que surjan muchas ideas poco desarrolladas o pocas ideas, pero con un grado de desarrollo mayor?

      Cuando estamos buscando algo diferente, lo mejor es acudir a técnicas que nos permitan generar un volumen de ideas muy alto y con poco desarrollo, mientras que, si queremos ideas factibles y bien dirigidas, debemos utilizar herramientas más orientadas al debate. Por supuesto no son incompatibles y podemos usar primero unas y luego las otras, sabiendo lo que perseguimos en cada caso.

      IMPORTANTE: No olvidemos gestionar correctamente la energía creativa del grupo, preparando una introducción o dinámica de primer contacto con la que enchufar al grupo antes de comenzar con las técnicas de generación de ideas que vamos a explicar.

      ¿Quieres muchas ideas? Haz un brainstorming (uno bien hecho)

      El brainstorming es una de las técnicas más conocidas, nos permite generar muchísimas ideas, siendo relativamente sencillo que aparezcan 50 o 100 conceptos diferentes al utilizar esta técnica. Y sí, muchas de esas ideas van a ser completamente inservibles, que eso no os preocupe ahora.

      El problema con esta técnica es que casi siempre se realiza MAL.

      Para realizar un brainstorming efectivo, es esencial ser estrictos con estas normas: 

      • Toda crítica está prohibida.

      • Toda idea es bienvenida. Tantas como sea posible

      • No monopolizar el tiempo de debate. Evitar desarrollar las ideas en exceso.

      Para facilitar esto, la recomendación es que haya siempre 2 moderadores, uno encargado de dinamizar, dar turnos de palabra y asegurar que se cumplan estas normas y otro que recoja todas las ideas mencionadas.

      También es labor del dinamizador evitar los bloqueos, por eso es recomendable tener preparadas una serie de provocaciones creativas con las que desatascar y hacer pensar a la gente en otras direcciones (¿y si fuese un videojuego?, ¿si fuese desechable o reutilizable?, ¿si fuésemos una startup cómo lo enfocaríamos?)

      Método de asociaciones forzadas para ideas más guiadas

      Las asociaciones forzadas son una técnica que nos permite generar ideas de una forma más guiada que el brainstorming.

      La clave está en que esta técnica nos obliga a pensar de una manera muy concreta, relacionando características del producto/servicio sobre el que estamos trabajando, consiguiendo que nazcan nuevas ideas de estas relaciones.

      Entre todos los participantes, se acuerdan los grupos conceptuales más relevantes que influyen en el producto o servicio.. 

      Dentro de cada uno de estos grupos se determinan las diferentes posibilidades. Por ejemplo, dentro de ubicación para los columpios encontramos parques, centros comerciales, plazas, azoteas o que sean portátiles.

      Una vez completada esta tabla, se eligen algunos de los elementos señalados (puede elegirse manualmente o de forma aleatoria) y se obliga a los participantes a generar ideas teniendo en cuenta esos elementos. Por ejemplo, ideas para túneles de plástico en centros comerciales destinados a los padres.

      Si se han hecho 4 columnas, se recomienda aceptar todas aquellas ideas que relacionen 3 de los 4 elementos seleccionados. En el ejemplo, valdría idear sobre un túnel de plástico para profesionales que no se encontrase en un centro comercial.

      Se puede repetir el proceso tantas veces como se estime necesario. Y podemos gamificarlo fácilmente con un dado o similar que nos aporte aleatoriedad.

      Método 635: colaboración estructurada para profundizar en las ideas 

      El 6-3-5 debe su nombre a los elementos que utiliza:

      • 6 personas
      • 3 ideas
      • 5 minutos

      La clave en este caso reside en que el estímulo creativo te lo van a dar tus propios compañeros, ya que la técnica obliga a que mejores las ideas que ellos han generado.

      La dinámica se ejecuta del siguiente modo, con 6 participantes puestos entorno a una mesa:

      1º. Cada participante dedica 5 minutos a generar y escribir 3 soluciones al reto planteado, de manera individual.

      2º. La hoja sobre la que ha apuntado las iniciativas pasa al participante de la derecha, que trabajará ahora sobre ellas (mientras que él habrá dado la hoja con sus ideas al participante a su derecha).

      3º. Este participante dispone ahora de 5 minutos para leer las ideas que ha recibido y proponer mejoras o desarrollar las iniciativas propuestas por el participante anterior, escribiendo una mejora para cada una de las ideas que ha recibido.

      4º. Se repite el proceso hasta que todos los participantes han trabajado en todas las iniciativas inicialmente creadas, de tal forma que cuando el participante reciba la hoja en la que ha escrito inicialmente sus 3 ideas, cada idea contará con cinco mejoras hechas por otros.

      5º. Cada participante dispone de 3 min (1min por vía) para presentar al resto de participantes el resultado final de las iniciativas creadas.

      Método de los 6 sombreros para pensar

      Muchos proyectos fallan porque no se han tenido en cuenta todos los enfoques a la hora de analizar la idea de partida.

      Esto es precisamente lo que busca evitar el método de los 6 sombreros para pensar, donde nos obliga a adoptar las mentalidades necesarias para no dejarnos nada en el tintero:

      • Liderazgo
      • Empatía
      • Crítica
      • Creativa
      • Económica
      • Experiencia

      Estas diferentes visiones están explicadas más al detalle en nuestro post de cómo combinar perfiles para trabajar en equipo.

      Básicamente lo que buscamos con esta técnica es que todas las visiones sean representadas en la sesión y para ello tenemos 3 posibilidades de cómo hacerlo:

      1. Damos a cada participante el sombrero que mejor se adapte a su forma de ser (para esto deberemos asegurarnos de tener personas de todos los perfiles).
      2. Rotamos los sombreros de tal forma que cada vez nos obligue a pensar desde un punto de vista.
      3. El dinamizador es quien determina con qué enfoque hay que pensar en cada momento y todo el grupo piensa en esa dirección hasta que el dinamizador indique lo contrario.

      World Café: una técnica para abordar múltiples retos

      En este caso la técnica del World Café lo que nos permite es generar varios debates en paralelo, de tal forma que se trabajen simultáneamente distintos retos, sin renunciar a que todo el mundo aporte su visión en todos los retos.

      ¿Cómo funciona?

      1º Se separa a los participantes por grupos y a cada grupo le corresponde una mesa.

      2º A cada mesa se le proporciona un tema a tratar (que serán diferentes de una mesa a otra) y se asigna un “coordinador de mesa”, que será el participante encargado de dinamizar ese debate y anotar los resultados.

      3º Se debate durante 15 min de los temas dados, mientras el coordinador de mesa anota, de manera muy sintetizada, las posturas principales aparecidas y las conclusiones generales del debate.

      4º Cuando acaba el tiempo, todos los integrantes del equipo excepto el coordinador de mesa rotan a la siguiente mesa (en la que habrá otro coordinador esperándoles).

      5º El coordinador de mesa explica a los nuevos integrantes de su mesa el debate sobre el que se está trabajando y las conclusiones a las que se ha llegado con el grupo/ grupos anteriores y comienza un nuevo debate de 15min.

      6º Se repite el proceso de rotación hasta que los equipos han debatido en todas las mesas, que serán tantas como retos queremos trabajar.

      7º Los coordinadores de mesa exponen las conclusiones a las que se ha llegado en su debate.

      Claves para desarrollarse en nuevos territorios


      Adentrarse en nuevos territorios es un paso crucial en el crecimiento y expansión de muchas empresas, si bien no suele tratarse de un paso sencillo, ya que las oportunidades que nos brindan estos nuevos territorios entran en conflicto con las dudas y riesgos que acarrea tomar esta decisión.

      La internacionalización de un negocio es un proceso que requiere planificación, investigación y adaptación. En este artículo, nos enfocaremos en las claves para desarrollarse en un nuevo territorio, enfocándonos especialmente en la parte de ventas. Te brindaremos consejos útiles y prácticos para que puedas llevar tu negocio al siguiente nivel y conquistar nuevos horizontes.

      Tanto si eres una empresa española que quiere ir al extranjero como una empresa de fuera que quiere comenzar su negocio en España, deberías poner especial atención en estos puntos:


      1. Conocer la situación de partida

      Es fundamental llevar a cabo una investigación exhaustiva del mercado objetivo. Es necesario analizar el entorno económico, político, social y cultural del país en el que se desea ingresar. Algunos aspectos clave a tener en cuenta incluyen:

      Tamaño del mercado

      Lo primero que debemos conocer es el volumen total del mercado al que nos queremos dirigir. Debemos saber quién compra y cuánto compra. Y, por supuesto, descargar el listado de clientes potenciales.

      Competencia y cuota

      Sabiendo el volumen de mercado, el siguiente paso es conocer a los actores que ya operan en él y sus economías de escala o ventajas competitivas, para calcular qué cuota podríamos conseguir.

      Costes de establecimiento y operación

      De un territorio a otro, puede variar significativamente la inversión en infraestructura, contratación de personal (y capacitación de este), los costes de marketing… Por eso debemos saber cuánto podemos invertir.

      Regulación y leyes locales

      Los gobiernos pueden dificultar o facilitar la entrada de empresas en sus mercados. Nuestros colaboradores de OBN& tienen un artículo profundizando en este tema concreto que podéis visitar aquí.

      Preferencias de los consumidores

      Las tendencias del mercado y los gustos de los clientes pueden variar enormemente de un territorio a otro, ya sea por motivos socio-económicos, culturales, climáticos o simplemente modas.


      2. Adaptar el producto o servicio

      Una vez que se ha analizado el mercado, es importante adaptar el producto o servicio a las necesidades y expectativas de los consumidores locales. Esto puede implicar cambios en el diseño, empaque, idioma, precio y características del producto.

      La localización también puede incluir ajustes en la estrategia de marketing y comunicación para asegurar que los mensajes sean relevantes y atractivos para el público objetivo. 

      Por ejemplo, si somos una empresa de limpieza que abre mercado en Emiratos Árabes, no podemos mantener los envases con la estética aplicada en otros países, que muestren los resultados antes y después de utilizar el producto… o el resultado de la campaña será desastroso. Y es que la lectura de derecha a izquierda en esos países haría parecer que los productos ensucian, en lugar de limpiar.


      3. Definir la estrategia comercial

      Independientemente del país al que queremos dirigirnos, lo cierto es que encontramos errores que se repiten una y otra vez, más allá de no cumplir con los 2 puntos ya anteriormente citados de conocer la situación y adaptar el producto.

      Por eso, debemos hacer énfasis en la importancia que tiene para el éxito comercial en el nuevo país actuar de esta manera:

      1. Seleccionar cuidadosamente el canal: Uno de los errores que más encontramos es comenzar un proyecto de expansión llamando partner a cualquiera, sin hacer una criba de qué es lo que realmente espero de ese canal, si necesito técnicos o comerciales y sin marcar unas líneas claras en los objetivos y la relación que se va a mantener.

      2. Disponer de una persona en interno: El nivel de incertidumbre de los proyectos de internacionalización es muy alto, por eso siempre debemos tener una persona de la casa que supervise y lidere a los diferentes actores implicados. Independientemente de que nos apoyemos en externos, es clave que no perdamos ese control del proceso.

      3. Realizar un seguimiento constante: Los planes nunca se cumplen. Podemos quedarnos cortos o pasarnos de largo, pero jamás se acierta en todos los detalles. Por eso es tan importante realizar un seguimiento constante, que nos sirva para tomar decisiones a tiempo. Para ello, las tecnologías de data management son herramientas de negocio muy útiles.

      4. No depender únicamente de agentes: Son muchas las empresas que, cuando vienen a España, quieren apoyarse exclusivamente en comerciales externos. Esto puede funcionar para reducir costes, sin embargo tu negocio será solo una pequeña parte de su portfolio y así serán los resultados. Por eso es mejor contar con un equipo de ventas que reporte directa y exclusivamente a tu compañía.

      5. Apoyarse en expertos en la zona: Hay conocimientos concretos del territorio en el que vivimos que, si bien son intuitivos y naturales para nosotros, pueden ser muy complejos de entender desde fuera. Por eso es clave apoyarse en personas autóctonas, internas o externas, que puedan ayudarnos con el mensaje, las asociaciones, el mercado, etc.

      Venta nueva: De lo táctico a lo operativo

      En una reciente entrada en el blog, vimos los elementos clave de la estrategia para trabajar con una cartera de clientes existente, lo que llamamos VENTA RECURRENTE. Y analizamos cómo realizar en ese caso la planificación táctica y operativa.

      En el post de hoy, nos vamos a centrar en la otra parte importante de toda estrategia de crecimiento de una empresa: la captación de clientes nuevos, lo que llamamos la VENTA NUEVA.

      Hoy en día, tal y como está el mundo empresarial, la adquisición de nuevos clientes es un elemento vital para el éxito de cualquier negocio, ya que permite el crecimiento, la diversificación y la consolidación en el mercado.

      Atraer y retener a nuevos clientes requiere de un enfoque bien planificado y estructurado que abarque todos los aspectos del proceso de ventas, desde la estrategia de alto nivel hasta la implementación de tácticas y acciones específicas.

      Para lograr efectividad en la adquisición de nuevos clientes, es necesario implementar un proceso que abarque los tres niveles clave: estratégico, táctico y operativo.


      Plano estratégico: Definiendo objetivos y dirección

      El plano estratégico es el punto de partida para cualquier plan comercial, ya que establece el rumbo y las metas a largo plazo. Aquí, la empresa debe definir sus objetivos generales de ventas, identificar las oportunidades de mercado y evaluar sus recursos. En esta etapa, se deben analizar elementos como la segmentación del mercado, la propuesta de valor y la ventaja competitiva.

      La clave para captar nuevos clientes en el plano estratégico es identificar oportunidades de crecimiento y definir un enfoque claro. Esto puede incluir la expansión a nuevos mercados, la creación de alianzas estratégicas o la adopción de tecnologías emergentes.

      El objetivo que marquemos en venta nueva dependerá de nuestro mercado y tipo de clientes, ya que hay negocios con mucha mayor dependencia de la captación de nuevas cuentas.

