La importancia de combinar visiones

La rápida evolución del mercado y la necesidad de especialización para trabajar con ciertas herramientas, que después deben combinarse con otras disciplinas, hacen cada vez más y más necesario que trabajemos en equipo de una manera efectiva.

Sin embargo, en la mayoría de ocasiones no ponemos foco en qué tipo de perfiles necesitamos para que funcione de manera adecuada (más allá de su expertise).

Juntamos ciertas personas a trabajar juntas simplemente porque tienen los conocimientos que se requieren para el proyecto, sin entender cómo afectará su manera de comportarse al correcto desarrollo del trabajo.

Para entender cómo se comportan los distintos componentes de un equipo de trabajo, especialmente en el contexto de los proyectos de innovación o desarrollo de nuevos proyectos, recomendamos utilizar la metodología de los 6 sombreros para pensar de Edward de Bono. 

Los 6 sombreros para pensar

Esta técnica, desarrollada para la generación de ideas y la combinación de perfiles en proyectos de innovación, nos muestra cuáles son las maneras de pensar que debemos asegurarnos de tener en todo equipo de trabajo.

Cada uno de los perfiles, que llevan asignados un rol, son representados por sombreros de diferentes colores.

Contar con los diferentes perfiles dentro de un proyecto nos asegura mirarlo desde todos los enfoques, sin dejarnos nada por el camino.

Brevemente resumidos, estos son los roles que se asignan a cada sombrero:


  • El sombrero azul



    Se trata del encargado de controlar y liderar. Tiene la visión completa del proyecto. Marca tiempos, objetivos y asigna responsabilidades.




  • El sombrero verde



    Es el perfil creativo, encargado de encontrar soluciones alternativas y diferenciadoras ante los obstáculos que vayan surgiendo. Su labor es mirar con otros ojos y pensar fuera de la caja.




  • El sombrero amarillo



    Este perfil piensa en el resultado, qué vamos a obtener con lo que estamos haciendo. Es la visión económica y quien debe asegurar la rentabilidad del proyecto.




  • El sombrero blanco



    La voz de la experiencia. Se trata de expertos en un área o materia específica que nos van a dar su visión, contrastando con la realidad que han observado. Aportan una visión empírica.




  • El sombrero rojo



    Son la cara amable, que unifica. Van a empatizar tanto con los miembros del grupo de trabajo como con los usuarios a los que se dirige el proyecto. Actúan como apaciguadores y traductores en las discusiones.




  • El sombrero negro



    El punto de vista crítico. Son esas personas que van a señalar el elefante en la habitación. Su misión es encontrar los posibles fallos a las iniciativas que se lleven a cabo.



Con qué tener cuidado a la hora de combinar perfiles

Como hemos dicho, la teoría nos dice que incluir a los 6 tipos de perfiles nos asegura un enfoque 360º del proyecto.

Sin embargo, la realidad es un tanto más compleja y estos son, para nosotros, los puntos clave en los que debemos poner especial cuidado a la hora de mezclar perfiles bajo este enfoque.

1 – No incluir 2 sombreros azules:
Contar con 2 líderes en el mismo equipo nos puede traer muchos problemas. El liderazgo dentro del trabajo en equipo tiene que ser claro, para que todos los integrantes remen en la misma dirección. No es casualidad que la NASA no meta 2 perfiles de líder en un mismo cohete.

2 – No dar rienda suelta a un sombrero negro:
Las críticas son necesarias y desde luego pueden aportar mucho valor, así como ahorrar tiempo y esfuerzo. Si bien es verdad que hay que saber cuándo es el momento de criticar y cuando debemos fluir. Incluir a un sombrero negro dentro de ciertas partes del proyecto o darle demasiado protagonismo puede influir en el resto del equipo, que deje de compartir sus pensamientos o genere un ambiente de hostilidad.

3 – Utilizar al sombrero rojo como mediador:
En muchas ocasiones a lo largo de los proyectos van a surgir rencillas o debates en el equipo, especialmente con 2 de los perfiles: el sombrero verde y el negro. Estos debates son lógicos e inevitables (pensemos por ejemplo en un sombrero verde proponiendo ideas a un amarillo que no las ve viables o a un blanco que ha intentado algo similar en el pasado sin resultados), por ello necesitamos que el sombrero rojo actúe como intermediario en estos conflictos, relajando el debate y buscando qué podemos sacar de la visión expresada por ambas partes.

4 – Poner atención en la combinación de perfiles con el mismo rol:
Cuando juntamos 2 personas con roles similares, pueden retroalimentarse de manera positiva o negativa y debemos poner especial atención tanto en la selección como durante el proyecto. Por ejemplo, 2 sombreros blancos que hayan tenido experiencias diferentes pueden aportar puntos de vista complementarios al proyecto o entrar en discusiones interminables acerca de por qué su experiencia es la correcta. Lo mismo podemos encontrar con los sombreros verdes, dos creativos pueden generar estímulos que favorezcan la aparición de nuevas ideas e ir mejorándose conjuntamente o entrar en una lucha de originalidad para ver quien tiene la idea más diferenciadora, alejándose cada vez más de la realidad del proyecto.