      Sin embargo, sí debemos tener en cuenta que, incluso en modelos que se basan en la recurrencia, debemos dedicar una parte de nuestros recursos a la captación proactiva de nuevo cliente. Y es que, por los movimientos habituales del mercado (empresas que cierran, clientes que nos quita la competencia…) nos vamos a encontrar con al menos un 7% de clientes de nuestra cartera que desaparecen anualmente.

      En esta gráfica podemos ver la dependencia de cliente nuevo que tienen las empresas españolas, según los resultados que obtuvimos en nuestro Estudio sobre la gestión de departamentos comerciales.


      Plano táctico: Diseñando el camino al éxito

      Una vez establecido el plano estratégico, se debe desarrollar un plano táctico que detalle cómo la empresa logrará sus objetivos a mediano plazo. Aquí, se deben definir las acciones específicas que se llevarán a cabo para captar nuevos clientes y aumentar las ventas.

      Estas acciones pueden incluir la implementación de promociones, la mejora de la comunicación con el cliente o el fortalecimiento de la presencia online.

      El plano táctico también debe considerar la asignación de recursos y la definición de los indicadores clave de rendimiento (KPI). Al monitorear y medir el progreso, la empresa podrá ajustar sus tácticas en función de los resultados obtenidos y garantizar un enfoque orientado al logro.

      Ejemplos de acciones que podríamos realizar en el plano táctico enfocándonos a la captación de nuevos clientes, podrían ser:

      Estrategia
      de contenidos

      Desarrollar y compartir contenido relevante y de calidad, es decir, que aporte algún valor al lector, en el sitio web, blog y redes sociales de la empresa. El objetivo no sería tratar de vender directamente nuestros productos o servicios, sino más bien, darles acceso a información útil y valiosa sobre situaciones, problemáticas, posibles soluciones que funcionan en su sector y/o tendencias del mercado, para tratar de posicionarnos como un referente en la materia.

      Alianzas
      estratégicas

      Establecer colaboraciones con otras empresas, centros de relación o perfiles influyentes que puedan complementar o mejorar la oferta de productos o servicios que nuestra empresa propone. Estas alianzas pueden atraer a nuevos clientes al ampliar el alcance y la visibilidad de la marca en diferentes segmentos del mercado.

      Eventos y ferias comerciales

      Participar en eventos y ferias comerciales, donde se puede presentar la oferta de la empresa a una audiencia nueva y amplia. Estos eventos permiten establecer contactos y generar oportunidades de negocio. Siempre decimos que la clave de estos eventos no está tanto en el propio evento en sí, sino en cómo lo preparas y qué haces después del evento con la información obtenida.

      Desarrollar una propuesta de valor

      Desarrollar una propuesta de valor clara y convincente que destaque las ventajas de los productos o servicios que se ofrecen en comparación con la competencia.

      Definir un perfil del cliente ideal

      Definir las características y comportamientos del cliente ideal permitirá enfocar los esfuerzos de ventas en aquellos clientes nuevos que son más propensos a comprar los productos o servicios de la empresa.

      Establecer un proceso de ventas

      Establecer un proceso de ventas claro y definido permitirá a los vendedores ser más efectivos en la identificación y cierre de oportunidades de venta nueva.


      Plano operativo: Ejecutando acciones concretas

      El plano operativo es el nivel en el que se ejecutan las acciones concretas para alcanzar los objetivos establecidos en los niveles estratégico y táctico. Es el punto en el que se llevan a cabo todas las actividades establecidas de forma diaria, semanal y/ mensual. Es fundamental establecer una comunicación fluida entre los miembros del equipo y asegurar que todos comprendan sus responsabilidades y metas.

      Para captar nuevos clientes en el plano operativo, es crucial garantizar una excelente atención al cliente, desarrollar relaciones sólidas y mantener un seguimiento efectivo de las oportunidades de venta. Además, es importante no descuidar a los clientes actuales, ya que su satisfacción y fidelización pueden generar referencias y, en consecuencia, nuevos clientes.

      Ejemplos de acciones que podríamos realizar en el plano operativo enfocándonos a la captación de nuevos clientes, podrían ser:

      1. Prospección activa: Realizar acciones de búsqueda y contacto con potenciales clientes a través de llamadas telefónicas y/o visitas presenciales. Son el primer punto para identificar oportunidades de venta y establecer relaciones con nuevos clientes.
      2. Seguimiento de leads y oportunidades: Implementar un proceso sistemático de seguimiento y gestión de leads y oportunidades, para asegurar un contacto oportuno y personalizado con los clientes potenciales interesados en los productos o servicios de nuestra empresa.
      3. Capacitación de personal de ventas: Proporcionar a los vendedores formación continua en técnicas de venta, comunicación y negociación. Un equipo de ventas bien capacitado y motivado es clave para captar nuevos clientes y cerrar negocios con más efectividad.
      4. Campañas especiales y promociones: Lanzar campañas limitadas o promociones exclusivas para nuevos clientes, incentivando su interés en los productos o servicios de la empresa y motivándolos con ello a realizar una compra.
      5. Medición y análisis de resultados: Monitorear el rendimiento de las acciones de venta y utilizar los datos para ajustar y mejorar las estrategias y tácticas. El análisis de resultados permite identificar áreas de oportunidad y optimizar el proceso de captación de nuevos clientes.


      Conclusiones

      En resumen, un plan comercial exitoso debe integrar de manera efectiva los niveles estratégico, táctico y operativo, tanto en la parte de cartera actual de clientes (venta recurrente) como en la parte de captación de clientes nuevos (venta nueva). Dependiendo el peso que la cartera de clientes tenga en el objetivo/estimación de facturación, habrá que poner mayor o menor esfuerzo en la captación de clientes. Eso sí, siempre recomendamos que todo plan comercial al menos tenga un 10% de peso sobre el mercado nuevo que queramos trabajar.

      Es importante recordar que el objetivo principal es atraer a los clientes potenciales y convencerlos de que vale la pena, al menos probar, los servicios o productos de nuestra empresa. Al enfocar los esfuerzos de ventas en aquellos clientes que tienen mayor potencial, se pueden lograr mayores resultados con menor esfuerzo 😉

      Cómo presentar una propuesta comercial

      En el mundo de los negocios, hacer una propuesta comercial es vital tanto para cerrar acuerdos con clientes recurrentes como para conseguir nuevos clientes.

      Puede marcar la diferencia entre ganar o perder un contrato y, por lo tanto, es fundamental que los integrantes del equipo comercial dominen las habilidades necesarias para hacer una propuesta efectiva y defenderla con éxito.

      Además, genera confianza en el cliente potencial, ya que muestra que el comercial ha hecho su trabajo y tiene una comprensión clara de sus necesidades .

      Hay que tener en cuenta que, si bien una buena propuesta escrita puede sentar las bases para la negociación, es en la reunión cara a cara donde se pueden resolver las dudas y objeciones del cliente y, por lo tanto, obtener su aprobación. 

      Para preparar la propuesta, debemos tener en cuenta:

      1. Los ingredientes de la propuesta.
      2. Preparar el entorno ideal para presentarla.
      3. El formato de la propuesta. 
      4. Proceso de presentación de la propuesta.

      1. Los ingredientes de la propuesta.

      Para poder confeccionar una buena propuesta, debemos asegurarnos de contar con la siguiente información:

      • Conocer la situación histórica y actual que vive el cliente.
      • Conocer la situación en la que desea estar, qué quiere conseguir y para cuándo.
      • Por qué es tan importante conseguirlo y conseguirlo en tiempo.
      • Qué le impide o limita estar en esa situación deseable.
      • Quiénes son las personas que influyen y/o deciden.
      • Qué elementos le harán decidir y qué peso tendrán en la decisión.
      • Tener claro qué elementos de mi empresa conformarán la propuesta que hará que mi cliente consiga su objetivo.
      • Por qué me va a elegir a mí y no a otro proveedor.
      • Cuál es el valor, económico o no, que espero a cambio.
      • Cuáles son los límites de negociación en cada línea de valor.

      2. Preparar el entorno ideal para presentar la propuesta

      Para presentar la propuesta en un ambiente ideal, debemos tener en cuenta con antelación 2 momentos clave:

      LA REUNIÓN PREVIA:
      Además de recoger toda la info del punto anterior, es el momento en el que el cliente verbalizó su interés en conocer una propuesta y en el que está más sensibilizado con su situación. Por eso, es el momento que debemos aprovechar para agendar una próxima reunión, en la que presentar la propuesta.

      LA ELECCIÓN DEL ESPACIO:
      Necesitamos un entorno en el que podamos poner la propuesta en valor y defenderla. Es decir, al igual que habremos hecho en la reunión previa para conocer al cliente, debemos crear un espacio físico en el que tengamos la máxima atención de los perfiles participantes, libre de distracciones, donde podamos dar la importancia que se merece a esta presentación.

      Ubicación

      A excepción de propuestas ordinarias, el email está prohibido, no vende.
      Si bien podemos hacerlas online (Zoom, Teams, etc.) siempre que se pueda es recomendable hacerlo presencialmente en sus instalaciones o en las nuestras.
      Evitar zonas comunes, incómodas o con distracciones, invitando al cliente a reunirnos en un lugar para ello. Asegurarse de tener el espacio e instalaciones necesarias para la presentación y los asistentes.

      Quién debe estar

      Por parte del cliente:
      Entorno completo de decisión e influencia (o únicamente de decisión, con permiso del de influencia). Postponer en caso contrario, sin perder la posición.
      Por parte de mi organización:
      Responsable de la oportunidad con plenas competencias, acompañado de especialistas si es necesario. Estos deben conocer el proceso y las partes en las que intervendrán, evitando interrupciones que desestructuren la presentación. 

      Temporalidad

      A conveniencia de las partes con plazo deseable inferior a una semana desde la reunión previa en la que hemos recogido las necesidades.
      Ser conscientes de tener un tiempo de exposición limitado, reservado y consensuado. En caso de imprevisto, si no se cuenta con el tiempo necesario, postponer sin perder la posición.

      Materiales

      Disponer de los medios necesarios, muestras, impresos (1 copia por persona presente es lo ideal) o proyección.
      A objeto de no perder tiempo y distraer, tener preparado cualquier material a utilizar, excepto aquellos de factor sorpresa.
      También disponer de los elementos de calidez y bienestar que hagan confortable la reunión, así como marcadores somáticos que entendamos favorables.

      Forma de presentar

      Incluimos, para conseguir el entorno ideal, la preparación y ensayo previo tanto de la presentación como de las posibles dudas y objeciones. Debemos disponer de la solvencia necesaria para llevar a cabo cada punto expuesto.
      Evitar posturas enfrentadas. Mantener el contacto visual. Presentación de pie cuando proceda en la exposición, para mantener atención y autoridad (especialmente si presentamos ante un grupo de personas).

      3. El formato de la propuesta

      Cuando se trata de decisiones complejas o de alta implicación, posiblemente tu propuesta acabe al lado de otras entrando en comparativa. Se comparará su contenido, el valor de la misma, además de otros aspectos no tan racionales que deberán ir acordes con la sensación que deseamos aportar.

      Una propuesta NO es un presupuesto, una oferta o un listado de conceptos y precios. Una propuesta TAMPOCO es un catálogo general de la compañía o de productos con la tarifa de precios.

      Una propuesta es algo que sucederá, provocando el efecto que nuestro cliente desea, por esto debe permitirnos contarle lo que ocurrirá y cómo será su futuro. Tiene un valor único preciso, dirigido a un propósito especial que nos une con nuestro cliente.

      Por eso, os dejamos una plantilla con el formato recomendado para las propuestas, explicando cada una de las partes del siguiente punto.

      4. Proceso de presentación de la propuesta

      Dividimos el proceso en 4 partes:

      ANCLAJE: Buscamos recordar y sensibilizar la situación que nos expresó en la reunión previa. Para ello, verbalizamos los antecedentes y los objetivos del proyecto. Al finalizar esta parte de anclaje, interesa hacer un primer pre-cierre de confirmación, para asegurar que los antecedentes y los objetivos del proyecto sean correctos. Si no, no tiene sentido todo lo que viene después…

      POSICIONAMIENTO: Explicamos nuestra empresa y casos de éxito de situaciones similares. Esta parte podremos pasarla habitualmente por encima, ya que se habrá hablado en la reunión previa, pero es interesante dejarla reflejada en la propuesta.

      EXPOSICIÓN Y CIERRE: Aquí nos toca posicionar la solución propuesta. Si la solución se compone de varias fases, podremos explicar cada una de ellas y hacer de nuevo pre-cierres de confirmación de cada una de las partes. Una vez presentemos el cronograma, ya podemos lanzar un cierre para anclar una fecha de arranque o de final deseada.
      Con ello, podremos marcar posibles fechas para la toma de decisiones. Si no encaja el contenido y/o la planificación, ¿para qué hablar de importes?
      Si todo encaja, entonces sí, expondremos la parte económica explicando cada una de las fases. Al acabar este punto, deberíamos lanzar un cierre en formato pregunta que haga que el cliente nos explique cómo lo ha visto y qué le ha parecido, si tiene alguna consulta y/o objeción, será el momento de tratarla.

      Aunque pueden aparecer en cualquier momento, este es el punto donde más suele costar lidiar con las objeciones. Si quieres mejorar en ese campo, ponemos a tu disposición esta guía sobre cómo rebatir las principales objeciones de la venta B2B.

      NEGOCIACIÓN: Es el momento para hacer que suceda. La hoja mágica en la que formalizamos el acuerdo de trabajo. Lo ideal sería llegar hasta aquí con los datos clave del proyecto acordados, para finalmente poder negociar aspectos de forma de pago y similares.

      RECUERDA: Puedes descargar aquí nuestra plantilla con el formato recomendado para las propuestas.

      Plantilla propuesta comercial

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      ¿Por qué es necesario un documento para presentar propuestas comerciales?

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      Nuestra experiencia con equipos comerciales nos ha demostrado una y otra vez la necesidad de trabajar con un documento base a la hora de presentar propuestas.

      Esto se debe, principalmente, a 2 razones:

      1. Tener una plantilla base sirve al vendedor como guion en la reunión, permitiéndole presentar la información de manera ordenada, captar el interés del cliente y establecer precierres que faciliten la venta.
      2. La plantilla nos asegura no dejarnos ninguna información relevante no solo del proyecto o de la oferta comercial, sino de la venta, aportando además una imagen más cohesionada y profesional como empresa. 

      Por ello, hemos preparado este documento con el que podrás estructurar fácilmente tus ofertas comerciales y presentarlas de forma efectiva. Además, es importante saber cómo sacarle el máximo partido con nuestra actuación durante la reunión.

      IMPORTANTE: Debemos enmarcar que la presente plantilla está orientada a venta B2B de productos o servicios que requieran de alta implicación y, por tanto, de una profunda explicación por parte del comercial. Esta propuesta no es un genérico para presentar a todos nuestros clientes sino un documento personalizado que recoge la situación descrita por un potencial cliente en la reunión previa, con la solución que planteamos para resolverla.

      ¿Qué debe incluir cada sección de la propuesta comercial? Ejemplo de propuesta comercial

      El documento se divide en ocho apartados principales, que detallamos a continuación con ejemplos de una propuesta comercial para ayudarte a utilizar esta plantilla de manera efectiva:

      Primeros pasos propuesta comercial

      1. Portada

      En la portada, la cual personalizaremos al gusto para acompañar la imagen de marca de la compañía, debemos incluir tres informaciones clave:

      • Cliente al que nos dirigimos, para que sepa que la presente propuesta está adaptada a la situación concreta que nos ha contado.
      • Referencia de la propuesta comercial (identificador único), que nos servirá para referenciarla después.
      • Título de la propuesta, acorde con aquello en lo que haya mostrado interés el cliente. 

      2. Antecedentes

      Incluimos un breve resumen de la situación que vive la empresa en el entorno que vamos a desarrollar la propuesta, pudiendo contener datos clave relacionados con problemas o áreas de mejora.

      Recomendamos incluir aquellos puntos que el cliente ha mencionado como importantes y por los cuales está interesado en lo que podemos plantearle (siempre y cuando puedan quedar por escrito en un documento).

      Es importante dar relevancia al cliente, utilizando su imagen y entendiendo su misión en el mercado (web, news, etc.), podemos incluir imágenes del cliente para personalizar más este apartado.

      3. Objetivos del cliente

      Contiene los objetivos verbalizados por el cliente, comentados de forma explícita. También aquellos objetivos derivados de los principales.

      Este es el punto de la propuesta que debería dibujar el futuro ideal del cliente.

      No se trata de inventar, sino de resumir los objetivos clave hablados con el cliente en la reunión anterior y las consecuencias que tendría solucionarlos.

      Recuerda que todos los elementos de la oferta comercial estarán alineados con los objetivos descritos aquí.

      Presentación de la empresa en la propuesta comercial

      4. Sobre nosotros

      Este es el punto que posiciona nuestra empresa y que da respuesta al porqué debe trabajar con nosotros.

      Describiremos brevemente lo que hacemos, lo que somos y, sobre todo, la misión que tenemos en el mercado.

      Posiblemente existan competidores que propongan propuestas similares. Por esto es importante reflejar cuales son nuestros aspectos más potentes y diferenciales como compañía. Además, nos permite poder posicionarnos en caso de que la propuesta acabe cayendo en manos de otra persona con la que no hemos tenido contacto directo.

      5. Solución propuesta

      Aquí comienza lo que le vamos a proponer al cliente para conseguir juntos sus objetivos.

      Si la propuesta comercial es compleja y tiene distintos apartados, comenzaremos con un índice que resuma el global de la propuesta. Después, desglosaremos cada uno de los apartados que incluye la propuesta de forma independiente, así podremos darle la relevancia que se merece.

      Aquí es donde el valor cobra sentido, por la alineación entre lo propuesto con los objetivos iniciales. Explicaremos para qué hacemos cada acción y cómo la vamos a llevar a cabo. Podemos ser tan específicos con el «qué incluye» como deseemos, aunque no deberíamos centrar en eso la reunión, sino en un plano más estratégico.

      Planificación y presupuesto de la oferta comercial

      6. Cronograma

      Si la propuesta supone una relación en el tiempo, incluir un cronograma ayudará a que el cliente imagine como va a ser su futuro y la envergadura de la propuesta.

      También por estructura, va a aportar credibilidad y nos va a posicionar como una empresa organizada y planificada, que controla sus procesos.

      Además, permite que el cliente comprenda qué fases podemos trabajar en paralelo y cuáles dependen de pasos anteriores (en los que él o su equipo pueden estar implicados).

      7. Propuesta económica

      Hasta este punto nos hemos centrado en lo más importante, la propuesta y su valor aportado al cliente. Ahora es el momento de la valoración económica. El temido momento de decir el precio, ya que muchos vendedores no saben cómo tratar con este tipo de objeciones (podéis visitar también nuestra guía para rebatir las principales objeciones en B2B)

      A la hora de mostrar los precios, podemos desglosar importes según la independencia de los apartados o sus partidas, incluso señalar partes opcionales o recomendadas.

      Evitaremos expresiones negativas del tipo “no incluido” y debemos ser conscientes de la sensibilidad con las cifras evitando agravar los importes con negritas, totales innecesarios o impuestos incluidos que serán compensados.

      8. Hoja de aprobación

      Este es el punto que nos hace felices a todos. Por esto y porque formaliza el acuerdo entre las partes, es imprescindible que esté presente.

      Podemos incluirlo junto con la estimación económica, aunque es recomendable darle un apartado especial, lo que nos permitirá incluir un pre-cierre intermedio más.

      Debe indicar el importe total, la referencia de la propuesta, la forma de pago y otros detalles relevantes como, por ejemplo, la fecha de inicio y finalización. Además, es un apartado donde recoger las firmas de ambas partes.

      ¿Cómo personalizar la plantilla de propuesta comercial?

      Nuestra plantilla para propuesta comercial está diseñada en PowerPoint para facilitar su edición y personalización. Sigue estos pasos para adaptarla a la imagen de tu empresa:

      Primer paso: Poner el logotipo

      Entramos en «Vista -> Patrón de diapositivas» y sustituimos el cuadro gris de la parte superior izquierda por nuestro logotipo, para que aparezca en todas las diapositivas del documento de manera automática.

      Segundo paso: Personalizar tipografías

      Continuando en el Patrón de diapositivas, vamos a la opción de «Fuentes» y «Colores». Personalizamos estos campos a la tipografía y colores corporativos para que el documento quede personalizado a vuestro caso.

      El color puede elegirse de las opciones propuestas o personalizarlo a vuestro caso. En caso de elegir «personalizar colores», el que nos interesa es el color que aparece nombrado como «Énfasis 5».

      Tercer paso: Rellenar documento

      Una vez realizados estos cambios, ya podemos comenzar con la personalización de la propuesta, modificando los textos e imágenes como en cualquier otro Power Point, para transmitir en cada diapositiva las claves que hemos definido en el apartado anterior.

      Recordad incluir imágenes vuestras o del cliente, que personalicen más la experiencia.



      ¡DESCARGA aquí la plantilla!

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      Venta recurrente: De lo táctico a lo operativo

      La planificación en ventas es esencial para alcanzar los objetivos comerciales y maximizar los resultados. Hoy vamos a hablar de la planificación en venta recurrente, es decir, de qué queremos hacer con nuestra cartera de clientes.

      Es importante no sólo tener un plan de ventas en mente, sino también estructurarlo de tal manera que abarque desde el enfoque estratégico hasta el táctico y operativo.

      El primer paso, lógicamente, es establecer un enfoque estratégico. Esto implica definir los objetivos de ventas y las metas financieras, así como determinar cómo se adaptará la empresa a las tendencias del mercado.

      Pero ojo, porque tener unos objetivos dista mucho de tener un plan.

      Una vez tenemos estos objetivos, toca desarrollar tácticas para lograrlos. En esta fase, se determinan las acciones específicas que se llevarán a cabo para cumplir con los objetivos.

      Finalmente, y como tercera fase, la planificación operativa se enfoca en implementar las tácticas y llevarlas a la acción. En esta fase, se definen los plazos y los recursos necesarios para alcanzar los objetivos comerciales.

      Y es en estas fases tácticas y operativas donde queremos poner el foco de este artículo.


      Planificación táctica

      En esta fase, se definen las acciones específicas que se llevarán a cabo para cumplir con los objetivos estratégicos. Es vital que las acciones estén alineadas con los objetivos, y que sean coherentes con los recursos y habilidades disponibles.

      En esta fase se pueden definir diferentes tácticas como: desarrollar nuevas herramientas de marketing, ampliar la red de ventas, mejorar la atención al cliente, fortalecer la fidelización, etc.

      Algunas de las tácticas más comunes son:

      Segmentación de mercado

      Identificar los segmentos de mercado que tienen mayor potencial para la empresa y enfocarse en ellos.

      Desarrollo
      de producto

      Introducir nuevos productos o mejorar los productos existentes.

      Desarrollo de canales de distribución

      Expandir los canales de distribución para llegar a más clientes.

      Fuerza de ventas

      Mejorar la capacitación de los vendedores, aumentar su número o modificar su estrategia.

      Estrategia de precios

      Analizar y ajustar la estructura de precios para ser más competitivos o atraer a nuevos clientes.


      Planificación operativa

      En la operativa, se define cómo se implementarán las tácticas definidas en la fase anterior. Aquí es donde se establecen los plazos, los presupuestos y los recursos necesarios para alcanzar los objetivos.

      La planificación operativa también incluye el seguimiento y la medición de los resultados para evaluar si se están cumpliendo los objetivos y ajustar las tácticas si es necesario.

      Algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo en esta fase son:

      Desarrollar un programa de fidelización

      Definir con precisión qué se va a hacer, cómo se va a hacer, quién lo va a hacer, cuándo y con qué recursos.

      Asignación de responsabilidades

      Especificar quién será el encargado de llevar a cabo cada tarea, quiénes estarán a cargo de supervisar el trabajo y cómo se rendirá cuentas.

      Asignación de presupuestos

      Definir cuánto se invertirá en cada tarea y cómo se utilizarán los recursos para alcanzar los objetivos.

      Seguimiento y medición de resultados

      Establecer indicadores de rendimiento para medir el éxito de las tácticas y de la planificación. En caso de que los resultados no sean los esperados, se deben hacer ajustes.


      Cómo aplicarlo en venta recurrente

      Si nos centramos en la cartera de clientes actuales, podemos pensar diferentes acciones que se pueden llevar a cabo en la fase operativa:

      1. Desarrollar un programa de fidelización: Ofrecer incentivos y recompensas a los clientes recurrentes es una manera efectiva de mantenerlos comprometidos con la marca y aumentar su lealtad.
      2. Implementar un sistema de seguimiento de clientes: Utilizar herramientas de seguimiento y análisis para entender mejor las necesidades y preferencias de los clientes, así como su comportamiento de compra. Esto permitirá brindar un mejor servicio y ofrecer soluciones personalizadas a sus necesidades.
      3. Mejorar la atención al cliente: Brindar una atención al cliente de calidad es una manera efectiva de mantener a los clientes contentos y satisfechos. Se pueden establecer protocolos de atención al cliente y capacitar a los empleados para que sepan cómo responder ante distintas situaciones.
      4. Ofrecer promociones y ofertas exclusivas: Diseñar promociones y ofertas que estén dirigidas específicamente a los clientes actuales y recurrentes puede ser una buena manera de mantenerlos involucrados con la marca.
      5. Hacer seguimiento postventa: Hacer un seguimiento después de la venta puede ser una forma efectiva de asegurarse de que los clientes estén satisfechos con su compra y para identificar oportunidades para mejorar el servicio. Se puede enviar una encuesta de satisfacción, hacer una llamada de seguimiento para preguntar si necesitan ayuda adicional, etc.

      En resumen, en la fase operativa se pueden implementar diversas acciones para trabajar con clientes actuales y recurrentes. Es importante recordar que el objetivo principal es mantenerlos satisfechos y comprometidos con la marca, lo que puede aumentar la lealtad y, en última instancia, aumentar las ventas.

      Estudio gestión de la innovación en las empresas

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      ¿Por qué este estudio?

      Este estudio nace para conocer de primera mano cómo se organizan los departamentos de innovación en España, dadas las enormes diferencias que nos hemos encontrado entre unas compañías y otras a la hora de gestionar los proyectos de innovación.

      Se pretenden encontrar relaciones y puntos en común en la manera de marcar objetivos, de invertir en proyectos o en los problemas con los que se encuentran, atendiendo a variables como el tamaño de la empresa, su antigüedad o su estructura.

      Estos puntos de referencia podrán servir de guía a otros directores de innovación para responder algunas de las dudas que más frecuentemente nos encontramos, como si tienen equipo suficiente, si las problemáticas que se encuentran son habituales, etc.

      Algunos datos de interés recogidos

      Profundizamos más en estos temas y otras conclusiones del estudio en la mesa redonda que realizamos junto a 4 expertos en innovación:

      1️⃣ Lidia Pitzalis – Responsable de Transformación Digital en Grupo Edelvives
      2️⃣ Mario Cortés – Director de Innovación en AENOR y autor del libro “Lidera la transformación digital con éxito”
      3️⃣ Alexander Phimister – Responsable de Ecosistemas y Lab3040 en Cambra de Barcelona y autor y fundador de Libroinnovacion.com
      4️⃣ Luis Antonio Martín Nuez – CEO de Academia de Inventores

      Os dejamos el vídeo de la mesa redonda completa:

      ¿Quién ha participado?

      Los participantes son en su totalidad directores de innovación, de empresas de múltiples sectores que operan en España (por el puesto al que nos dirigimos, son en su mayoría empresas de +20M€ de facturación). Han aportado su visión para conocer, de primera mano, cómo están implantados sus departamentos y cómo realizan la gestión de los mismos.

      Es importante señalar que los datos y conclusiones del presente estudio hacen referencia a empresas que operan en España y cuentan con un director de innovación, por lo que todo lo que aquí se recoge está acotado a empresas de estas características.

      ¿Qué podemos encontrar en el estudio?

      Hemos querido conocer más a fondo la gestión de los equipos de innovación y para ello, hemos recogido información sobre:

      • Cómo son las compañías que se han sumado al estudio.
      • Cómo estructuran su departamento de innovación, entendiendo la jerarquía que siguen, los recursos con los que cuentan y qué esperan conseguir de los proyectos de innovación.
      • Cómo es el proceso que siguen a la hora de innovar, tanto en metodologías y herramientas como en bloqueos que se encuentran.
      • Cómo marcan objetivos y les dan seguimiento y en qué áreas encuentran mayores dificultades sus equipos.
      • Hemos preparado además un aparatado de recomendaciones ligadas a las conclusiones del estudio.

      En cada uno de estos apartados, encontraremos esta distribución:

      Se presentan las gráficas obtenidas de la respuesta general del estudio y su explicación, atendiendo a los datos más interesantes que podemos extraer en cada una.

      En algunos casos, además, se han incluido variaciones relevantes de esta gráfica encontradas en el análisis en profundidad realizado al filtrar por ciertos factores (como pueden ser diferencias por tamaño o en función de la respuesta a otras preguntas).



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      7 cosas que perjudican tu imagen

      En la vida en general, pero especialmente en ventas, la imagen es muy importante.

      Los clientes ligan la imagen del vendedor a la del producto, de tal manera que, si ven un aspecto poco cuidado y donde no se ha puesto esfuerzo, tenderán a pensar que el producto o el servicio estará igualmente descuidado.

      Es por ello que debemos encargarnos de no cometer ninguno de estos errores que pueden perjudicar nuestra imagen en ventas, algunos de los cuales encontramos muy comunmente.

      7 Errores que afectan tu imagen en ventas y cómo evitarlos

      1. Imagen personal no acorde con tu mercado

      Este es uno de los errores con el que más a menudo nos encontramos, ya que son muchos los factores que pueden influir negativamente en la imagen de ventas sin que nos demos cuenta.

      Por un lado, debemos tener en cuenta cuáles son los valores del producto/servicio y que nuestra imagen no desentone con el mismo (por ejemplo, si vendemos deporte y un estilo de vida saludable, nos perjudicará que nuestra imagen diga justamente lo contrario).

      Además, debemos ser conscientes de a quién le estamos vendiendo y lo importante que es adaptar la imagen personal en ventas al tipo de cliente. Si estamos vendiendo tecnología como un ERP, nuestra imagen puede variar en función de si estamos yendo a una gran multinacional, donde el traje y la corbata pueden ser aliado, a hacerlo en un taller, donde ese mismo traje puede crear una distancia con nuestro interlocutor, que en muchas ocasiones nos verá como que no somos de los que se manchan las manos.

      2. Ropa con la que no te sientes cómodo

      Más allá de que tu imagen encaje con el producto/servicio y con el mercado al que te diriges, también debes sentirte cómodo con ella.

      Cómodo en todos los sentidos. Lo primero a nivel físico, que te permita movilidad y no te pique o moleste. En muchas ocasiones vemos comerciales con una corbata que se han puesto porque «es lo que toca», pero con la que no se sienten cómodos, lo cual implica continuos movimientos de tocarse el nudo, aflojarse el cuello o similares, que pueden ser percibidos por el cliente como un símbolo de inseguridad.

      Y también cómodos a nivel psicológico. Una buena imagen en ventas no es solo importante por lo que puedan pensar los demás, sino por lo que nosotros pensamos que van a pensar los demás. Es ahí donde la imagen nos puede ayudar a sentirnos más seguros y confiados en lo que estamos haciendo y transmitiendo.

      3. Exceso o defecto de perfume, maquillaje, etc.

      Huelga decir que la falta de higiene no es un buen aliado para la imagen personal. Sin embargo, hay que decirlo. Ya que no va a ser la primera ni la última vez que nos encontramos con olores corporales en las reuniones que pueden arruinar todo lo demás.

      También es importante mencionar el caso contrario, donde el intentar cuidar la imagen puede hacer que nos pasemos de frenada. El exceso de maquillaje, por ejemplo, crea una imagen que transmite menos cercanía y naturalidad, pudiendo perjudicar a nuestra venta. Igual de negativo puede ser el exceso de perfume, que puede jugar el efecto contrario al deseado.

      4. No cuidar la barba, cejas, manos…

      La barba puede ser un buen aliado para la imagen de ventas, ya que solemos asociarla a personas serias y transmite confianza. Tanto es así que en determinadas consultoras incluso solicitan a sus comerciales que se dejen crecer la barba para conseguir este efecto. Ahora bien, solo lograremos causar el efecto que buscamos si hablamos de una barba bien recortada y cuidada.

      Todos nos hemos encontrado frente a frente con personas que tienen entrecejo poblado, los pelos de las cejas muy largos o la barba mal cuidada y la atención, sin querer, se centra en estos detalles, despistándonos del mensaje que nos están transmitiendo. Obviamente, como vendedores nos interesa que la atención se centre allí donde queremos dirigirla, no en estos detalles.

      Lo mismo puede suceder con unas uñas mal cuidadas, que desvíen la atención mientras estamos señalando o remarcando algo en nuestra propuesta. 

      5. Manchas o arrugas en la ropa

      El mismo efecto que acabamos de describir para detalles del cabello o las manos, sucede también con los defectos en nuestra ropa.

      Las manchas o las arrugas desvían la atención de donde queremos centrarla, además de transmitir una imagen de poco cuidado en los detalles, que hará inevitablemente que se asocie, al menos en una primera impresión, a que tampoco vamos a cuidar los detalles del producto o servicio que ofrecemos. A veces incluso un hilo suelto en la camisa puede causar este efecto, especialmente con clientes de perfil detallista.

      Por supuesto hay excepciones referentes al punto 1, en sectores donde lo que se espera es que alguien que esté trabajando de manera intensa tenga manchas que lo acrediten.

      6. Llevar los bolsillos abultados o como un sonajero

      Este es un punto donde muchos hombres no ponen atención y que afecta enormemente a la imagen transmitida.

      Cuando vemos a alguien con los bolsillos repletos de cosas (llaves, móvil cartera, boli…), la imagen que nos transmite es descuidada, muy asociado a las personas poco organizadas y pulcras.

      Cuando hablamos de bolsillos, no solo nos referimos al pantalón, también hay que evitar introducir objetos en el bolsillo delantero de la camisa. Aunque sea solo un bolígrafo, termina dando de sí y cambiando la percepción de esa camisa.

      También hemos encontrado comerciales que llevaban los bolsillos llenos de llaves o monedas que tintineaban continuamente al andar, anunciando su llegada como una campana. 

      7. Falta de control de tu lenguaje no verbal

      Siempre recomendamos que el conocimiento del lenguaje corporal se enfoque en identificar los gestos de la persona que tenemos enfrente, no en intentar falsear los nuestros. Sin embargo, si hay ocasiones en las que encontramos algunos comportamientos pueden perjudicar nuestra imagen en ventas. Personas con ciertos tics nerviosos como tocarse la cara, el cuello, etc que dan a entender a nuestro interlocutor emociones negativas que no nos interesa transmitir. En estos casos, sí es importante trabajar para evitar la aparición de estos gestos no deseados. 

      También ocurre en ocasiones que el comercial, precisamente por intentar generar ciertos comportamientos no verbales que no están acordes a sus sensaciones reales, genera una sensación extraña en el interlocutor, que consigue el efecto contrario.

      Otro de los puntos relacionados con esto son los TOCs como repiquetear los dedos en la mesa o abrir y cerrar el bolígrafo de manera continuada, que además de distraer la atención pueden generar un nerviosismo no deseado en el cliente.

      Otros factores no verbales en el saludo

      Aspectos clave en los tipos de saludos con la mano

      Ya hemos hablado en un post anterior de los diferentes tipos de saludos con la mano y su significado.

      Sin embargo, la inclinación en el saludo no es el único factor que debemos tener en cuenta, ni mucho menos.

      Por eso, hoy vamos a profundizar en tres aspectos clave del apretón de manos:

      -La intensidad.
      -La duración.
      -La distancia y postura del cuerpo.

      Esta información, sumada a los tipos de saludo que vimos en el anterior post, nos dará una imagen mucho más completa de nuestro interlocutor.

      Si prefieres ver este contenido en vídeo, puedes hacerlo aquí, junto a las maneras de dar la mano y algún consejo extra:

      La intensidad en el saludo: qué significa dar la mano floja o fuerte

      La fuerza que emplea nuestro interlocutor al darnos la mano nos transmitirá mucha información sobre su forma de ser y sobre cómo deberíamos relacionarnos con él.

      En especial, debemos atender a la intensidad en estas dos situaciones:

      El paquete de salchichas,cuando dan la mano floja

      Es ese saludo que nos dan con la mano prácticamente muerta. No hay intensidad ninguna y transmite una falta de interés en ese saludo que nos están dando.

      En nuestra experiencia, dar la mano floja, es significado habitual de poca implicación, y es indicativo de que estas personas no van a ser los decisores finales (independientemente de su puesto).

      Por eso, siempre que encontremos a alguien con un saludo excesivamente flojo, lo que debemos hacer es fijarnos en quién puede ser el verdadero decisor (hacia quién desvía la mirada, a quién pide opinión…)

      El quebranta-huesos,cuando dan la mano muy fuerte

      La fuerza en el apretón podemos relacionarla con el compromiso que tiene esa persona con su palabra. Ahora bien, cuidado con irse al extremo, porque esto no es un pulso. Nos encontramos con gente que da la mano fuerte hasta el punto de llegar a hacer daño.

      En este punto, con lo que debemos ser especialmente cuidadosos es con nos ser nosotros quienes nos pasemos de intensidad por querer transmitir energía en el saludo.

      Además, es un buen indicador para reconocer la personalidad del cliente, que si nos da la mano con esta intensidad será muy probablemente un perfil «desconfiado» o un perfil «caradura» si bien este segundo es más probable que nos de el saludo planeador que veíamos en este otro post.

      La duración del apretón de manos y su impacto en el mensaje

      Si bien es un tema cultural y variará mucho cuando viajemos a otros países, como puede ser África, vamos a centrar este punto en lo que nos solemos encontrar en Europa y América, donde el saludo suele durar en torno a los 2 ó 3 segundos.

      De nuevo, es en los extremos donde vamos a encontrar más información y se pueden dar dos situaciones:

      El pistolero

      Es un saludo excesivamente rápido, en el que cuando nuestras manos entran en contacto y hacemos presión, prácticamente ya están retirando la mano. Este tipo de saludo, breve y apresurado, lo solemos encontrar en personas de un ritmo muy alto, que mientras nosotros estamos saludando, ya tienen la cabeza en otra cosa.

      Es por ello que nos va a permitir reconocer muchas veces a clientes de perfil «nervioso», indicando cómo debemos comportarnos con ellos. Aunque también es probable que este perfil nervioso ni siquiera nos de la mano, yendo directamente al grano para ahorrar tiempo.

      El saludo eterno

      En el otro lado tenemos ese saludo en el que parece que no nos van a soltar la mano jamás.

      Este saludo prolonga el contacto, y podemos encontrarnos con personas que incluso empiezan la conversación con la mano aún agarrada.

      Estos saludos tan largos no suelen indicar tanto un patrón de comportamiento en el cliente, ya que tienden a ser más culturales. Sin embargo, si debemos poner atención a no ser nosotros quienes alarguemos en exceso la duración de un apretón de manos, porque puede resultar muy incómodo para la persona que tenemos enfrente, en especial en primeros contactos.

      La distancia y la postura al saludar: ¿qué transmiten?

      Otro tema muy importante a la hora de saludar es la postura de nuestro cuerpo y la distancia que mantenemos con la otra persona.

      De nuevo, si hablamos de distancia estamos ante un tema cultural que, según muchos estudios, está directamente relacionado con la densidad de población del territorio en el que vives.

      No es así con la inclinación de nuestro cuerpo en el saludo, que más allá de la cultura, estará reflejando rasgos de nuestra forma de comportarnos.

      Saludo muy cercano

      Es extraño encontrar un saludo tan «invasivo» de nuestro área personal en Europa, ya que suele corresponderse más con culturas orientales, donde esa distancia es menor.

      Si podemos, sin embargo, encontrarnos con clientes que en el momento del apretón tiren ligeramente de nosotros, acortando la distancia entre ambos.

      En este caso no se trata de un tema de distancia de confort sino una especie de mensaje de «estás a prueba» que podemos encontrar especialmente entre clientes con perfil «desconfiado».

      Saludo muy alejado

      Tampoco es muy común de encontrar en nuestro territorio, si bien si podemos percibir que en ciertas zonas rurales o más despobladas la distancia del saludo aumenta considerablemente.

      Este saludo no tiene tanto que ver con rasgos del cliente, si bien es recomendable estar atento a la distancia que nos marcan para no invadir esos límites y evitar posibles incomodidades.

      Deberemos además estar atentos a mantener nuestra postura, ya que podemos tender a inclinarnos hacia delante para respetar esa distancia, cayendo en el saludo que vemos a continuación.

      El samurai

      Llamamos de esta manera al saludo en el que se inclina de manera exagerada, haciendo casi una reverencia.

      Se trata de una postura que transmite sumisión, por lo que debemos ser cuidadosos de no hacerlo nosotros en el momento del saludo. En ventas, debemos evitar esta postura para no parecer subordinados al cliente en el momento de dar la mano. Tratar bien al cliente o darle reconocimiento es muy distinto de posicionarnos por debajo de este.

      También podemos encontrar el caso totalmente opuesto, en el que el cliente se estire de manera exagerada, poniéndose muy recto y con la mirada ligeramente hacia arriba. Esta segunda postura nos permitirá identificarlo como de perfil «importante».

      Cómo combinar perfiles para trabajar en equipo

      La importancia de combinar visiones

      La rápida evolución del mercado y la necesidad de especialización para trabajar con ciertas herramientas, que después deben combinarse con otras disciplinas, hacen cada vez más y más necesario que trabajemos en equipo de una manera efectiva.

      Sin embargo, en la mayoría de ocasiones no ponemos foco en qué tipo de perfiles necesitamos para que funcione de manera adecuada (más allá de su expertise).

      Juntamos ciertas personas a trabajar juntas simplemente porque tienen los conocimientos que se requieren para el proyecto, sin entender cómo afectará su manera de comportarse al correcto desarrollo del trabajo.

      Para entender cómo se comportan los distintos componentes de un equipo de trabajo, especialmente en el contexto de los proyectos de innovación o desarrollo de nuevos proyectos, recomendamos utilizar la metodología de los 6 sombreros para pensar de Edward de Bono. 

      Los 6 sombreros para pensar

      Esta técnica, desarrollada para la generación de ideas y la combinación de perfiles en proyectos de innovación, nos muestra cuáles son las maneras de pensar que debemos asegurarnos de tener en todo equipo de trabajo.

      Cada uno de los perfiles, que llevan asignados un rol, son representados por sombreros de diferentes colores.

      Contar con los diferentes perfiles dentro de un proyecto nos asegura mirarlo desde todos los enfoques, sin dejarnos nada por el camino.

      Brevemente resumidos, estos son los roles que se asignan a cada sombrero:

      El sombrero azul

      Se trata del encargado de controlar y liderar. Tiene la visión completa del proyecto. Marca tiempos, objetivos y asigna responsabilidades.

      El sombrero verde

      Es el perfil creativo, encargado de encontrar soluciones alternativas y diferenciadoras ante los obstáculos que vayan surgiendo. Su labor es mirar con otros ojos y pensar fuera de la caja.

      El sombrero amarillo

      Este perfil piensa en el resultado, qué vamos a obtener con lo que estamos haciendo. Es la visión económica y quien debe asegurar la rentabilidad del proyecto.

      El sombrero blanco

      La voz de la experiencia. Se trata de expertos en un área o materia específica que nos van a dar su visión, contrastando con la realidad que han observado. Aportan una visión empírica.

      El sombrero rojo

      Son la cara amable, que unifica. Van a empatizar tanto con los miembros del grupo de trabajo como con los usuarios a los que se dirige el proyecto. Actúan como apaciguadores y traductores en las discusiones.

      El sombrero negro

      El punto de vista crítico. Son esas personas que van a señalar el elefante en la habitación. Su misión es encontrar los posibles fallos a las iniciativas que se lleven a cabo.

      Con qué tener cuidado a la hora de combinar perfiles

      Como hemos dicho, la teoría nos dice que incluir a los 6 tipos de perfiles nos asegura un enfoque 360º del proyecto.

      Sin embargo, la realidad es un tanto más compleja y estos son, para nosotros, los puntos clave en los que debemos poner especial cuidado a la hora de mezclar perfiles bajo este enfoque.

      1 – No incluir 2 sombreros azules:
      Contar con 2 líderes en el mismo equipo nos puede traer muchos problemas. El liderazgo dentro del trabajo en equipo tiene que ser claro, para que todos los integrantes remen en la misma dirección. No es casualidad que la NASA no meta 2 perfiles de líder en un mismo cohete.

      2 – No dar rienda suelta a un sombrero negro:
      Las críticas son necesarias y desde luego pueden aportar mucho valor, así como ahorrar tiempo y esfuerzo. Si bien es verdad que hay que saber cuándo es el momento de criticar y cuando debemos fluir. Incluir a un sombrero negro dentro de ciertas partes del proyecto o darle demasiado protagonismo puede influir en el resto del equipo, que deje de compartir sus pensamientos o genere un ambiente de hostilidad.

      3 – Utilizar al sombrero rojo como mediador:
      En muchas ocasiones a lo largo de los proyectos van a surgir rencillas o debates en el equipo, especialmente con 2 de los perfiles: el sombrero verde y el negro. Estos debates son lógicos e inevitables (pensemos por ejemplo en un sombrero verde proponiendo ideas a un amarillo que no las ve viables o a un blanco que ha intentado algo similar en el pasado sin resultados), por ello necesitamos que el sombrero rojo actúe como intermediario en estos conflictos, relajando el debate y buscando qué podemos sacar de la visión expresada por ambas partes.

      4 – Poner atención en la combinación de perfiles con el mismo rol:
      Cuando juntamos 2 personas con roles similares, pueden retroalimentarse de manera positiva o negativa y debemos poner especial atención tanto en la selección como durante el proyecto. Por ejemplo, 2 sombreros blancos que hayan tenido experiencias diferentes pueden aportar puntos de vista complementarios al proyecto o entrar en discusiones interminables acerca de por qué su experiencia es la correcta. Lo mismo podemos encontrar con los sombreros verdes, dos creativos pueden generar estímulos que favorezcan la aparición de nuevas ideas e ir mejorándose conjuntamente o entrar en una lucha de originalidad para ver quien tiene la idea más diferenciadora, alejándose cada vez más de la realidad del proyecto.

      Maneras de dar la mano

      ¿Qué quiere decir la manera de dar la mano?

      Conocer el significado de dar la mano en sus diferentes formas nos puede aportar mucha información acerca de la persona que tenemos delante. Entender las diferentes maneras de dar la mano nos permitirá captar aspectos de su carácter y actitud, lo que es esencial en cualquier interacción comercial.

      Si sumamos a esto que el saludo es prácticamente la primera interacción que tenemos, nos permitirá jugar con ventaja.

      Este conocimiento es especialmente útil cuando estamos hablando de captación de nuevos clientes a los que aún no conocemos.

      Por eso animamos siempre a nuestros clientes a reflexionar, en cada interacción, sobre qué significado tiene cada forma de dar la mano. ¿Es dominante? ¿Sumiso? ¿Te va a decir lo que cree que quieres escuchar? ¿Cómo debería comportarme con él?

      Este apretón nos da una idea inicial, si bien os animamos siempre a completarlo durante la reunión, conociendo la personalidad del cliente para poder adaptar mejor nuestro mensaje.

      Y si prefieres ver este contenido en vídeo, también puedes hacerlo aquí:

      La importancia de la inclinación en el saludo con la mano

      El primer aspecto en el que debemos fijarnos es la inclinación de la mano al saludar, observando hacia dónde se orienta la palma de la otra persona. Esta inclinación nos puede revelar el carácter del interlocutor y el tipo de relación que busca establecer con nosotros.

      En función de esto, encontraremos tres tipos de saludo con la mano (en los vídeos, representamos al cliente a la derecha):

      Saludo dominante

      Cuando el potencial cliente nos da la mano con la palma hacia abajo, esto quiere decir que se trata de una persona a la que le gusta llevar el control, de carácter fuerte y que querrá quedar por encima. Es habitual encontrar este tipo de saludo dominante en la personalidad «importante».

      Saludo sumiso

      Cuando nos dan la mano con la palma mirando hacia arriba, dejando que sea la nuestra la que quede mirando hacia abajo (y tomando por tanto el control), quiere decir que se trata de una persona más sumisa, que no está interesada en llevar el control en la interacción.

      Saludo neutro

      Este saludo, en el que no encontramos inclinación sino que ambas manos se mantienen en vertical, busca la igualdad entre ambas partes. Es el tipo de saludo que recomendamos utilizar siempre de manera proactiva, ya que transmite respeto y equilibrio en la relación.


      En todos los casos, la persona de la izquierda, que representa lo que haríamos nosotros como vendedores, inicia el saludo de la misma manera, buscando una posición neutra. Es la persona de la derecha quien marca cómo acabará siendo ese saludo, mientras nosotros «nos dejamos llevar».

      Es en este momento cuando debemos decidir qué queremos hacer: Si nos están dando un saludo dominante, podemos elegir entre girarle la mano, aprovechando la sacudida, para «demostrar» que ambos estamos al mismo nivel o, por el contrario, «dejarle ser feliz» y, si quiere ser dominante, que lo sea.

      Lo mismo sucede en el caso del saludo sumiso, donde nos puede interesar forzar el saludo hacia un punto neutral para indicar que no estamos por encima de nadie y que esta relación parte de la igualdad.

      En cualquiera de los casos, lo importante, más allá de cómo termine siendo el saludo, es ser capaces de detectar estas señales para saber cómo actuar en los siguientes pasos.

      Otras formas de dar la mano y su significado

      Podemos encontrar otras maneras de saludar con la mano que también nos aportan mucha información sobre el interlocutor. Como veremos, la mayoría de ellas son variaciones del saludo dominante, y nos interesa identificarlas para entender mejor la personalidad de quien tenemos enfrente.

      El saludo con control del brazo

      Cuando nos dan la mano, todos nos hemos encontrado con personas que «lanzan» su otra mano para agarrarnos, ya sea del antebrazo, del brazo, del hombro o incluso de la espalda.

      En estos casos, este gesto indica control sobre nosotros, expresando dominancia similar al saludo con la palma hacia abajo (aunque la inclinación sea neutra, este gesto refuerza la idea de dominancia). Este tipo de saludo suele mostrar una actitud de control sobre el interlocutor.

      No debemos confundir este gesto con uno similar que puede darse con personas que ya conocemos bien y que lanzan la mano para tocarnos o apretarnos de una forma más familiar, buscando cercanía y casi expresando que les gustaría darnos un abrazo.

      El planeador

      Este saludo es común en clientes con personalidad «Caradura».

      Vemos venir desde lejos cómo se acerca a nosotros con el brazo ya levantado y la palma de la mano hacia abajo, como si fuera un avión (de ahí el nombre del saludo).

      Es otra forma de saludo dominante, y prácticamente no nos deja opción de «corregir» hacia un saludo neutro.

      Saludo «sumiso» con mano por encima

      Este es un saludo con el que debemos tener especial cuidado, ya que a primera vista puede parecer un saludo sumiso, al ofrecernos la palma hacia arriba en el momento del apretón.

      Sin embargo, en cuanto comienza el saludo, la otra mano se coloca encima o da palmadas.

      Este gesto también indica dominancia, con un deje de condescendencia, pues inicialmente cede el control, pero lo corrige inmediatamente.

      El guante (saludo con ambas manos)

      Por último, es importante hablar de un tipo de saludo bastante especial, que encontramos habitualmente en políticos o personas que se esfuerzan en transmitir una imagen muy específica.

      En este caso, el saludo con la mano se acompaña de un gesto en el que el interlocutor nos abraza la mano con ambas, envolviéndola.

      La lectura que debemos hacer con este saludo es «voy a decirte lo que quieres escuchar», por lo que debemos estar especialmente atentos a los detalles de la reunión y tener en cuenta que ciertas afirmaciones o compromisos pueden ser expresados simplemente para complacernos.

      Más factores que nos aportan información en el saludo con la mano

      Por supuesto, más allá de la inclinación del saludo o el tipo de mano que nos dan, hay factores que afectan enormemente lo que podemos percibir de nuestro interlocutor en el momento de dar la mano.

      Los principales son:

      • Intensidad del saludo.
      • Duración.
      • Postura.
      • Distancia entre ambos.

      Profundizamos en todos estos factores en este artículo.

      Cómo enfocar la venta de tu producto

      Cuando definimos nuestra estrategia de ventas, son muchas las dudas estratégicas que vienen a la cabeza.

      ¿Qué necesitan mis clientes?

      ¿Cómo me dirijo a ellos?

      ¿Debo hacer venta presencial o puedo vender por internet?

      Algunas de estas preguntas ya las hemos resuelto en otros post y hoy nos queremos centrar en uno de los puntos vitales, el modelo de venta a utilizar para que nuestra propuesta llegue al cliente.

      Básicamente, podemos encontrar 4 modelos de venta en función de dos factores: la complejidad de tu producto y la necesidad de contacto con una persona física.

      Saber en cuál de estos cuatro cuadrantes nos encontramos, entendiendo lo que necesitan nuestros clientes y lo que les podemos ofrecer, es una manera sencilla de mejorar las ventas.

      Los 4 modelos de venta que podemos encontrar

      Es vital entender en cuál de estos 4 sectores se encuentra nuestro negocio, porque de ahí derivarán muchas de las respuestas a las preguntas que mencionábamos inicialmente.

      Para ello, vamos a ver a qué se refiere cada modelo de ventas:

      Venta consultiva

      Es la venta más compleja o con mayor implicación y con mayor personalización con el cliente, donde asesoraremos al cliente sobre las características de nuestro producto/servicio, y sobre todo le haremos entender cómo se adapta a sus necesidades o a las soluciones de su problema. Es la que encontramos en empresas B2B con productos de alto valor añadido.

      Venta relacional

      Con baja complejidad o implicación del producto (puesto que se trata de venta recurrente) y alto contacto personalizado. Este tipo de venta consiste fundamentalmente en apoyo logístico, si bien tiene gran importancia el valor humano. Podemos estar hablando desde un distribuidor B2B hasta una tienda de barrio.

      Venta focalizada en el cierre

      De alta complejidad o implicación del producto y bajo contacto personalizado. Se trata de productos con necesidad emocional como, por ejemplo, una TV, donde debemos hacerle ver al cliente como ese producto cumple con sus necesidades. Usualmente se trata de modelos donde el cliente tiene clara su necesidad y está buscando resolverla, por lo que es fácil que quiera cerrar al momento si da con el producto adecuado.

      Venta commodity

      Es de baja complejidad o implicación del producto/servicio y bajo contacto personalizado con el cliente, donde el producto debe estar lo más disponible y cercano para el cliente. El mismo se va a auto gestionar y tomará su propia decisión. Es el tipo de venta más común en el B2C y aquí entrarían la gran mayoría de los productos que encontramos en plataformas como Amazon.

      Pros y contras de cada modelo

      Por supuesto, cada modelo tiene ventajas que podemos aprovechar cuando estemos realizando la venta y algunas barreras contra las que tendremos que buscar el mejor camino para lidiar. Algunas de las principales son:

      PROSCONTRAS
      VENTA CONSULTIVAMayor capacidad de personalización de la venta y diferenciación de la competencia.El proceso de venta es más largo y complejo, requiriendo de mayor inversión.
      VENTA RELACIONALRecurrencia de clientes y facilidad para hacer previsiones.Se depende en gran medida del comercial, por lo que si este se va, el riesgo de perder al cliente es más elevado.
      VENTA FOCALIZADA EN EL CIERREFacilidad de ir al cierre, incluso en el primer contacto.Cumplir unas expectativas que, en muchas ocasiones, se ha creado el propio cliente.
      VENTA COMMODITYAlto nivel de demanda y facilidad para automatizar los procesos de venta.Guerra de precios donde se hace más difícil diferenciar el producto por otras características.

      Debemos saber cuándo utilizar cada modelo

      Es importante elegir bien nuestro tipo de venta para adecuarnos a las necesidades de los clientes y que de esa forma obtengan aquello que esperan conseguir.

      Por ejemplo, si ante un producto que necesita apoyo especializado, no le ofrecemos asesoramiento, nuestro cliente más que posiblemente busque un precio más barato o busque otra empresa que se amolde mejor a sus necesidades.

      Otra cuestión importante a tener en cuenta es que dentro de nuestros clientes habrá necesidades diferentes. No es lo mismo el tipo de venta que requiere el cliente con el que nos sentamos por primera vez, que aquel con el que llevamos años trabajando.

      Mientras que los clientes nuevos perseguirán una venta consultiva, los clientes fieles buscarán la venta relacional. Si tenemos en cuenta estas consideraciones, podemos organizar de forma más eficiente a nuestros vendedores (o si somos uno de ellos, tener claros nuestros objetivos).

      Cada escenario de venta requiere una metodología y procesos diferentes de venta, incluso competencias muy diferentes para cada tipo de vendedor, y eso es lo que veremos en el siguiente post “El tipo de vendedor según el tipo de venta”.

      Cómo realizar un plan comercial paso a paso

      ¿Por qué todas las empresas deberían tener plan comercial?

      El plan comercial de una compañía tiene que ser la guía, el camino a seguir para alcanzar los objetivos marcados. Siempre partiremos de un objetivo económico que la compañía ansía alcanzar, pero no debemos confundir tener un objetivo con tener un plan.

      Lo que tenemos que hacer es traducir ese objetivo en acciones concretas que nuestro equipo comercial pueda realizar, es decir, pasar de un plano estratégico a un plano táctico (Dirección Comercial) y operativo (Equipo Comercial).

      Siempre hemos visto el objetivo económico de la compañía como una consecuencia. Una consecuencia de una serie de acciones en un determinado foco de clientes y hechas de una manera concreta, repartidas entre los integrantes del equipo comercial (comerciales de calle, comerciales de oficina, personal de SAC y/o postventa).

      Por lo tanto, tenemos que tener claro dónde queremos llegar para dibujar el camino que nos lleve hasta allí y el plan comercial nos permitirá saber por dónde vamos a ir y si estamos evolucionando de la manera que teníamos prevista.

      Eso es un Plan Comercial, el camino que vamos a recorrer durante el año para alcanzar nuestros objetivos.

      Y los pasos que deberemos seguir para recorrer este camino son:

      Además, para facilitar la elaboración del plan, recuerda que tienes disponible nuestra herramienta de manera totalmente gratuita en este artículo:

      Paso 1: Conocer nuestra cartera de clientes

      Clasificar a tus clientes es vital para enfocar la actividad comercial hacia aquellas empresas que más aportan a tu negocio.

      Para ello utilizamos el método ABC-FRP+, es decir, clasificaremos los clientes mediante un ABC de Facturación, Rentabilidad, Potencial y sentido común.

      ABC FACTURACIÓN

      Aplicaremos la regla de PARETO del 20/80 para hacer los cálculos.
      -Clientes A: Aportan el 80% de la facturación.
      -Clientes B: Aportan el 80% de ese 20% restante.
      -Clientes C: Aportan el restante.

      ABC RENTABILIDAD

      Deberíamos saber la rentabilidad que nos dejan. Si no la conocemos por cliente, al menos por gama o familia.
      ¿Son A, B ó C en rentabilidad? Si es muy lineal entre todos los clientes, podemos tirar de una rentabilidad base para todos.

      ABC POTENCIAL

      El potencial lo podemos calcular de 2 formas principalmente. La más interesante es “la nariz” del comercial. Él conoce al cliente y puede saber cuánto más podemos crecer juntos. Si no tenemos acceso a esa información mediante el comercial, podemos comparar la facturación con otros clientes que sean similares en tamaño y negocio, para tener indicadores de en cuales sí o no podríamos tener más potencial. Para establecer el ABC podemos estimar cifra o usar la siguiente regla.
      -Alto: Podríamos crecer un 100% o más en ese cliente.
      -Medio: Podríamos crecer alrededor del 50%.
      -Bajo: Apenas se puede crecer.

      OTROS FACTORES

      Además, deberíamos poder identificar la FIDELIDAD de los clientes valorando de 1 a 5 y la posibilidad de PRESCRIPCIÓN en aquellos clientes que hayamos marcados con un 4 o un 5 en fidelidad, pueden ser el origen a nuevos clientes potenciales.
      Además de esto, ya adelantábamos al principio que otro de los factores claves es el sentido común, por lo que adaptaremos esos cortes de facturación, rentabilidad o potencial a lo que tenga más sentido en cada caso, donde veamos una diferencia significativa.

      Paso 2: Definir el nivel de servicio

      El nivel de servicio define la manera en la que vamos a cuidar a nuestros clientes de forma proactiva. Partimos de la base de que, de forma reactiva, atenderemos a todos los clientes cuando nos llamen o nos demanden algo. Pero, ¿y de forma proactiva? ¿Cómo pensamos cuidarlos?

      Normalmente la experiencia nos dice que no tenemos tiempo material para cuidar a todos los clientes de forma proactiva por igual, además, no tiene sentido hacerlo. Cada cliente aporta más o menos a la compañía y deberíamos actuar en consecuencia.

      Aquí es donde tenemos que definir cuáles son las acciones que nosotros queremos realizar con ellos. Para ello podemos encajarlas en acciones mensuales, trimestrales y/o anuales y utilizar una clasificación adicional ABC que sea, por ejemplo:

      NIVEL SERVICIO A: Los clientes con «A» en facturación + clientes «B» en facturación con potencial Alto.

      NIVEL SERVICIO B: Clientes «B» en facturación con potencial Medio o Bajo + Clientes «C» en facturación con potencial Medio o Alto.

      NIVEL SERVICIO C: El resto de clientes.

      Paso 3: Estudiar el mercado potencial

      ¿Por qué? Por qué siempre tenemos que incluir en nuestro plan comercial una parte con foco en VENTA NUEVA. Por ley natural se calcula que entre un 3 % y un 7 % de los clientes, pueden dejar de serlo a lo largo de un año por el motivo que sea (cierra, se jubila, entra la competencia, situación de mercado, etc.).

      Por ello es clave conocer e identificar quienes son nuestros clientes potenciales y ya os digo que NO SON TODOS LOS CLIENTES. Para ello utilizaremos datos fríos y datos calientes que nos definan el cliente potencial tipo y posteriormente podremos obtener un listado concreto que cumpla con dichas características.

      Os lo explicamos en esta otra entrada al blog:

      Paso 4: Crear el plan de acciones en VR y VN

      ¡Ya casi lo tenemos! Ahora tenemos que establecer las acciones en venta recurrente (VR) y venta nueva (VN) que tendrá que hacer el equipo.

      ¿Cómo lo hacemos? Fácil con el trabajo previo que hemos hecho en los puntos anteriores 😊

      Necesitamos tener las carteras de clientes separadas por comerciales e identificados en cada cartera los clientes A, B y C por NIVEL DE SERVICIO.

      Con ello, toca calcular las cargas de los comerciales con la parte proactiva de VR (si multiplicamos las acciones definidas en cada nivel de servicio x el número de clientes que tenemos en cada categoría = Número de acciones proactivas en VR).

      Si estimamos que, para venta consultiva en entornos B2B, podemos calcular una media de 4 reuniones al día x 4 días a la semana x 4 semanas al mes x 10 meses al año (quitamos directamente un mes en verano y otro mes por festivos varios a lo largo del año), tendríamos un máximo de 640 reuniones año por comercial. Aquí, el número deberíais calcularlo en base a vuestra experiencia con vuestro equipo comercial, teniendo en cuenta factores como la territorialidad (no es lo mismo regional, que provincial o nacional), la carga reactiva con los clientes, el tiempo necesario de oficina, etc. El 4x4x4x10 es una estimación o recomendación.

      Si comparamos las 640 reuniones estimadas con el número de acciones proactivas en VR que habíamos calculado, obtendremos el espacio para acciones de VN que nos queda en cada comercial.

      Paso 5: Dar seguimiento al plan

      Ya tenemos el Plan Comercial preparado. Toca en primer lugar presentarlo al equipo y lograr que se lo crean y quieran hacerlo.

      Una vez lo tengamos en marcha, necesitamos saber si el Plan que hemos dibujado funciona o necesita retoques.

      ¿Cómo lo hacemos?

      Con el Seguimiento. Definiremos acciones de seguimiento de carácter semanal, mensual, trimestral y anual.

      Os lo explicamos en esta otra entrada al blog.

      ¡No te olvides descargar nuestra herramienta!

      Para facilitarte la labor, hemos creado esta herramienta con la que calcular de forma automática las cargas de trabajo del equipo y poder dar seguimiento a su evolución mes a mes.

      Link de descarga y explicación paso a paso aquí: https://activaventas.com/calculadora-plan-comercial

      Cómo repartir la inversión en innovación

      ¿Por qué invertir en innovación?

      Ya hemos hablado en otros artículos de por qué ventas e innovación deberían ir de la mano.

      En este caso, queremos centrarnos en la importancia de mantener siempre una parte del «cerebro» de nuestras empresas pensando en qué se puede mejorar, qué cosas nuevas podemos hacer o cómo habría que enfocar nuestros siguientes pasos para sorprender a nuestros clientes.

      El por qué invertir en innovación es sencillo: Porque no hay otra opción.

      La realidad es esta, innovas o mueres.

      Puede pasar antes o después, te puedes arruinar más o menos en ese declive, pero si no te mantienes continuamente innovando, tu negocio acabará por desaparecer.

      Esto no quiere decir, por supuesto, que invertir en innovación te vaya a salvar de ese futuro. Pero es el único camino posible hacia la supervivencia a largo plazo.

      Y en un mundo donde las cosas cada vez van más y más rápido, lo de el largo plazo es, cada día, menos largo.

      ¿Qué tipos de innovación existen?

      A grandes rasgos, podemos encontrar la innovación clasificada bajo 2 enfoques principales:

      El primero de estos enfoques trata de qué es lo que provoca que esa innovación aparezca, diferenciando entre el «Market Pull» y el «Technology Push».

      El Market Pull hace referencia a aquellas innovaciones que vienen exigidas desde los consumidores, mientras en el Technology Push se engloban aquellas innovaciones que son posibles gracias a los avances que se van realizando a nivel tecnológico/científico.

      En el segundo enfoque para clasificar la innovación, que es el más interesante para orientar nuestras inversiones, nos centramos en qué impacto tiene. ¿Está provocando que se me abran nuevos mercados? ¿Está provocando que consiga nuevos clientes?

      De este modo, diferenciamos entre:

      • Innovaciones core, en las mejoramos el producto o servicio existente, sin cambiar de cliente.
      • Innovaciones adyacentes, en las que buscamos añadidos incrementales o mercados complementarios al nuestro.
      • Innovaciones disruptivas, en las que creamos productos totalmente nuevos que no se han visto en nuestro sector o nos dirigimos a nuevos mercados no explorados.

      Explicamos más en profundidad estos tipos de innovación en este vídeo:

      ¿Cómo debería repartir la inversión en I+D?

      Se habla mucho de que «hay que invertir en innovación» pero en pocos sitios podemos encontrar cifras claras de cómo hacerlo.

      ¿Por qué tipo de innovación debería apostar?

      Innovación incremental, adyacente, disruptiva… dependiendo de dónde pongamos el foco, estaremos apostando más al corto o al largo plazo.

      Y por supuesto, estaremos asumiendo un nivel de riesgo diferente y esperaremos un nivel de retorno acorde con este riesgo.

      En términos generales y aunque habría que adaptarlo a la situación de cada empresa, se recomienda:

      • Destinar un 70% de la inversión a innovación core, ya que al fin y al cabo es el producto que nos está funcionando y es lo que nos aporta la rentabilidad como para poder invertir en nuestro futuro.
      • Dejar un 20% para innovación incremental, buscando siempre tener una parte del «cerebro» de nuestra empresa pensando en qué cosas nuevas podemos hacer.
      • Arriesgar un 10% en innovación disruptiva. Y sí, decimos arriesgar, porque aquí realmente no esperamos ver un retorno en el corto ni en el medio plazo, pero de aquí surgirán esos proyectos que más rentabilidad nos darán en el largo plazo.

      De esta manera, en un escenario de +10 años, los retornos que estadísticamente se acaban dibujando son:

      De nuevo, si queréis profundizar más en este reparto de la inversión, os recomendamos ver el siguiente vídeo:

      Cómo obtener un listado de clientes potenciales

      ¿Por qué es necesario un listado de clientes?

      Cuando queremos salir a captar nuevos clientes, es vital tener identificado el mercado potencial. Contar con un listado de clientes bien definido nos ayuda a enfocar mejor nuestros esfuerzos comerciales.

      No basta con decir «mis clientes son suministros industriales» y mucho menos «mis clientes son empresas de más de 3 millones de facturación».

      Si queremos hacer la venta nueva, necesitamos un listado de los potenciales clientes detallado, con nombre y apellido.

      Primero, porque esto va a facilitar enormemente la labor del equipo comercial, que no tendrá que pararse a pensar hacia dónde podría dirigirse.

      Y segundo, y más importante aún, porque nos va a asegurar que aquellos clientes donde intentemos entrar, son realmente clientes que están dentro de nuestro foco y en los que la captación va a rentabilizarse.

      ¿Qué debería incluir este listado de clientes?

      Trabajamos con dos tipos de información en el listado de clientes: datos fríos y datos calientes.

      Los datos fríos son aquellos datos que determinan rápidamente al cliente. Lo hacen de forma superficial en un primer nivel de segmentación, cuantificable y objetivo. Son los más rápidos de obtener y los que podemos conseguir comprándolos, por lo que siempre deberíamos contar, al menos, con un listado con datos fríos.

      Los datos calientes son información que determina en profundidad al cliente. Requieren de observación, entendimiento y reflexión. No los vamos a poder comprar y muchos de ellos hay que preguntárselos directamente al cliente.

      DATOS FRÍOS en un listado de clientes

      -Localización geográfica.
      -Cifra de negocio y EBITDA.
      -Número empleados.
      -Códigos CNAE/SIC/…
      -Centros de relación: asociaciones sectoriales
      -Año de constitución.
      -Crecimiento/decrecimiento.
      -Importan/Exportan.
      -Ingreso previsto por operación promedio.
      -Responsables decisión, influencia.

      DATOS CALIENTES en un listado de clientes

      -Procesos de trabajo.
      -Estrategia actual.
      -Organización.
      -Medios actuales (por ejemplo tecnología).
      -Competencia.
      -Legislación y normativa aplicable.
      -Aspiraciones profesionales.
      -Dificultades, problemas, necesidades.
      -¿Qué quiere, por qué, para qué?
      -Proceso de compra.
      -Madurez de la organización.

      ¿Dónde descargar un listado de clientes?

      La manera más rápida y práctica de obtener un listado de clientes es comenzar con un listado de datos fríos que nos sean relevantes.

      Por ejemplo, podemos descargar un listado con los datos más básicos (CNAE, facturación, EBITDA, dirección, número de empleados, web y teléfono). Estos datos básicos ayudan a filtrar rápidamente a los clientes potenciales.

      Para decidir cuáles son los datos que interesan en cada caso (y las cifras dentro de estos), os aconsejamos hacerlo estudiando vuestra cartera de clientes. 

      ¿Qué características comunes tienen los clientes más rentables que tienes actualmente? El listado que generemos debería ser de empresas que compartan esas características.

      Dependiendo de nuestras necesidades, podemos elegir la herramienta que mejor se adapte:

      axesor.es

      Probablemente la fuente de información más completa y potente en cuanto a empresas que puedas encontrar.

      A la par, también es de las opciones más costosas.

      einforma.com

      Buena relación calidad/precio, aunque no tan completa.

      Al registrarte te regalan 5 informes de compañías o un crédito de 20€ para obtener un listado de empresas. Muy útil para averiguar si hay pastel y quien lo conforma.

      infocif.economia3.com

      De manera gratuita ya ofrece mucha información de algunas empresas.

      Un aporte muy interesante es poder conocer las vinculaciones con otras empresas que pueden tener los socios o participantes.

      ranking-empresas.eleconomista.es

      Podrás obtener un listado de empresas y facturación en modo ranking filtrando por provincia y actividad (su agrupación, nada de CNAE, ni SIC, ni similares).

      Interesante si estamos buscando en bruto.

      Si quieres profundizar más en este tema, te dejamos un tutorial en el que descargamos un listado de clientes de Einforma y aprovechamos Linkedin para profundizar en quiénes son las personas que nos interesa contactar dentro de dichas empresas.

      5 claves para transmitir credibilidad y generar confianza en el cliente

      ¿Cuántas veces has oído que “para vender tienes que transmitir credibilidad y generar confianza en el cliente”?… ¡Y se quedan tan anchos!

      Todos sabemos que si queremos convencer al cliente de trabajar con nosotros, o somos capaces de transmitir credibilidad con nuestro argumentario… o difícil tarea nos espera.

      La clave está en CÓMO transmitir esa confianza.

      Por supuesto hay muchos factores que influyen y que hemos tratado o iremos tratando en posteriores artículos:

      En este post nos centramos en qué tiene que llevar el mensaje para transmitir confianza al cliente. Tenemos que aprovechar todo aquello que potencie la proyección de una imagen alineada con la expectativa de Beneficio. Por eso, desde Activa Ventas llevamos años trabajando los argumentarios con nuestros clientes basándonos en 5 factores que los doten de credibilidad.

      Los 5 factores para generar confianza en el cliente

      Números y porcentajes

      Generar confianza en el cliente implica mostrar datos concretos y objetivos que respalden nuestro mensaje.
      No es lo mismo decir “muchos de nuestros clientes” que “el 93% de nuestros clientes.”

      Logros de clientes

      Los éxitos obtenidos por los clientes gracias a nuestra colaboración son clave para transmitir confianza al cliente. Ojo, lo importante no es cómo lo hemos hecho, es lo que han logrado. Si hay números objetivos mejor (facturación, EBITDA, ahorro de tiempo).

      Centros de relación y alianzas

      Mostrar los centros de relación (asociaciones, clústeres, etc) con los que trabajamos o alianzas/acuerdos que hemos alcanzado con estos es una estrategia poderosa para generar confianza. Todavía mejor si el centro de relación es uno en el que está el cliente.

      Especialización sectorial

      Nada genera más confianza que mostrarse como experto en el sector del cliente. No transmite la misma confianza alguien que te dice «tocamos todos los palos” que alguien que se posiciona como “somos expertos en el sector de…”

      Personas influyentes afines

      Mencionar a una persona influyente añade valor. No influyente para nosotros, sino para el cliente potencial con el que estamos. Una colaboración, un logro, un acuerdo, una actuación conjunta…

      La clave está en combinar estos factores para transmitir confianza

      Como coletilla final, os recomendaremos que tratéis de usarlos combinados entre sí para transmitir confianza al cliente. Esto potencia más si cabe la credibilidad del mensaje que queremos transmitir.

      Imaginemos por ejemplo estar sentados ante un potencial cliente del sector industrial.

      ¿Qué presentación crees que le transmitirá más credibilidad?

      «En Activa Ventas llevamos muchos años trabajando de la mano de empresas relevantes de múltiples sectores y tamaños, a los que hemos ayudado a conseguir grandes resultados en sus ventas.»

      «Contamos con 21 años de experiencia ayudando a empresas referentes del sector industrial, como Juba, Urbaser o Barpimo, a conseguir sus objetivos de venta. En estos proyectos, hemos  igualado o superado el objetivo marcado en el 94% de los proyectos».

      En ambos casos la información es cierta, pero presentarla de una u otra manera cambia por completo la percepción de nuestro interlocutor.

      Gestión de oportunidades

      El seguimiento marca la diferencia

      Seguramente te ha pasado como comprador: Hablas con un vendedor, parece que entiende lo que necesitas, hay una buena primera impresión y queda en llamarte / mandarte un presupuesto.

      Pero ese presupuesto no llega.

      O llega tarde.

      O tienes que llamar tú porque el vendedor no te ha llamado.

      La mala gestión de las oportunidades hace que se pierdan muchas ventas. Por ello debemos tener tanto cuidado con ellas cuando estemos vendiendo productos y servicios que no sean de compra impulsiva.

      En entornos B2B, la mayoría de oportunidades no se abren y cierran en 1 día (dejemos un 1-5% de margen por aquellas gratas sorpresas que seguro todos nos hemos llevado).

      Por eso la gestión de oportunidades tiene que ser uno de los focos principales del vendedor en el que poner sus esfuerzos.

      Pero, ¿qué es una oportunidad?

      Es el momento en el que un cliente potencial o un cliente habitual nos demuestra su interés en trabajar con nosotros y esto puede suponer negocio para ambas partes.

      La oportunidad me identifica dónde están los € y para cuándo me van a caer al bolsillo, ayudándome a distribuir mis esfuerzos comerciales en aquellas oportunidades vivas de mayor importe y probabilidad.

      Las oportunidades pueden ser reactivas, si el cliente ha venido a buscarnos, o proactivas, si hemos ido nosotros.

      En ambos casos, el primer paso que debes realizar es CUALIFICAR la oportunidad y para ello recomendamos utilizar la metodología BANT+ (el + es el sentido común que siempre debemos poner a mayores).

      Ya hicimos un post previo en el que explicábamos cómo cualificar las oportunidades de venta con BANT.

      Hoy vamos a profundizar en la gestión de las mismas.

      ¿Cuándo dar de alta una oportunidad y cuándo NO?

      Daremos de alta una oportunidad cuando un cliente (o potencial cliente) nos demuestra y verbaliza que tiene INTERÉS en trabajar con nosotros.

      La daremos de alta aunque no sepamos aún al 100% si finalmente trabajará con nosotros o no, ya que para eso están las distintas fases de la oportunidad.

      En el momento de dar de alta, debemos ser capaces de definir (o al menos aproximar) qué es lo que quiere, quién decide, para cuándo y un presupuesto.

      ✔️ SÍ son oportunidades:

      -Cuando el cliente me expresa que está interesado en un servicio, aunque me deje claro que primero tiene que hablar con el socio / acabar otro proyecto / etc.

      -Cuando un cliente me llama por teléfono para solicitar un presupuesto, aunque yo no haya hecho nada proactivamente.

      ❌ NO son oportunidades:

      -Cuando hago un presupuesto (porque ya debería estar registrada y es una fase de la oportunidad).

      -Cuando hace el 1º pedido (porque ya debería estar registrada y es una fase de la oportunidad).

      -Cuando concierto la reunión proactiva (porque aún no sé si hay interés o no).

      -Recomendamos no incluir tampoco como oportunidad los pedidos de reposición que nos hacen los clientes mes a mes y que deberíamos tratar dentro de nuestro nivel de servicio, no como gestión de oportunidades.

      ¿Qué duración tiene una oportunidad? ¿Y qué fases?

      La oportunidad está viva hasta que la ganemos o perdamos. Esto significa que NOSOTROS tenemos el control de la duración de una oportunidad en función de las interacciones que tengamos con el cliente.

      Hay veces que merece más la pena darla por perdida/cerrada/rechazada/caducada, que estar empujándola mes a mes durante varios meses sin que haya avances.

      En cuanto a las fases de la oportunidad, independientemente del CRM que utilices, te recomendamos que incluyas estas fases para hacerles seguimiento:

      • Nueva
      • Cualificada
      • 1ª reunión programada
      • Estudio y preparación de la propuesta
      • Propuesta presentada
      • Negociación
      • Aceptada

      En función de tu negocio, tus ratios de conversión y el producto/servicio que vendas, puedes establecer el seguimiento sobre estas fases, delimitando el tiempo de espera para re-contactar al cliente, los ratios de probabilidad de cierre en cada una, etc.

      En cuanto a la herramienta para hacer el seguimiento, podemos encontrar cientos de opciones en el mercado, sin embargo, la clave del éxito de la gestión de oportunidades no está en la tecnología, sino en la cultura comercial, en crear el hábito. Podemos utilizar desde un Excel o un Trello, si bien siempre será mejor opción un CRM conectado a la agenda de los comerciales.

      ¡Y ojo, un CRM en el que separemos las oportunidades de los leads / clientes interesantes a trabajar!

      El poder de la sonrisa en ventas

      Ya no es nuevo para casi nadie que el lenguaje no verbal importa, y mucho, a la hora de vender. El poder de la sonrisa es una herramienta que puede tener un impacto significativo en la percepción y efectividad de una reunión comercial.

      Según los estudios realizados por Albert Mehrabian en la Universidad de California, el mensaje verbal representa solo un 7% de la comunicación, siendo un 38% la voz (timbre que utilizamos, cambios de ritmo, pausas, modulación, etc.) y un 55% corresponde al lenguaje no verbal que utilizamos.

      Es el principal factor cuando nuestros interlocutores obtienen la primera impresión de nosotros y, dentro de los gestos que podemos realizar, la sonrisa es sin duda uno de los más utilizados y reconocidos.

      De hecho, el poder de la sonrisa va más allá de nuestros gestos y no es casualidad que logos como el de Amazon, Danone, Hasbro o Wetransfer nos evoquen claramente este gesto.

      Elegir el momento adecuado para sonreír

      Para sacar el máximo partido a la sonrisa en un contexto de ventas, debemos entender el origen de por qué sonreímos.

      La mayoría de investigaciones coincide en que nuestra sonrisa parte, evolutivamente, de un gesto de sumisión, que podemos observar en chimpancés y otros primates cuando expresan miedo.

      Es por esto que es tan difícil ver sonreír a personas que quieren mostrarse muy autoritarias, como Putin o Margaret Tatcher. 

      Sin embargo, son muchos los estudios que demuestran que una sonrisa genuina genera confianza con nuestro interlocutor y mejora la percepción de este sobre nosotros.

      Por ello, es tan importante saber cuándo utilizar la sonrisa, y para nosotros hay tres momentos clave en los que sonreír marca la diferencia:

      1. En el apretón inicial de manos, donde es clave mantener una postura erguida, contacto visual y sonreír.
      2. En las etapas iniciales de la negociación, donde cada uno de los implicados está tomando medidas y la sonrisa produce una respuesta positiva en ambos lados de la mesa.
      3. Cuando lanzamos el cierre y nos quedamos en silencio esperando una respuesta por parte del cliente. En este caso deberemos sonreír con los ojos, no con la boca para proyectar seguridad sin agresividad.

      Y añadiríamos a esto, además, el momento de hablar por teléfono. Sí, aunque parezca que no es importante porque no nos están viendo, lo cierto es que el poder de la sonrisa se extiende a una conversación telefónica. Sonreír antes de comenzar una llamada cambia nuestro ritmo y modulación, mejorando la percepción de nuestro interlocutor.

      El impacto de la sonrisa, incluso si es falsa

      El poder de la sonrisa sobre el cerebro es de lo más llamativo. 

      Estamos hechos para identificar rostros rápidamente, de ahí nuestra facilidad para ver caras en manchas de humedad, coches o en nubes. Pero no es sólo que seamos capaces de reconocer unos ojos y una boca en cualquier lugar, sino que el efecto que tiene sobre nosotros es de lo más llamativo.

      Para ponerlo a prueba, dale play al vídeo 😉

      Sonreír tiene un efecto inconsciente en las personas. Según los estudios de Ulf Dimberg en la Uppsala University (Suecia), la sonrisa activa ciertos músculos de forma involuntaria que hacen que reflejemos la actitud del otro como en un espejo, incluso si nos estamos proponiendo no hacerlo. Por ello, si sonreímos a nuestro cliente, es mucho más probable que este nos sonría, mejorando la percepción de ambas partes.

      Una sonrisa puede cambiar por completo la percepción que tenemos del estado de una persona, llegando incluso a alterar la expresión que vemos en sus ojos, aunque estos expresen por sí solos exactamente lo mismo. Y esto ocurre tanto con una sonrisa genuina como con una sonrisa falsa, aunque la genuina suele generar un impacto mayor.

      ¿Cómo identificar una sonrisa falsa?

      Si bien ya hemos dicho que aún las sonrisas falsas tienen un efecto sobre el cerebro, lo cierto es que cuando queremos generar un ambiente de confianza, debemos utilizar una sonrisa genuina.

      Y es que sí, se puede diferenciar una sonrisa falsa de una verdadera, ya que intervienen diferentes músculos (y aún si no sabemos esto y no podemos definir por qué, podemos percibirlo).

      En la sonrisa intervienen dos grupos de músculos, los zigomáticos mayores, que tiran de las comisuras y mofletes, y los orbicularis oculis, que tiran de los ojos. Este segundo grupo muscular no se activa en las sonrisas falsas, lo que las hace menos expresivas.

      Por ello, podemos identificar si una sonrisa es genuina o falsa observando los ojos y las arrugas que se generan alrededor de estos cuando es verdadera.

      De hecho, si observamos atentamente una sonrisa falsa, veremos que no es completamente simétrica, sino que el lado izquierdo está ligeramente más elevado, ya que el hemisferio derecho del cerebro es quien controla este tipo de movimientos mecánicos.

      Entrevista a Javi Consuegra

      Si a día de hoy preguntamos entre gerentes y vendedores por referentes españoles en el mundo de las ventas, Javi Consuegra es sin duda uno de los nombres más repetidos.

      Y es que en poco más de 2 años con saleshackers.es ha conseguido posicionarse en lo más alto del panorama, teniendo a día de hoy más de 33.000 seguidores en Linkedin y una comunidad de vendedores con muchísima proyección.

      Más allá de su currículum, Javi nos ha sorprendido por su calidez y cercanía. Es sin duda uno de esos profesionales a los que merece la pena conocer.

      Las cosas claras y el chocolate espeso

      Javi Consuegra no se anda con rodeos a la hora de responder las preguntas y ha dejado grandes frases durante la entrevista, de las que podríamos estar hablando durante horas:

      «La gente piensa demasiado, quiere tener las cosas bien hechas demasiado.»

      Cuando preguntamos a Javi por el éxito de Sales Hackers, tiene muy claro que el factor determinante ha sido la agilidad y perder el miedo a la hora de lanzar y probar en el mercado sus soluciones.

      Cuenta que, cuando empezaron con la comunidad, no tenían nada hecho, ningún contenido. La clave está en sacarlo y validar. ¡Sal y habla con la gente!

      «La venta online y offline no son dos mundos»

      La clave de la estrategia no está en si es online u offline, no son excluyentes. La clave radica en saber dónde están tus clientes.

      ¿Utilizan Linkedin? ¿Y Twitter? ¿Quizá Instagram?

      Tienes que saber cuál es el canal para llegar a tu cliente, ya sean online, ferias, redes de partner o lo que sea. Lo primero es saber donde está y, una vez tienes ese conocimiento, marcar la estrategia de por dónde quieres y no quieres ir. 

      Ahora bien, si podemos llegar a nuestros clientes online, la estrategia puede ser tremendamente más rentable.

      «Automatizar es lo fácil, pero antes hay que hacer cosas»

      Muchos clientes, incluso aquellos que ya tienen un conocimiento de cómo funciona el mundo online y saben manejarse con herramientas tecnológicas, no siguen una metodología a la hora de trabajar su proceso.

      Y sin un método, sea el que sea, no se puede ir mejorando el trabajo que vas realizando, por lo que si algo funciona, será suerte.

      Si no queremos depender de la suerte, la clave está en todo el trabajo previo de conocimiento del mercado, que será lo que guíe después la automatización. Y no al revés.

      «Las claves para digitalizar un proceso de venta»

      Lo primero, como ya hemos visto, es saber si el cliente está ahí.

      Lo segundo, preguntarle por sus problemas y conocerlos más en profundidad.

      Lo tercero, trabajar nuestro mensaje para posicionarnos en el target que nos interese. Depende como lo cuentes, puedes ser más caro o barato, ir a valor o a precio, más exclusivo o menos, etc.

      Lo siguiente ya es hacer que ese mensaje llegue. Y ahí es donde los medios online nos pueden ayudar, gracias a que son mucho más baratos. Y tras dejar que se madure esta relación, ahí es donde ya pasamos a conocernos, para después vender.

      Si en este proceso podemos automatizar ciertas partes, eso es lo que de verdad te va a ayudar. Y mucho.

      «Las herramientas son lo de menos, no son magia»

      Tener 1000 herramientas no es mejor que tener 5, al revés. La clave está en saber dónde y cuándo utilizar cada una.

      Javi nos cuenta que, si bien él es pro automatizaciones, también está a favor de enviar 10 vídeos totalmente personalizados hablando a una persona de su caso concreto para pedir una reunión, aunque eso no lo podamos automatizar.

      No te pierdas el resto de entrevistas

      La entrevista a Javi Consuegra es la tercera de esta nueva iniciativa en la que nos iremos entrevistando con diferentes profesionales de las ventas: directores comerciales de compañías de prestigio y personalidades reconocidas a nivel nacional e internacional, que nos hablarán de su experiencia comercial y de las claves para llegar a donde están a día de hoy.

      Técnicas de venta, herramientas, reflexiones, liderazgo de equipos…

      Sigue todas las entrevistas en nuestros diferentes canales:

      5 mitos de la venta desmentidos

      «La compra ahora se realiza en digital»

      «Los compradores no quieren oír hablar de comerciales»

      «La llamada en frío está muerta»

      Se trata de mensajes que escuchamos continuamente por parte de los equipos de venta.

      Pero… ¿son ciertos?

      Hoy os traemos este interesantísimo este estudio realizado por Rain Group, en el que han sido encuestados 488 profesionales de compras, que nos cuentan cómo, desde su punto de vista, los vendedores consiguen ganar proyectos.

      El estudio original «5 Sales Prospecting Myths Debunked», se puede descargar de forma gratuita en este enlace: Ir al estudio completo

      Desde Activa Ventas hemos querido traducirlo, de cara a facilitar su llegada a la comunidad hispanohablante.

      ¡Vamos allá con los 5 mitos de la prospección desmentidos!

      Mito 1: Desde compras no quieren oír hablar de vendedores.

      Existen estudios que afirman que el 57% de las decisiones de compra se realizan sin solicitar la visión de un experto, así como que el 67% de la actividad de compra se realiza ahora en digital.

      Y, con estos datos en la mano, son muchos los vendedores que asumen que desde compras no se les quiere o no se les necesita para el proceso de compra.

      Pero están profundamente equivocados. Los compradores quieren contacto con un vendedor. Y lo quieren pronto.

      De hecho, el 82% de los compradores quiere reunirse con vendedores en las primeras etapas de su proceso. Y sólo un 2% no quiere hacerlo en ningún momento.

      Mito 2: La llamada en frío está muerta

      De acuerdo con los departamentos de compras, el 70% de los vendedores contacta y consigue generar las reuniones a través del teléfono.

      De acuerdo con los vendedores (también se entrevistaron 489 vendedores para el presente estudio), 3 de los 5 métodos más efectivos para conseguir ventas, usan el teléfono como medio. Estos son: llamadas a clientes existentes, clientes pasados y nuevos contactos.

      En ambos casos, vendedores y compradores están de acuerdo en que el teléfono es a día de hoy una de las vías más efectivas para cerrar reuniones.

      Es interesante resaltar que los vendedores con mayor reticencia a utilizar el teléfono eran los que vendían tecnología, alegando que era imposible vender tecnología al teléfono. Por su parte, los compradores de tecnología preferían el teléfono en un 54% de los casos (por encima de la media).

      CÓMO LOS COMPRADORES PREFIEREN SER CONTACTADOS Y CÓMO ESTÁN SIENDO CONTACTADOS A DÍA DE HOY.

      Mito 3: Es imposible para los vendedores conseguir reuniones.

      Está claro que llegar hasta los responsables no es fácil, pero desde luego no es imposible.

      De hecho, el 82% de los compradores dicen aceptar reuniones con vendedores.

      Ahora bien, estos vendedores deben controlar los factores que influyen en que el comprador les abra o no la puerta.

      Los principales: Necesidad, presupuesto, prescripción, conocer la compañía desde la que se les contacta, conocer gente en común o no estar satisfechos con su situación.

      En cuanto al presupuesto, es interesante destacar que la mayoría de compradores senior decían no tener un presupuesto asignado, sino que invierten cuando ven la oportunidad.

      FACTORES QUE INFLUYEN PARA QUE UN COMPRADOR CONTACTE CON UN VENDEDOR

      Mito 4: Los compradores no quieren oír hablar de tus capacidades

      Los compradores sí quieren oír hablar de lo que puedes conseguir, lo que no quieren es que les cuentes tu película.

      Los directivos y managers aseguran que la clave para generarles interés está en percibir que el contenido está personalizado 100% a su caso, con su situación específica y cálculos del ROI que pueden esperar.

      El 83% de los compradores que acepta reuniones frecuentemente y el 61% de los que dicen hacerlo en ocasiones, están muy/extremadamente influenciados por estos factores de personalización a la hora de tomar su decisión.

      CONTENIDOS QUE INFLUYEN AL COMPRADOR PARA ACEPTAR REUNIÓN

      Mito 5: Las llamadas en frío no acaban convirtiendo en ventas

      Una cosa es generar reuniones, y otra distinta cerrar ventas.

      Si consigues reuniones pero después no las cierras, nada tiene que ver el medio por el cual hayas conseguido la reunión. En porcentajes de cierre bajos, siempre debemos revisar nuestra estrategia en la reunión y el foco de clientes al que nos estamos dirigiendo.

      El estudio buscaba conocer si los factores que puede controlar el vendedor influían de manera consistente en la decisión de compra. Y la respuesta es un claro sí.

      Si lo que quieres es ganar clientes, céntrate en aportar valor en las reuniones.

      Puede parecer una obviedad, pero lo cierto es que una de las conclusiones de este estudio es que el 58% de las reuniones no aportaban ningún valor para el comprador.

      FACTORES QUE INFLUYEN EN LA DECISIÓN DE COMPRA

      Entrevista a Samuel Santiago

      Si las llamadas en frío están muertas o no, es un debate que nunca muere.

      Y nos se nos ocurre mejor candidato para entablar este debate que Samuel Santiago, autor de cuatro Best-Sellers los cuales, como no podía ser de otra manera, hablan sobre venta por teléfono (y que puedes comprar aquí).

      Una entrevista de la que, si sabes apreciar los detalles, podrás sacar oro.

      Joyas sobre venta al teléfono

      Son muchas las lecciones que nos dio Samuel en tan solo 45min de entrevista y queremos resumir aquí algunas de ellas:

      «Los grandes formadores españoles se centraban en la venta presencial, por lo que tuve que buscarme mi propia manera.»

      La historia de Samuel es una historia de superación, comenzando desde abajo, sin recursos, como un tele-vendedor sin formación y que, en sus propias palabras «no me funcionaba nada de lo que sabía, estaba vendiendo cero y necesitaba el dinero».

      Tras analizar a los grandes referentes y ante la falta de técnicas centradas en la venta telefónica, decidió crear su propio camino.

      «Los televendedores no tienen buena formación»

      No es que no exista formación, de hecho Samuel nos cuenta que la primera vez que él entró a trabajar en un call-center, recibió 10 días de formación en guion, producto, etc.

      Sin embargo, existe una gran carencia de formación en inteligencia emocional en un trabajo de muchísima presión y estrés a nivel psicológico.

      «La llamada de telemarketing ya no funciona como antes»

      Existe una tendencia en el mercado hacia odiar cada vez más la llamada de televenta. En 2015 con un ratio de unas 40/60 llamadas hacías una venta, hoy en día tienes que hacer unas 150/200 llamadas.

      Lo que está claro es que la llamada todavía se utiliza. Y si se utilizan, es porque dan resultados. Puede ser que en unos años deje de funcionar, pero a día de hoy aún son útiles.

      Al que no le funciona, es porque algo está haciendo mal. Las reglas de la venta telefónica no tienen nada que ver con la venta presencial, aunque ambas son venta.

      «Me gusta que un cliente me diga que NO»

      Samuel nos cuenta que para él no hay nada más frustrante que cuando un potencial cliente le dice a todo «sí,sí,sí».

      Eso es señal de que algo no va bien, nadie dice a todo que sí. Sin embargo, cuando aparece un no, te puedes preguntar «No, ¿por qué?».

      Y aquí es donde los televendedores tienen su gran ventaja, y es que Samuel nos cuenta que ante la falta de lenguaje no verbal, el argumento más potente es el ganador. Y habiendo podido preparar con antelación las respuestas a las objeciones más frecuentes, la balanza se inclinará a nuestro favor.

      Además, Samuel hace hincapié en la importancia de saber encajar el NO. La venta siempre va a tener más noes que síes, y tenemos que aceptarlo como algo natural en la venta, el camino hacia el SÍ.

      No te pierdas el resto de entrevistas

      La entrevista a Samuel es la segunda de esta nueva iniciativa en la que nos iremos entrevistando con diferentes profesionales de las ventas: directores comerciales de compañías de prestigio y personalidades reconocidas a nivel nacional e internacional, que nos hablarán de su experiencia comercial y de las claves para llegar a donde están a día de hoy.

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